El Forjista
En un tiempo relativamente corto los trabajadores obtuvieron una larga serie de conquistas que significaron un enorme paso adelante, avance que pudo realizarse en muy pocos países, aún con revoluciones supuestamente más profundas.
Esto adquiere mayor relevancia cuando en otros lugares se debió derramar mucha sangre obrera para la obtención de un puñado de reivindicaciones.
Así lo señalaba Perón: “En tres años de labor constante, conseguimos mejorar más las condiciones de vida de los trabajadores, que lo que se había conseguido en casi un siglo de lucha. Y sin derramar un sola gota de sangre argentina”. (24)
Perón no exageraba en lo más mínimo, basta recurrir a la opinión de los obreros de la época o bien a las estadísticas que corroboran este espectacular avance. El primer paso fue el de unificar al movimiento obrero para fortalecerlo como fuerza capaz de hacerse sentir en los momentos claves, la división o la desintegración tenía como únicos beneficiarios a los patrones, nunca a los obreros.
Por la ley 23852 de 1945 de Asociaciones Profesionales de Trabajadores se conformaban a nivel nacional los grandes gremios de la industria estableciendo la personería gremial y las posibilidades de estos sindicatos de negociar convenios por la Ley 14250 de Convenciones Colectivas de Trabajo de 1953 se posibilitaba contratar colectivamente legalizando esta práctica que se propagó durante el peronismo. Entre 1936 y 1940 se firmaron 46 convenios colectivos, entre 1944 y 1945 la cifra ascendió a 726 y entre 1946 y 1951 llegó a los 1330. (25)
Aplicando una de las banderas del justicialismo, la de la justicia social, los trabajadores comenzaron a recibir una porción mayor del ingreso neto total en 1946 alcanzó el 46,7%, en 1949 el 59,4% y en 1952 el 61%.(26)
Los trabajadores comenzaron a recibir un crecimiento del salario real que le posibilitó otro estándar de vida diferente al llevado hasta ese momento que significaba que muchas necesidades quedaban insatisfechas, los trabajadores pudieron denunciar ante el sindicato y éste ante el Ministerio de Trabajo los incumplimientos patronales, se comenzaron a pagar las horas extras, se empezó a cumplir con las normas de seguridad e higiene, los descansos y las vacaciones, se generalizó la jubilación y se creó el aguinaldo, desde 1943 los trabajadores palparon la voluntad de un gobierno que los tenía en cuenta y actuaba en consecuencia a lo que predicaba, el estatuto del Peón dio vida a una legislación para el sector más postergado entre los trabajadores argentinos. (27)
El nivel de vida de los sectores tradicionalmente desprotegidos creció de manera significativa, en cualquier rubro era posible detectarlo, ya sea en las salidas a comer fuera del hogar o las vacaciones, en definitiva hubo sectores sociales que pudieron acceder a lugares que antes les
estaban vedados. Los concurrentes al cine treparon a cifras considerables, mientras que en 1940 hubo 24 millones de espectadores, pasaron a 40 millones en 1946 y a 67 millones en 1954. (28)
Pero el peronismo también dio al trabajador sentido de la dignidad, la cual no es cuantificable pero si está grabado en sus corazones, esa dignificación se dio en los talleres, las fábricas y las oficinas y permitió a los trabajadores pudieran dialogar con la parte empresarial y gerencial sin tener que agachar la cabeza, concluyendo con miles de humillaciones diarias y con la prepotencia del capital en su propio lugar de trabajo.
No sólo existían leyes sino que había que cumplirlas para lo cual existía una red de delegados encargados de ejecutar prácticamente la justicia social predicada desde las altas esferas gubernamentales y sindicales.
____________________
(24) Así hablaba Juan Perón. Eugenio P. Rom. Peña Lillo Editor . 1980. Pag 109
(25) Historia política del Movimiento Obrero argentino. (1944-1985) Ernesto S. Ceballos. Ediciones del Mar Dulce 1985 pags 16 y 17
(26) Idem pags 16 y 17
(27) La columna vertebral. Alvaro Avos Legasa 1983 pags 128 y 129
(28) Sociología del peronismo. Julio Mafud. Distal SRL 1986. Pag 124