El Forjista
La relación entre Néstor y Cristina es una historia de amor, pero también una sociedad política donde su potencia estaba en la complementación, surge la tentación de compararla con otra pareja como la de Juan Domingo Perón y Eva Duarte que también mostró una eficacia notable en la gestión de gobierno.
Ambas parejas perdieron tempranamente a uno o una de sus integrantes y sin duda eso afectó el funcionamiento de los gobiernos, pero aun así, en ambos casos ni Perón cuando perdió a Eva, ni Cristina cuando faltó Néstor erraron el rumbo, siguieron siendo fieles a ese pueblo que continuó confiando en sus respectivos gobiernos.
La ayuda social en el gobierno de Perón perdió parte de su fuerza con la muerte de Eva y al gobierno de Cristina le faltó esa cuota de pragmatismo que Néstor le aportaba.
Así reconoció Cristina en su libro esta situación: “Siempre sentíamos que éramos uno sólo, pero en verdad éramos dos personas separadas, con características propias y muy definidas cada una, que sin embargo se complementaban de manera casi perfecta. Después, tal vez a mí me faltó todo lo que me aportaba él y eso no me permitió ver ciertas cosas en la construcción política” (1)
Esas dos sociedades políticas fueron atacadas salvajemente por sus enemigos y tal vez en esa agresión constante se encuentre la explicación por la pérdida del socio más vinculado a los sentimientos como lo eran Eva y Néstor, la misma Cristina explicó que ella se había construido una especie de coraza para enfrentar las agresiones, en cambio a Néstor las calumnias le dolían.
Pero también hubo otra consideración, ambos, Eva y Néstor, asumieron la responsabilidad de reconocer los derechos de los más humildes en un caso, y la de sacar al país de la crisis en la que la habían sumido, en el otro, y en esas tareas entregaron todo su aliento, sólo la muerte los pudo detener.
Cuando Néstor dijo que no pensaba dejar sus convicciones en la puerta de la casa de gobierno, tuvo una garante de esa afirmación que fue su esposa, porque precisamente la condición más destacable en Cristina es la fortaleza de sus convicciones, que no pudieron doblegar ni los ataques más furibundos de sus poderosos adversarios, por eso nunca sus seguidores se sintieron defraudados, retirándose en su segundo mandato ante una Plaza de Mayo colmada en lo que fue un inmenso acto de agradecimiento y reconocimiento.
Desde que se conocieron nunca se separaron, trabajaron en el Ministerio de Economía de la provincia de Buenos Aires donde Cristina había ingresado en 1972, cuando decidieron casarse su suegra le consiguió un trabajo a Néstor y lograron estar en la misma oficina. Cuando abrieron el estudio jurídico en Río Gallegos almorzaban y cenaban juntos.
Néstor Kirchner nunca disimuló su amor y admiración por su esposa, en un acto desarrollado en el estadio de Ferrocarril Oeste el 11 de marzo de 2010 dijo: “Se me caen las lágrimas no sólo porque la amo sino porque la admiro… Me siento orgulloso de la compañera que tengo”. (2)
Rescatando siempre su coraje: “nuestra presidenta tomó la bandera y ellos sabían que iba a ser así por eso la atacaron desde el primer día, pero ahí estuvo Cristina coraje, poniendo lo que tiene que poner cada día, levantándose a la mañana para tomar como corresponde ese rol de conductora de los argentinos que tiene, soportando muchas veces el agravio y la ingratitud de aquellos que mejoraron muchísimo con el modelo, salió a decir que el sueño de ella, el sueño de la generación de muchos que hoy no están, que la acompañaron a ella, era construir una Patria con justicia, con dignidad, con inclusión, con alegría, con posibilidad que vuelva a ser una realidad”.
Nunca ocultó el orgullo que sentía por su esposa, cuando ella era presidenta y debía participar en algún acto si podía él estaba presente, de lo contrario la seguía atentamente por televisión, si había alguien cerca, escuchaba que de sus labios se escapaba un elogio.
Se complementaban perfectamente, cuando uno se irritaba, el otro trataba de mantenerse calmo, uno era el principal asesor cuando el otro gobernaba.
