El Forjista
Néstor Kirchner fue el que sacó a la Argentina de una situación que él mismo asoció con el infierno, nuestro país venía prácticamente de una caída que no parecía tener fin desde 1955, si bien existieron breves lapsos en los que parecía que se encaminaría hacia una salida satisfactoria, siempre había alguna razón que lo impedía, en 1973 y luego en 1983, dos momentos de regreso a la senda democrática luego de criminales dictaduras fueron las que generaron más expectativas, pero luego distintas circunstancias se encargaron de frustrar esas esperanzas, pero siempre esos fracasos estuvieron relacionados con el accionar disolvente de la oligarquía, esa minoría que a lo largo de la historia fue tomando diferentes formas pero que siempre adoptó el liberalismo como doctrina y la máxima “nosotros o el caos”.
En este capítulo intentaremos mostrar su personalidad, en particular su forma de actuar en distintos momentos de su vida, anécdotas, reacciones, gustos y rechazos, con la idea de exponer a un Kirchner auténtico muy alejado de la imagen casi monstruosa que quisieron construir los medios de comunicación que pasaron de ser la expresión de esa oligarquía a integrarla como uno de los sectores de mayor poder, mediante un mecanismo de constante difamación al que siempre recurrieron cada vez que un gobierno popular intentaba cumplir con el mandato otorgado por sus votantes.
El 19 de octubre de 2004 el avión Tango 01 tuvo un desperfecto que provocó un incendio y un aterrizaje forzoso en el aeropuerto de El Palomar, el viaje era desde el Aeroparque hasta Paraná, Kirchner relató el incidente de la siguiente manera: “Apenas salimos, el avión estaba recién a unos 100 metros de altura, y empezamos a escuchar unas explosiones y ver fuego en la turbina. Cada vez que se escuchaban unos ruidos, como martillazos en el motor, el avión se desestabilizaba. Menos mal que Sergio (el piloto) levantó rápido el tren de aterrizaje, porque si no hubiera sido más difícil mantenerlo estabilizado. Vamos a investigar muy bien lo que pasó”.(1)
El piloto era Sergio Velázquez que terminó aterrizando en El Palomar sin consecuencias para los pasajeros ni la tripulación, según cuentan los testigos, durante todo el incidente que llegó a adquirir momentos de angustia, el presidente no paró de hacer bromas, cuando un ministro gritó “Néstor, nos matamos”, su respuesta fue “Te matarás vos, yo no me mato nada”.
Sin embargo, Kirchner sentía algo de temor cuando viajaba en avión, tenía la cábala de ser el primero en subirse y el último en bajarse, y siempre quería saber el estado del tiempo durante el viaje.
Pero no fue el único susto aéreo que debió atravesar, tuvo dos descensos forzosos en helicóptero, uno en Jujuy y otro en La Rioja, Cristina atravesó por circunstancias similares, una salida de pista en el aeropuerto de Santa Fe y otro viajando a Montevideo cuando la cabina se llenó de humo por un inconveniente en el aire acondicionado.
El 1° de agosto de 2003 muchos habitantes de Maimará, Jujuy, se habían reunido para despedir al presidente, el helicóptero levantó vuelo pero comenzaron a preocuparse cuando vieron que no avanzaba, de pronto lo vieron descender rápidamente, varios corrieron y observaron al helicóptero ladeado sobre el lecho de un río seco, entre quienes viajaban estaba el ex presidente Duhalde, el gobernador de Salta Juan Carlos Romero, el diputado Eduardo Camaño y Daniel Muñoz secretario privado del presidente, Kirchner fue el primero en bajar y todo se distendió.
El 16 de noviembre de 2008 se enojó mucho cuando la que estuvo en riesgo fue su esposa, en un vuelo a Washington la presidenta debió pasar 25 minutos con mucha turbulencia por atravesar una tormenta que provocó fuertes sacudones con platos y cubiertos que caían al suelo y se derramaban los líquidos, con varios descompuestos y dos periodistas desmayados que debieron ser atendidos por el médico de la presidencia.
Era un animal político al que le costaba apartarse de su actividad cotidiana, por eso no estaba entre sus prioridades tomarse vacaciones, le alcanzaba con pasar algunos días en su casa en El Calafate cuando pudieron construir la casa en esa ciudad.
