El Forjista
El 11 de junio la CGT emite un comunicado denunciando las maniobras de empresarios que no respetaban los precios máximos y que provocaban desabastecimiento en artículos de primera necesidad, al día siguiente Perón realiza un discurso en el que dice: “Como ha sido mi costumbre, hoy deseo hablar al Pueblo Argentino sin eufemismos y sin reservas mentales. La información, como mi sentido de la realidad, me dicen que en el país está sucediendo algo anormal…”.
Y más adelante enfatizaba: “Los que hace muchos años estamos en esta labor sabemos claramente que un ochenta o noventa por ciento de las cosas que se andan diciendo por ahí son inventadas por los profesionales de la acción sicológica. Algunos diarios oligarcas están insistiendo, por ejemplo en el problema de la escasez y el mercado negro. Siempre que la economía está creciendo y se mejoran los ingresos del pueblo, como sucede ahora, hay escasez de productos y aparece el mercado negro…No hay que olvidar que los enemigos están preocupados por nuestras conquistas, no por nuestros problemas. Ellos se dan cuenta de que hemos nacionalizado los factores básicos de la economía y que seguiremos en esa tarea sin xenofobia, hasta no dejar ningún engranaje decisivo en manos extranjeras. En un año de gobierno, ellos advierten que el pueblo sabe que, sin acudir a las recetas de miseria y dependencia, mejoramos el salario real de los trabajadores, bajamos drásticamente la desocupación y aumentamos las reservas del país”. (1)
Enseguida se produce una reacción popular desde distintos sectores políticos y sindicales que realizan una convocatoria a la Plaza de Mayo para apoyar al presidente, la CGT convoca a un paro general y la mayoría de los partidos incluidos los de la oposición adhieren a la manifestación, la Plaza de Mayo se llena, en tanto se conoce la noticia de la renuncia del gabinete, Perón habla ante la multitud reunida y en lo que fuera su despedida anuncia: “Les agradezco profundamente el que se hayan llegado hasta esta histórica Plaza de Mayo. Yo llevo en mis oídos la más maravillosa música que para mí es la palabra del pueblo argentino”.(2)
El esfuerzo realizado en esos días volvió a resentir su salud, el 15 de junio Isabel y López Rega viajaron a Ginebra, ciudad en que la vicepresidenta pronuncia un discurso en la reunión de la Organización Internacional del Trabajo, luego continúa su viaje que incluye España, Suiza e Italia, donde participa de una reunión con el Papa, esa misma noche Perón se queja de dolores en el pecho, el reposo le permite reponerse y participa de una serie de reuniones, entre ellas con la CGT.
Luego de la reunión con la Central Obrera se dirige hasta el domicilio del Dr. Cossio quién lo revisó y luego lo acompañó hasta la Quinta de Olivos, Cossio vuelve a insistir que debe disminuir la actividad, al día siguiente decide no concurrir a la Casa Rosada.
El 18 de junio a pesar de continuar con las molestias en el pecho decide recibir a varios dirigentes vinculados a Montoneros, a los que mandó llamar en un intento de recomponer la relación, según cuenta Roberto Perdía dirigente montonero, le encargó a Duilio Brunello y a Carlos Chango Funes que efectuaran una reunión con las JP de las regionales con el fin de buscar acuerdos para un accionar común, a esa reunión asistió Perdía, Dante Gullo y Añon, se discutieron la bases para la reinserción de esa agrupación en el seno del Justicialismo, pero este intento llegaba demasiado tarde no habría tiempo para concretarlo.
De igual forma que no fue posible concretar lo que en los pasillos de la Casa Rosada corría como un rumor, que también confirmó quien fuera secretario de Perón, Ramón Landajo al que le indicó que se preparara para asumir como Secretario Privado de la Presidencia y al que le indicó que López Rega sería enviado fuera del país como embajador.
Un electrocardiograma que se le efectuó el 18 de junio confirmó que había sufrido un pequeño infarto, a la prensa se le informa que el presidente padecía de bronquitis, mientras Taiana y Cossio deciden hablar por teléfono con Isabel y López Rega para que regresen considerando el estado de salud del presidente.
