El Forjista
Un tema abstractamente discutido es la supuesta pérdida de autonomía del movimiento obrero en el peronismo, colocando como ejemplo más notorio la disolución del Partido Laborista.
El reemplazo en la C.G.T. de su secretario general Luis Gay es establecido como el inicio de este hecho, así nos dice Sebreli: “A partir de entonces la C.G.T. dejaría de ser un organismo obrero para transformarse en una dependencia del Estado. La C.G.T. peronista no fue el fruto de la lucha del proletariado, sino la consecuencia de su claudicación, de su derrota, de su incapacidad para defender su independencia; fue el triunfo del Estado sobre el Movimiento Obrero”.(15)
Convertido en juez de la clase trabajadora en nombre del marxismo independiente, Sebreli nos rebela un desconocimiento absoluto sobre la historia de la clase obrera, lo que él marca como una “claudicación” o “derrota” correspondió al período más prolífico en leyes sociales y beneficios directos para las bases obreras, quienes por esto y por un nuevo sentimiento de dignidad dieron su apoyo al único gobierno que en la historia nacional dio cabida a los trabajadores en el gobierno y en el acceso a un justicia social inédita.
Desde otra óptica Iscaro nos señala lo siguiente: “ …pero un partido de trabajadores no sólo debe tener trabajadores en su seno, sino, además, una ideología de clase, un programa de clase, y el peronismo no los tiene, ya que sus dirigentes abrazan el policlasismo en oposición al clasismo, la conciliación de clases o “tercera posición” en oposición a la lucha de clases, y defienden el reino de la propiedad privada de los medios de producción en oposición a la propiedad colectiva, que es la base del socialismo real”. (16)
Quienes reclaman la independencia de los trabajadores respecto del Estado no cesan de opinar sobre que es lo que le conviene al movimiento obrero y marcarles el camino que deben seguir, sin tal vez concluir, que se convertiría en otra forma de dependencia del movimiento obrero, en este caso la dependencia sería de las distintas bibliotecas que frecuentan estos estrictos jueces de los trabajadores.
Felix Luna es otro de los autores que se refiere con lujos de detalles a la caída de Gay de la C.G.T. y de su enfrentamiento con Perón, para el ex funcionario radical no fue otra cosa que una maniobra de Perón para desplazar a un dirigente díscolo.
Resumamos los hechos, al llegar una delegación de la American Federation of Labour comandada por Serafino Romualdi, la misma anuncia que el propósito de su visita era el de “investigar” la situación del movimiento obrero, esto desató una lógica repulsa de la C.G.T. que no podía permitir la injuriosa injerencia de los norteamericanos en los asuntos nacionales. Gay se entrevistó a solas con Romualdi en el hotel donde se alojaba con el aparente fin de conformar una confederación americana de trabajadores. Luna nos dice “esta inofensiva conversación fue el pretexto que necesitaba Perón para fulminar a Gay”.(17)
Perón termina por echar a Romualdi y los diarios que respondían al gobierno decían de Romualdi : “Es un viejo testaferro de Braden, representa la fuerza del imperialismo y la violencia”. (18)
Luna cree haber encontrado una excelente oportunidad para atacar a fondo al peronismo sobre este episodio que concluyó el 29 de enero de 1947 cuando el Comité Central Confederal aceptó por 69 votos contra 11 la renuncia de Gay, al respecto decía Luna: “refleja la insensibilidad de que podía ser capaz Perón cuando sus necesidades políticas lo exigían”. Para continuar: “Las alternativas de la caída de Gay recuerda – claro que mudando lo que hay que mudar – a los procesos de Moscú: la hipocresía para urdir, entre verdades deformadas y mentiras totales, la acusación tremenda; la misma imposibilidad de resistir el poder el Estado, el mismo chantaje para plantear alternativas forzosas; si usted no cree que él es el traidor, entonces usted también es un traidor”. (19)
Evidentemente Félix Luna se salía de la vaina por denostar a Perón y a su movimiento, pero el historiador nos oculta bastante información, si la comparación con los procesos de Moscú tuviera algún asidero, esos “juicios” terminaban por lo general con la ejecución del acusado, obviamente nada de esto pasó aquí, además como se verá la charla entre Gay y el sindicalista norteamericano distaba de ser tan “inofensiva” como la presenta Luna.
