El Forjista
Pero Sarmiento se encontraba en los Estados Unidos cuando se desató la guerra, en su anterior visita a ese país en la ciudad de Boston, había conocido al educador Horace Mann, en este viaje ya había muerto, pero en la aldea de Concord vivía su viuda con la cual venía manteniendo una continua correspondencia, en esa oportunidad visitó a Mary Mann, en su casa le fue presentado el filósofo Ralph Waldo Emerson, quién conocía el Facundo, la conversación deriva en que en la Argentina no había nieve, lo que parece indicar el escaso conocimiento que Sarmiento tenía de su país y su provincia, y el filósofo le dice unas palabras que luego Sarmiento repitió y convirtió en una de las zonceras jauretcheanas: “La nieve contiene mucha educación”, el sanjuanino era muy receptivo a cualquier paparruchada que procediera del extranjero a la vez que no dejaba oportunidad para denostar al país y su gente. La conclusión sarmientina indicaba que aunque fuera mentira Argentina no debía tener nieve porque era bárbara en cambio Europa debía estar cubierta de nieve y cultura.
Al regresar a Nueva York publicó “Vida de Lincoln” y continuó escribiendo “Las escuelas como base de la prosperidad de los Estados Unidos”, el primero de los escritos en realidad se trataba de una traducción a los que le incorporó algunos capítulos de su autoría. Mary colaboró con la traducción al inglés para su publicación en los Estados Unidos donde el libro fue un éxito.
Después de la aparición de “Las escuelas…” comenzó trabajar en la búsqueda de material para “La vida del Chacho” al que definió como “el último de los mohicanos, de los caudillos jinetes de Facundo Quiroga” y realizó una confesión que luego trató de desmentir “…y concluyó en mis manos”. Efectivamente sus manos estaban manchadas de la sangre de ese noble caudillo popular.
En Buenos Aires su amiga Juana Manso lanzó su candidatura a presidente en un artículo publicado en el diario “La Tribuna” el 30 de marzo de 1867. Aurelia Vélez también comenzó a impulsarla, y en los Estados Unidos, Mary Mann lo alentó para regresar a su país para emprender el intento por llegar a la presidencia.
Urquiza seguía liderando el Partido Federal a pesar de la creciente disconformidad de sus partidarios por la pasividad que mostraba desde tiempo atrás, su influencia abarcaba Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes, del partido Liberal surgieron cuatro candidatos Rufino de Elizalde y Guillermo Rawson, ambos ministros de Mitre, además de Sarmiento y Adolfo Alsina, este último gobernador de Buenos Aires quién mantenía una disputa con Mitre.
A los partidarios del presidente pertenecientes a las clases acomodadas se los conocía con el mote de “cocidos”, los partidarios de Alsina pertenecían a los sectores populares y se los llamaba por oposición los “crudos”.
A Elizalde, Ministro de Relaciones Exteriores, se lo responsabiliza de la impopular Guerra del Paraguay, las clases altas consideraban que en ese contexto era necesario un personaje que además de coincidir con su ideario liberal fuera un hombre de acción, Sarmiento surgía como un nombre posible pues además se lo vinculaba con la educación y con una importante experiencia por la cantidad de cargos que ocupó: senador, ministro, gobernador y diplomático.
El 22 de septiembre de 1866 en Curupaití murió Dominguito, su padre recibió la noticia cuando se encontraba en Washington.
A fines del año 1866 estalló una revolución en Mendoza que se convirtió en guerra civil, la misma estaba comandada desde el partido federal por Juan Saa y Felipe Varela, que retomaban el ejemplo de El Chacho, los rebeldes toman San Juan, al enterarse Sarmiento acusa a los federales de “bárbaros”.
En mayo se anoticia que Juan Saa fue vencido, entre junio y agosto volvió a viajar a París. Ahí se enteró que las tropas argentinas que pelean en el Paraguay lo tienen a él como el preferido para ocupar la presidencia, también declaran la misma adhesión las Universidades de Córdoba y Buenos Aires, además tenía el apoyo del Diario La Tribuna como de El Nacional donde escribió con habitualidad. Sólo el diario La Nación Argentina de José María Gutierrez, donde influye Mitre, se declaró contrario a su candidatura.
Comenzando el año 1868, diez provincias declararon su intención de apoyar a Sarmiento, en febrero se bajó de la contienda Alsina que sería el candidato a la vicepresidencia de Sarmiento, para marzo es designado senador y también Mitre lo elige para ocupar el Ministerio del Interior, pero rechaza el ofrecimiento, en cambio acepta la senaduría.
Como diplomático tampoco pudo anunciar medidas destacadas, por el contrario el gobierno de los Estados Unidos le colocó un impuesto considerable a las lanas argentinas provocando dificultades en una industria importante para el país, un diario argentino atribuyó esta medida a la “desidia” del embajador. Nunca mostró demasiado tacto para ser un diplomático, sus exabruptos eran conocidos, al punto que en plena guerra del Paraguay propuso anexar Uruguay y Paraguay una vez finalizado el conflicto.
En su gran admiración por los Estados Unidos elaboró la idea de instalar una Universidad norteamericana en San Juan y le propuso a la viuda de Mann que su hermana se hiciera cargo de una escuela y que su hijo fuera el rector de la Universidad.
También se adelantó a vergonzosas decisiones que gobernantes adoptaron en el siglo XX aplicando políticas de sumisión a los poderes mundiales. A Sarmiento se le ocurrió que para evitar conflictos entre la Argentina y los Estados Unidos ambos países debían aceptar presentarse para encontrar una solución ante la Corte Suprema …de los Estados Unidos, daba toda la impresión que ocupaba la embajada de los Estados Unidos ante la Argentina.
El 12 de junio de 1868 los Colegios Electorales eligieron a Sarmiento por una considerable diferencia de votos, en ese momento no se encontraba en el país, su mayor apoyo provinieron del ejército y algunas provincias, su elección no fue diferente a la que se desarrollaban en esos tiempos violentos.
Alsina en Buenos Aires se impuso por la fuerza y Arredondo favorable a Sarmiento realizó varios levantamientos para imponer su candidatura.
Concluía la presidencia de Mitre, la proclama de Felipe Varela del 6 de diciembre de 1866 decía: “¡Compañeros! Des que aquél usurpó el Gobierno de la Nación, el monopolio de los tesoros públicos y la absorción de las rentas provinciales vinieron a ser patrimonio de los porteños, condenando al provinciano a cederles hasta el pan que reserva a sus hijos. Ser porteño es ser ciudadano exclusivista; y ser provinciano es ser mendigo sin patria, sin libertad, sin derechos”.
“Tal es el odio que aquellos fraticidas tiene a los provincianos, que muchos de nuestros pueblos han sido desolados, saqueados y guillotinados por los aleves puñales de los degolladores de oficio: Sarmiento, Sandes, Paunero, Campos, Yrrazábal y otros oficiales dignos de Mitre”.
“¡Soldados federales! Nuestro programa es la practica estricta de la Constitución jurada, el orden común, la paz y la amistad con el Paraguay y la Unión con las demás Repúblicas Americanas”.