Sus vacaciones eran regularmente en Pinamar donde alquilaban una casa, pero permanecía el mayor tiempo a la sombra leyendo, el ocio lo aburría, un verano alquilaron una quinta en Beccar con la idea de quedarse dos semanas, pero a los diez días decidió darlas por terminadas, la familia realizó dos viajes a Orlando para que los hijos visitaran los Parques de Disney
Era muy estricto cuando se trataba de trabajo, podía agotar a sus colaboradores con sus requerimientos, pero él no se quedaba atrás con sus responsabilidades y él mismo se exigía, tanto él como Cristina imponían un ritmo de trabajo difícil de seguir, les quedaba poco tiempo libre para asuntos personales, algunos no lo podían aguantar y renunciaban.
Sus funcionarios recibían frecuentes llamadas en la madrugada y solía retarlos cuando algo no funcionaba como consideraba correcto.
El 3 de julio de 2004 cuando la comitiva presidencial regresaba de un viaje a China hicieron una escala en Papeete en la Polinesia, cuando Kirchner advirtió que había ministros y gobernadores en la pileta del hotel mandó a su secretario a advertirles que habían ido a trabajar.
Según su hija Florencia Kirchner nunca se permitió distraerse, era un obsesivo con los temas que le preocupaban y no los abandonaba hasta verlos resueltos o llegar a la conclusión que no tenía una solución inmediata, Cristina en cambio era propensa a dispersarse en otras actividades, podría llegar a su casa y atender la cuestiones del hogar y los hijos, en cambio su esposo continuaba enchufado con los temas de la función, todo lo que lo distrajera en la búsqueda de la solución podía ser una molestia.
Cuando asumió la presidencia se levantaba a las seis de la mañana como era su costumbre, desayunaba liviano mientras leía los diarios y las síntesis de prensa, pero tenía la costumbre de ver los diarios enteros, daba algunas vueltas por los senderos de la quinta de Olivos con Cristina o caminaba en la cinta por media hora, mientras hacía llamados por teléfono, a las 8 estaba en el despacho en la Casa Rosada, al llegar le servían un té y acostumbraba hablar de futbol con los mozos.
Muchos de los funcionarios que lo acompañaron también fueron sus amigos como Carlos Zannini, Héctor Icazuriaga, Julio De Vido, José Salvini y Dante Dovena, a otros como Carlos “Cuto” Moreno y Carlos Kunkel los conoció en La Plata cuando estudiaba, con Oscar Parrilli se relacionó un poco después.
También forjó lazos de amistad con aquellos mandatarios de países de América Latina con los cuales tenía una afinidad política como Lula, Chávez, Evo y Correa.
Uno de los ministros que despidió fue Gustavo Béliz, que fue a trabajar al Banco Interamericano de Desarrollo, desde esa entidad lo consultaron al presidente si tenía algún inconveniente por esa contratación, su respuesta fue que ninguna, cuando un ministro le preguntó porque no había dicho lo contrario su respuesta fue: “¡Vos estás loco? ¡Cómo le voy a frenar la posibilidad de un trabajo! (2)
Despreciaba la formalidad y el ceremonial, desde el día en que asumió y se zambulló en la multitud, con la consecuencia de un choque con la cámara de un fotógrafo que lo obligó a llevar un parche en su frente, mostró que no estaba dispuesto a someterse a las costumbres que consideraba vetustas, ese mismo día hizo piruetas con el bastón que le entregó Duhalde
Se hicieron famosos sus mocasines y trajes cruzados que no estaban a la moda y utilizaba la birome más barata para firmar documentos importantes.
Durante la campaña su responsable de prensa le recomendó ser más atildado con su vestimenta, así le respondió: “No rompas las bolas con la ropa ¿Quién te crees que sos? ¿Cristina?”(3)
Cuando ganó la presidencia, su esposa le regaló una hermosa y cara lapicera de marca reconocida, acorde a lo que debería ser la lapicera de un presidente, pero no hubo caso con Kirchner, Cristina lo contó así: “¿Vos podés creer que le regalo esta belleza y el animal anda por ahí firmando con su Bic?” (4) Néstor no se desprendió de su Bic a lo largo de la presidencia.
