El Forjista
Todos los gobiernos, aún aquellos que tienen su apoyo, tienen contradicciones con el movimiento obrero, lo cual es inevitable. El peronismo no fue la excepción y aunque los trabajadores apoyaron decididamente y con total convicción al gobierno se produjeron conflictos que en algunos casos adquirió características de elevada tensión.
Distintos conflictos concluyeron con la adopción de las soluciones solicitadas por los trabajadores incluso con la participación activa de la Secretaría de Trabajo para imponer a las patronales las peticiones de los obreros.
No obstante esto, se puede señalar que se produjeron huelgas de largo aliento como la de octubre de 1949 en los ingenios tucumanos que duró 46 días. (41)
El gremio bancario tuvo una particular relación con el gobierno, a pesar de ser el ciclo durante el cual se obtuvieron mayores conquistas para el gremio se adoptaron medidas de fuerza que concluyeron con sanciones para miles de trabajadores.
Los bancarios obtuvieron durante este período una de las conquistas más deseadas por el sindicalismo argentino como lo fue la llamada Ley de Estabilidad que impedía los despidos arbitrarios, esta medida fue resistida por los sucesivos gobiernos, primero fue Onganía quién la cercenó, concluyendo Videla con la derogación definitiva. Con el retorno de la democracia en 1983 la Ley fue aprobada en ambas Cámaras por unanimidad pero fue vetada por el presidente Alfonsín.
También se creó la Dirección General de Servicios Sociales Bancarios, se fijó la jornada de 7:30 horas de lunes a viernes, antes se trabajaba los sábados, se comenzaron a pagar horas extras las que fueron reglamentadas, se fijaron licencias por matrimonio, estudio, fallecimiento de familiar, maternidad. Evita intercedió ante el embajador español para que interviniera en la venta del policlínico Español que es el actual Policlínico Bancario. (42)
Sin embargo la relación entre los bancarios y el gobierno peronista nunca fue buena, el 4 de abril de 1948 se intervino la Asociación Bancaria como consecuencia de un paro. La huelga de 1950 concluyó con 2000 cesantes.
Otros sindicatos también sufrieron la intervención, en enero de 1951 fue la Unión Ferroviaria. El sindicato de portuarios fue intervenido en 1949, el del personal de frigoríficos en 1950, en tanto que en 1947 un conflicto con la UOM fue declarado ilegal, pero el gobierno impuso las condiciones que solicitaban los trabajadores. Durante la huelga ferroviaria de fines de 1950 se militariza a los ferroviarios y hubo detenciones. En tanto en el conflicto de los trabajadores de la carne el Poder Ejecutivo interviene imponiendo las condiciones que solicitaban los trabajadores a los frigoríficos extranjeros.
Como se verá el período peronista no está exento de conflictividad, pero debe señalarse que en la mayoría de los casos el gobierno intercede a favor de los trabajadores, además los motivos de los conflictos no estaban en general dirigidos contra el gobierno, salvo tal vez en el caso de los bancarios por su condición de clase media que veía muy críticamente al gobierno y los ferroviarios donde participaron dirigentes sindicales vinculados a partidos opositores, en la mayoría de los conflictos la queja era contra la patronal y se refería a muy concretas cuestiones de condiciones de trabajo y situación de los salarios que convertía al reclamo en algo muy específico y sin introducir cuestiones de índole políticas.
Existen medidas como las cesantías, las detenciones y la militarización de los ferroviarios que deben ser señaladas y cuestionadas pero así también debe señalarse que de ningún modo constituyeron políticas sistemáticas, por el contrario, la política de gobierno hacia los trabajadores fue la de concertar e intervenir a favor de sus reclamos. En ningún momento los conflictos significaron un alejamiento del gobierno al cual no se cuestionaba porque se lo sabía sensible a los reclamos obreros.
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(41) Del anarquismo al peronismo. Alberto Belloni. Ediciones Documentos 1962 pag 63 y Elena Susana Pontt. Pag 67 a la 80
(42) 60 años en la vida de un sindicato, sus hombres y el país. Asociación Bancaria. 1984