Isabel permanece en Europa para asistir a la audiencia con el Papa mientras el 20 de junio López Rega llega al país.
El 26 de junio vuelve a padecer de un dolor en el pecho, y la arritmia no disminuye durante los siguientes días, el 28 se ve afectado por un agudo edema pulmonar, los doctores presentes le realizaron una canalización para evitar el ahogo producto del edema y para brindarle la medicación necesaria.
Por la noche el comunicado emitido por el gobierno sobre la salud del presidente mostraba la gravedad de la situación, se informa que durante 12 días padeció de una broncopatía infecciosa que había repercutido en una afección circulatoria, los médicos recomendaban reposo, firmaban el parte los doctores Cossio y Taiana.
El 29 de junio al mediodía Perón delega el mando en Isabel, en la madrugada del 1° de julio se agrava su situación, por la mañana Isabel había convocado a una reunión de gabinete cuando a las 10:25 es llamada de urgencia por una de las enfermeras que atendían a Perón, Taiana estaba presente porque era ministro de Educación constató que se había producido un paro cardíaco, Perón llegó a decirle a Taiana: “Doctor me voy de esta vida…Esto se acaba… Mi pueblo…. Mi pueblo”, luego cayó hacia atrás siendo sostenido por Taiana y un enfermero, le resultaba difícil respirar.
Taiana explicó tiempo después: “Recurrimos a todas las medidas de reanimación: respiración artificial boca a boca y masaje cardíaco…Todos participamos por turno, afanosamente. Detrás de mí habían ingresado Isabel y López Rega. Luego, otras personas. El ministro López Rega se adueñó de los miembros inferiores del General y tomados por los tobillos, empezó a zamarrearlos mientras pronunciaba frases incoherentes: ‘Quiero retener al general en esta Tierra’ ‘Faraón, siempre le dí mis energías’; ‘Volvamos como antes’. El corazón respondió a tanto esfuerzo, recobró su contractilidad, pero pocos minutos, a las 12 y 15 otro paro cardíaco marcó el final de la vida del General. Observamos en las pantallas la fibrilación de las paredes ventriculares y luego un ritmo lento e irregular. Pocos minutos después, el electrocardiógrafo y el electroencefalógrafo señalaban la fatídica línea horizontal. Sin contracciones útiles, sin respiración, las pupilas dilatadas e inertes, completaban el cuadro mortal”.(3)
Varios enfermeros realizaron nuevos intentos de reanimarlo pero todo resultó inútil, Cossio y Taiana redactaron el último parte, que también fue firmado por Pedro Eladio Vázquez: “El señor teniente general Juan Domingo Perón ha padecido una cardiopatía isquémica crónica con insuficiencia cardíaca, episodios de disritmia cardíaca e insuficiencia renal crónica, estabilizadas con el tratamiento médico. En los siguientes días sufrió agravación de las anteriores enfermedades como consecuencia de una broncopatía infecciosa. El día 1° de julio, a las 10 y 25, se produjo un paro cardíaco del que se logró reanimarlo, para luego repetirse el paro sin obtener éxito todos los medios de reanimación de que actualmente la medicina dispone. El teniente general Juan Domingo Perón falleció a las 13 y 15 horas.”(4)
Isabel fue la encargada de dar la noticia a la nación de la muerte del líder, lo hizo en un mensaje grabado que mostraba a todos los ministros de pie a sus espaldas.
Hasta el 3 de julio fue velado en la residencia de Olivos con el acceso limitado a parientes, amigos, ministros, diplomáticos, la jerarquía de la Iglesia, mandos militares y políticos, ese día los restos se trasladan hasta el Congreso donde una multitud se congregó para darle una sentida despedida.
La muchedumbre esperó a que se abrieran las puertas del Congreso para rendirle su homenaje, ni la lluvia que se descargó sobre la interminable cola amilanó a los presentes, se produjeron varios desmayos que fueron atendidos por personal especializado, a pesar de las tensiones entre los distintos grupos internos toda sucedió en perfecto orden.