En una oportunidad contó que lo retaban todos los días y que a Cristina hacía tiempo que no le hacía caso cuando lo criticaba porque andaba con mocasines y el saco abierto, a continuación agregó “yo siempre fui así, es mi forma de ser, hace pocos días le dije a uno, es verdad, algunos comentaristas muy serios que hay dicen este presidente que va con mocasines o este presidente del saco abierto, o este presidente que llega tarde y no cumple los horarios, puedo ser desprolijo en algunas cosas, pero soy muy prolijito para manejar los dineros del pueblo”.
En noviembre de 2003 llegaron al país los reyes de España Juan Carlos y Sofía, visitaron el Glaciar Perito Moreno en El Calafate, allí fueron recibidos por Kirchner y su esposa, hubo un paseo en catamarán y luego por la costa del Lago Argentino, en un momento se dirigió al rey con un “Che majestad”, en la cena realizada un día después le confesó que le costaba tratarlo de majestad, a lo que el rey respondió que lo llamara Juanito, Néstor sonrió y se abrazaron lo que fue patentizado en una foto.
Se negaba a concurrir al Teatro Colón, cuando hubo una gala en 2006 por la llegada de Beatriz la reina de Holanda acompañada de su hijo Guillermo de Orange y su esposa la argentina Máxima Zorreguieta hubo una recepción en la Cancillería y como retribución el gobierno holandés alquiló el Colón, pero el presidente no concurrió.
Cristina le rogó y él le contestaba: “Al Colón no voy a ir, no se los voy a pisar” ante un nuevo ruego: “No pienso ir ni loco al teatro de la oligarquía argentina, no se los voy a pisar, no les voy a dar el gusto”. (5)
No compartía con Cristina su gusto por el arte, ella disfrutaba de la ópera, el ballet, la pintura, también del rock nacional y era una ferviente admiradora de Silvio Rodríguez.
En cambio, él prefería el folklore de Mercedes Sosa, Soledad y tenía un especial afecto por Víctor Heredia, pero sus idolatrías estaban centralizadas en el Racing Club y Diego Maradona.
Al poco de asumir quiso conocer a Víctor Heredia, lo invitó a la Casa Rosada y le hizo firmar algunos CD, el músico le preguntó por la situación del país y la respuesta fue: “No tengo el apoyo de las Fuerzas Armadas, no tengo el apoyo de la Iglesia, no tengo el apoyo de los partidos políticos, no tengo el apoyo de los sindicatos…”
Y después siguió: “Sólo tengo esto, el 22 % de los votos de la gente. Y tengo la voluntad para modificar esta realidad”.
Y concluyó: “¿Sabés lo que espero? Que cuando deje de ser presidente pueda salir por la puerta de adelante de la Casa Rosada y la gente diga “Gracias, Néstor”” (6)
El 4 de marzo de 2005 Luis Alberto Spinetta tocó en el Salón Blanco de la Casa de gobierno, cuando el músico pasó a saludar al presidente, lo acompañaron su madre Julia y su hija Catarina, Spinetta le dijo: “Presidente, lo veo muy valiente y muy romántico, pero no un romántico victoriano, inoperante, sino un romántico impulsivo” (7)
Antes que tocara Spinetta recibió de manos de Alberto Fernández una estatuilla de regalo, el músico la levantó y dijo “Esto no es un Oscar …, es un Néstor” después comentó que ser recibido por el presidente fue una experiencia cálida e inolvidable.
Sobre el gobierno de Kirchner el músico expresó: “Es una oportunidad para encaminarnos a hacer algo más luminoso, creo que lo merecemos y pronto lo lograremos, por lo menos tengo esa fe”. (8)
Un año y medio después, Spinetta hizo suya la causa de la seguridad vial y el apoyo a las víctimas, por los chicos que habían perdido su vida en el accidente del 8 de octubre de 2006 que eran alumnos del colegio Ecos que viajaban a Chaco en una acción solidaria, la hija de Spinetta, Vera, concurría a ese colegio, el ministro de Educación, Daniel Filmus, propuso instituir el 8 de octubre como el día del estudiante solidario. León Gieco se sumó a esa causa y junto a Luis Alberto compusieron una canción que titularon “8 de octubre”.