Cuenta el periodista Daniel Míguez lo siguiente sobre el día de la asunción de Cristina: “Me llevó hacia un salón donde estaba su esposa, entreabrió la puerta pispeando si podía pasar y luego me hizo un gesto para que entrara. Comprendí que ese hombre estaba inmensamente feliz y orgulloso porque la mujer que amaba y admiraba era ahora presidenta de la Nación” (3)
Sandra Russo por su parte explica: “Su matrimonio con Néstor significó bastante más que un casamiento. Fue también la fundación de una sociedad política de una lealtad inalterada durante más de tres décadas. Por eso debe ser también que Cristina nunca sintió que su apellido de casada fuera un signo de sometimiento, aunque sí de pertenencia. Pero no de pertenencia a un hombre, sino a lo que ella misma, junto con ese hombre, construyó”.(4)
En 1989 Cristina fue elegida diputada provincial era la primera vez que era electa para un cargo político sin embargo reconoció: “Yo nunca quise ser candidata. Nunca. Ni para presidenta ni para senadora ni para diputada provincial. Me tuvieron que convencer siempre. Ya éramos el Frente para la Victoria Santacruceña. Yo insistí en que teníamos que agregar ‘santacruceña’ quería ser más específica. Aquella vez, yo me negaba a ser candidata a diputada por el Frente para la Victoria. ‘No, no, van a decir que soy la mujer del intendente’ repetía, y me los quería sacar de encima. Todos se acordaron cuando poco tiempo después hubo una película de Isabel Sarli que se llamó ‘La mujer del intendente’ ¿a vos te parece? Como me gastaron…” (5)
Cada vez que fue legisladora se empapaba del tema que debía abordar, se nutría de abundante material que le permitiera sustentar su opinión.
Cristina reconoce que no podría haber criado a sus hijos sin la ayuda de su suegra María Ostoic y su cuñada Alicia Kirchner. Alicia por su parte señala que su madre fue fundamental para que ella y su hermano pudieran dedicarse a la política, las hijas de Alicia: Romina y Natalia se criaron como hermanas de Máximo en la casa de su abuela.
Cuando asumió su segunda presidencia fue muy significativo el abrazo emocionado que Cristina le dio a Alicia Kirchner que juraba como ministra de Desarrollo Social, apoyó la cabeza en el hombro de Alicia, fue ese el único momento en que lloró.
Meses después de la muerte de su esposo, Cristina no pudo contener sus lágrimas en un acto donde dijo: “nos amábamos, compartíamos una misma forma de mirar el mundo”(6)
La madre de Cristina explicó en la película de Paula Luque que “se encontró con una persona igual a ella en inteligencia que se llevaban bien y por eso se enamoró de él. Y ella estaba en lo que le gustaba, era militante como ella entonces hablaban el mismo idioma, la misma política, el mismo amor a lo mismo”
Ella era la que le escribía los discursos a Néstor desde aquel 10 de diciembre de 1991 cuando asumió como gobernador, con ella sentada en la primera banca de diputada provincial, hasta el 25 de mayo de 2003 cuando juró como presidente y ella lo miraba desde su banca de senadora, el último que escribió fue el del 1° de marzo de 2007 que dio ante la Asamblea Legislativa.
La relación no estaba exenta de discusiones políticas una de ellas fue en el 2002 cuando Duhalde le ofreció la Jefatura de Gabinete, Alberto Fernández estaba de acuerdo con aceptar porque le iba a servir de vidriera, Cristina no, incluso amenazó con volverse a Santa Cruz si él aceptaba, Néstor fue a la Casa Rosada, luego de reunirse con el presidente la llamó por teléfono y le dijo : “Mirá, no tuve más remedio que aceptar” para agregar después del silencio de Cristina: “Mentira, gorda, es una broma” (7)
Otra discusión fue cuando realizó la alianza con Duhalde para enfrentar a Menem, Cristina estaba en contra, en cambio su esposo la consideraba que era necesaria para tener posibilidades de triunfo, Kirchner incluso habló con Máximo para que convenciera a su madre que aceptara esa alianza, al final logró persuadirla.
Dice Cristina en su libro: “Nos cuidábamos como se cuidan mutuamente los que se quieren de verdad; siento que mi vida comenzó verdaderamente cuando empecé a salir con él” (8)
Y más adelante acota: “Además de haber sido mi pareja y el padre de mis hijos, Néstor fue mi mejor amigo” (9)
José Pablo Feinmann nos dice en pocas palabras algo muy atinado relacionado con los ataques que Cristina recibió durante sus gobiernos: “Una mujer inteligente es un espectáculo intolerable para los mediocres, sean hombres o mujeres”. (10)
Y este escritor y filósofo que no aceptó ningún cargo en los gobiernos kirchneristas a pesar que se lo ofrecieron, expresó con elocuencia lo siguiente: “Y eso señores, que las tentaciones fueron grandes y nobles. Venían de un gobierno que me gustaba. Que sigo apoyando. Sobre todo porque tiene a su frente (sépanlo: es lo que pienso) al Presidente de la República más brillante, más lúcido, más veloz y de mejor formación política que tuvo este país… un presidente que es una presidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Una mujer de excepcional formación política, inteligente y, para colmo y desdicha de muchos miserables que quisieran verla tan horrible como una bruja ‘montonera’, es bonita y femenina. Frente a ella, una galería de tontos y de impresentables, todos fascistas. El Tea Party argentino”(11)