Incluso los dirigentes Montoneros rindieron su homenaje al líder, el jueves 4 se decidió cerrar las puertas quedando miles de personas sin poder rendir su homenaje, a las 18:15 varios políticos pronuncian discursos, el dirigente radical Ricardo Balbín señaló: “Este viejo adversario despide a un amigo”.
El ataúd fue sellado y trasladado lentamente a Olivos, donde una multitud colmó las calles para dar muestras de respeto a lo largo del trayecto, por sobre todas las cosas quedaba evidenciado el agradecimiento del pueblo trabajador hacia quién se había preocupado de manera primordial por incrementar sus derechos.
Desde Cuba llegó la palabra emocionada de Fidel Castro quién dijo: “Tuve una terrible sensación de abatimiento y tristeza. Surgió en mi memoria la ruptura del bloqueo a Cuba… Perón siempre será recordado aquí como un patriota latinoamericano y un amigo de Cuba y de su Pueblo”(5)
Luego de la muerte de Perón, se intensificó la violencia de la denominada triple AAA grupo parapolicial comandado por José López Rega, esa organización siniestra ya había aparecido con actos esporádicos como el asesinado del Padre Mugica, pero ahora lo hacía de manera sistemática dejando tras de si una ola de horrendos crímenes.
La triple A dio publicidad una lista donde amenazaba de muerte a políticos, sindicalistas y artistas, pero no tardó en pasar de las amenazas a la acción, el 31 de julio era asesinado el diputado Rodolfo Ortega Peña, autor de obras de significativa importancia de revisionismo histórico junto a Eduardo Luis Duhalde, y así sucesivamente se produjeron una serie de asesinatos como el del hermano de ex presidente Frondizi, Silvio, profesor universitario de ideas marxistas que había sido candidato a senador en las elecciones de marzo de 1973 del Frente de Izquierda Popular, también cayeron bajo las balas de la ultraderecha Julio Troxler ex subjefe de policía, y uno de los sobrevivientes de la masacre del basural de José León Suarez en 1956, y Atilio López, sindicalista ejemplar y ex vicegobernador de Córdoba.
El ERP en tanto continuaba con ataques a unidades militares y estaba próximo a abrir un frente de batalla en la provincia de Tucumán, el 4 de septiembre Firmenich y otros miembros de Montoneros dan a conocer los detalles del secuestro y muerte de Aramburu, el gobierno clausuró la revista donde había aparecido el relato y Montoneros anunció su paso a la clandestinidad y el reinicio de las acciones militares.
Luego de esa decisión, la primera acción de Montoneros que adquirió una enorme repercusión fue el secuestro de los hermanos Born directivos de la empresa comercializadora de granos Bunge y Born, el rescate ascendió a 50 millones de dólares. Otro suceso que conmocionó a la sociedad fue el secuestro del ataúd donde se encontraban los restos de Aramburu, indicaban que los retornarían cuando el cuerpo de Eva Perón fuera regresado a la Argentina.
López Rega fue el encargado de retornar al cuerpo de Eva y los Montoneros cumplieron con su palabra regresando el cuerpo de Aramburu.
Producido el golpe de estado de 1976 el gobierno entregó el cuerpo de Eva a sus hermanas siendo enterrada en la bóveda familiar del cementerio de la Recoleta, en tanto el cuerpo de Perón fue depositado en la bóveda en la tumba de su madre y su abuelo en el cementerio de la Chacarita.
Héctor Cámpora, sus hijos y Juan Manuel Abal Medina se refugiaron en la embajada de México ni bien producido el golpe de estado, la dictadura lo mantuvo en ese lugar hasta noviembre de 1979, muriendo en diciembre de 1980 víctima de un cáncer, Abal Medina recién pudo partir al exilio en julio de 1982, con él la dictadura había producido el récord porque nunca un exiliado había permanecido tanto tiempo en una embajada en su propio país.
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(1) Norberto Galasso, Perón. Exilio , resistencia, retorno y muerte. Tomo II Colihue 2011 Pag. 1318 y 1319
(2) Idem Pag. 1320
(3) Idem Pag. 1332
(4) Idem
(5) Idem Pag. 1334