El Forjista
Ronald Richter había nacido en la región de Austria que más tarde pasó a formar parte de Checoslovaquia, obtuvo un título en ciencias naturales en Praga, durante la Segunda Guerra Mundial trabajó para mejorar los diseños de los aviones de alta velocidad de la Luftwaffe, esto lo puso en contacto con Kurt Tank un experto en aerodinámica.
Cuando estaba por finalizar la guerra Richter tuvo problemas con la Gestapo porque sospechaba que era agente británico, Tank en tanto fue uno de los científicos que pudo escaparse y viajar a la Argentina instalándose en Córdoba, donde comenzó a trabajar en la Fábrica Militar de Aviones.
Mientras muchos veían con buenos ojos que las potencias europeas, los Estados Unidos o la URSS se lanzaran a contratar técnicos y científicos alemanes, se cuestionaba duramente cuando lo hacía nuestro país. Kurt Tank trabajó en la Fábrica de Aviones junto a otros 62 refugiados para el desarrollo de los aviones a reacción.
Por sugerencia de Tank, un funcionario argentino contactó a Richter que se encontraba en París y lo invitó a radicarse en el país para desarrollar un proyecto de energía nuclear, tenía 39 años cuando llegó a la Argentina, el 26 de agosto de 1948, ocho días más tarde se entrevistó con Perón.
Richter comenzó su trabajo en Córdoba, pero solicitó tener su propio laboratorio, por eso el 21 de julio de 1949 se adoptó la decisión de construir un nuevo centro de investigación en la Isla Huemul en Bariloche.
En mayo de 1950 se crea la Comisión Nacional de Energía Atómica, el presidente en un principio lo dejó actuar libremente, incluso el 24 de marzo de 1951 se anunció que de acuerdo a los informes de Richter, Argentina había logrado producir energía atómica.
Sin embargo, a comienzos de 1952 las promesas efectuadas por Richter seguían sin cumplirse por lo que Perón exigió que su trabajo fuera auditado, luego de varias investigaciones llevadas a cabo por investigadores argentinos se descubrió que el proyecto no era serio por lo que el gobierno cerró las instalaciones el 22 de noviembre de 1952.
Pero unos años después con el impulso del ingeniero José Antonio Balseiro nuestro país se convirtió en un pionero del desarrollo pacífico de energía atómica.
Balseiro era doctor en Física, en 1952 estaba realizando investigaciones en la Universidad de Manchester cuando fue llamado por el gobierno argentino para realizar un control sobre lo que estaba realizando Richter.
Balseiro se queda en el país y es designado jefe del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, en 1954 comienza a trabajar en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNA).
En abril de 1955 por un convenio entre la CNA y la Universidad Nacional de Cuyo para crear el Instituto de Física de Bariloche en lo que fueron las instalaciones de la Isla Huemul, al morir en 1962 el instituto es bautizado con su nombre.
Aunque Luna se apresura a señalar que Perón hizo un papelón con el proyecto, fue la inciativa de un gobierno preocupado por el desarrollo nacional el que posibilitó que en energía nuclear alcanzara los niveles que actualmente mantiene.
También debe destacarse que el desarrollo de la energía nuclear fue uno de los escasos asuntos que fue asumido como política de estado y por eso no fue destruida por quienes sucedieron al peronismo.
Otro proyecto de gran importancia fue el de la instalación de la fábrica de acero SOMISA en San Nicolás, para eso debió sortear varios impedimentos que le presentaba el gobierno de los Estados Unidos para obtener un préstamo de 77 millones de dólares para financiar la planta, debió intervenir Milton Eisenhower el hermano del presidente estadounidense y el embajador de ese país en la Argentina para desbloquear el préstamo.
En Córdoba mediante la empresa estatal IAME dependiente del Ministerio de Aeronáutica se inicia el desarrollo de la industria automotriz con más de 1500 operarios que a partir de 1952 fabrica el Sedan Graciela con un motor fabricado en Alemania oriental, el automóvil deportivo Justicialista, la camioneta Rastrojero, los tractores Pampa y las motocicletas Puma.
También se instala la empresa norteamericana Kaiser que se asocia con IAME para construir jeeps y automóviles, tiempo después se radicó FIAT, empresa que también estableció una sociedad con IAME, además se radica la alemana Mercedez Benz que realiza un acuerdo con el empresario peronista Jorge Antonio.
En 1950 Jorge Antonio viajó a Franckfurt para ofrecer a Mercedez Benz facilidades para radicarse en el país, los alemanes prometieron construir una fábrica de camiones, mientras tanto se comprometieron a exportar 500 omnibus y un auto que se comenzó a utilizar en Buenos Aires como taxi.
Con el empresario estadounidense Henry J. Kaiser se entabló una negociación cuando este visitó Buenos Aires en agosto de 1954, el empresario aceptó luego de una larga negociación instalar la empresa Industrias Kaiser Argentina IKA, aportaría maquinarias, matrices y equipos que se traerían de los Estados Unidos, el Estado Nacional aportaría parte de capital.
En septiembre de 1954 comenzó a funcionar en Campana la empresa Dálmine Safta que luego pasó a llamarse Dálmine Siderca una fábrica de tubos de acero sin costura que habrían de servir para la extracción de petróleo. La monumental obra del Gasoducto Comodoro Rivadavia- Buenos Aires debió realizarse con tubería importada, ahora la empresa de Campana comenzaba a abastecer el mercado interno.
Existía en el gobierno una fuerte intención de desarrollar la industria, con el Estado como impulsor del desarrollo, pero con una importante participación privada, en ese sentido no había ningún tipo de prejuicios, que sí mostraban los opositores cuando acusaban al gobierno a veces de estatista y otras de ceder ante el capital privado.