La información faltante la proporcionó un ex agente de la CIA que unos años después define a Romualdi como “principal agente de la CIA para operaciones laborales en Latinoamérica”. 20 A su vez Romualdi fue el organizador de la rama americana de la CIOLS, la ORIT, quién se encargó de aglutinar a las distintas centrales de trabajadores para penetrar con la política exterior norteamericana. No se equivocaba el diario al asociar a Braden con Romualdi, por lo que el desplazamiento de Gay respondía a la política del gobierno popular de sostener una política exterior independiente que se verificó porque la CGT argentina no adhirió a ninguna internacional sindical mientras se encontraran influenciadas por las grandes potencias.
El otro tema de importancia se refiere a la disolución del Partido Laborista, por lo general cuando se aborda este tema se hace referencia a las opiniones de aquellos sectores que se oponían a la unificación en un único partido peronista, obviándose la posición de aquellos trabajadores que si vieron con simpatía la integración en el Partido Único de la Revolución Nacional.
El Secretario General del Partido Laborista nos informa: “El coronel Perón tiene que reestructurar el Movimiento Peronista Nacional porque se ha terminado la etapa de la lucha electoral y entramos en otra etapa, de acción gubernamental, es decir en el quehacer constructivo de la Nación. Por esta razón se imponía la necesidad de contar con una fuerza estructurada orgánicamente, que tuviera cohesión y unidad en el pensamiento y la acción, para acometer con eficacia los grandes problemas y sus soluciones”. (21)
El mismo dirigente ferroviario Luis Monzalvo también aclara sobre el proceder de Luis Gay y de Cipriano Reyes en su posición intransigente contra otro sector que había apoyado la candidatura de Perón, la UCR (Junta Renovadora). (22) El laborismo desató una política agresiva con los dirigentes de procedencia radical a quienes acusaba de agentes del “capital internacional monopolista”. (23)
Esta exageración obligó a Perón a tomar medidas para aglutinar a los distintos sectores y solidificar un Movimiento que estuviera en condiciones de enfrentar el conglomerado formado por los partidos políticos tradicionales, de izquierda y derecha, y a la oligarquía.
Si no se comprende el concepto de Movimiento Nacional tampoco se podrá entender el sentido revolucionario de esta decisión. En un país atrasado como el nuestro, la clase obrera no está en condiciones de enfrentar por si sola a fuerzas que le son superiores, sino es a través de una política movimientista que aglutine no sólo a trabajadores sino a sectores del empresariado, a la clase media urbana y rural, a profesionales y militares con una concepción popular de la política, todos ellos encolumnados tras un proyecto de Liberación Nacional.
Contrariamente a lo que creen ciertos izquierdistas preocupados por polemizar en abstracto sobre la autonomía o no del movimiento obrero, un partido obrero o laborista es el camino más corto para la derrota de los trabajadores por oponerse sin posibilidades de triunfo a clases sociales más poderosas económicamente.
De todas maneras aunque Perón haya tenido toda la razón política en su enfrentamiento con Gay y Reyes, no se justifica la detención de Reyes la cuál duró hasta la caída del peronismo. Esto no invalida lo que venimos señalando que las críticas al movimiento de Perón se detienen en las formas y nunca profundizan en los hechos para valorar en su justa medida, este intento liberador que se encarnó en Perón y su movimiento.
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(15) Sebreli, pag 97
(16) Diálogos sindicales ntre peronistas y comunistas. Rubens Iscaro. Fundamentos 1974. pag 18
(17) Peron y su Tiempo Tomo I. Felix Luna. Ed. Sudamericana 1984. Pag 111
(18) Diario El Líder 22/1/47 Citado por Felix Luna Tomo I pag 113
(19) Luna. Tomo I pag 116
(20) La CIA por dentro (Diario de un espía). Phillip Agee Editorial Sudamericana 1987 pag 478
(21) Testigo de la primera hora del peronismo. Luis Monzalvo. Pleamar. 1974. Pag 238
(22) Idem pag 239
(23) Partido Laborista. Estado y sindicatos. Elena Susana Pontt. 1984. Pag 49