Charly García participó del ciclo Música en el Salón Blanco el 3 de junio de 2005, antes de cada recital que se realizaba el último viernes de cada mes y que se transmitía por la TV Pública los músicos pasaban a saludar al presidente, Kirchner lo abrazó con afecto y lo invitó a sentarse en el sillón presidencial para sacarse una foto y él se paró detrás del músico, se despidieron con un afectuoso abrazo.
Kirchner y Diego Maradona se vieron por primera vez personalmente en la Casa Rosada el 12 de agosto de 2004, Diego fue el que tuvo la iniciativa y el pedido de la entrevista se realizó a través de su médico Alfredo Cahe, que se contactó con Aníbal Fernández, Diego había estado internado en una clínica en Ituzaingó, la reunión duró 20 minutos, le contó que quería recuperarse en Cuba ya que Fidel lo había llamado varias veces y lo había invitado.
Diego le dijo: “Presidente, lo veo con huevos para cambiar las cosas. Fidel Castro me había hablado bien de usted. En Cuba se habla mucho del presidente de los argentinos” (9)
Finalmente la Justicia le permitió salir del país y Diego pasó un largo tiempo en Cuba, en octubre de 2008 fue designado director técnico de la selección, en agosto de 2009 apoyó el Futbol para Todos y en julio de 2010 fue despedido de la selección.
Se volvieron a reunir el 17 de septiembre de 2010 en la quinta de Olivos, Diego pidió verlo para interiorizarse por su estado de salud porque el sábado anterior a la noche el expresidente había sido operado en el sanatorio Los Arcos por una obstrucción coronaria.
Maradona también estuvo en el funeral de Kirchner y dijo: “Se fue un gladiador. No tuve una gran amistad con él, pero en el poco contacto que tuve me pareció que luchaba por sus ideales, que se la jugó por sus ideales. Tenía muchas cosas del Che Guevara”. (10)
La principal distracción de Kirchner era el futbol tanto como jugador como espectador, siendo presidente en la quinta de Olivos se organizaban partidos los días viernes con funcionarios y amigos.
Heredó el fanatismo por Racing de su padre y se lo transmitió a Máximo, cuando fue presidente no iba a la cancha, pero nunca se perdió un partido de su equipo por televisión, la mayoría de las veces en compañía de su hijo.
Sandra Russo comentó en su libro “La Presidenta” que en mayo de 2004 recibió un llamado de Néstor Kirchner a raíz de una nota donde deslizaba una crítica hacia él, lo que le dijo por teléfono fue: “Estoy acostumbrado a las mujeres inteligentes. Imaginate con Cristina al lado…” para después agregar “Te llamaba para decirte que leí la nota, y creo que tenés razón. Me equivoqué” (11)
Daniel Míguez es uno de los periodistas que más siguió la carrera política de Kirchner afirma que una de las cualidades de Kirchner era la determinación y el humor. Cuando algo se le ponía en la cabeza era insistente y si debía resignarse sólo lo hacía cuando estaba convencido de haber realizado todo lo que estaba a su alcance.
Era muy gracioso y tenía continuas salidas cargadas de ironía, en medio de una charla podía intercalar una imitación de Perón diciendo “compañeros” o de Nelson Castro hablando de la república. También se podía enojar, pero sabía perdonar, era cálido y sensible con un equilibrio entre la pasión y la razón.
Francisco Mansilla era un amigo de Kirchner desde la infancia tenía un taller mecánico en Río Gallegos ahí se realizó el asado el sábado anterior a la elección ganada en 1987 por la intendencia y por eso se convirtió en cábala, cada vez que había una elección previamente se realizaba un asado en el taller.
Mario Wainfeld otro periodista que lo conoció bastante comenta que las conversaciones con Kirchner prácticamente no tenían diferencias entre aquellas realizadas off de récord con las que se efectuaban para ser publicadas, según el periodista era un hombre que no parecía tener dos caras.
Dice Cristina en su libro: “… yo siempre fui más clasemediera que él. Néstor era un tipo sin ningún tipo de apego a la moda o a los bienes y costumbres que dieran estatus. Le gustaba lo popular de corazón”. (12)
En junio de 2006 Kirchner le envió un mail a José Pablo Feinmann que terminaba diciendo: “Por último, quiero decirte que no hay nada más lindo que comerse unos fideos con la vieja el domingo y por la tarde gritar un gol de Racing, por lo menos, para este humilde argentino” (13)