El Forjista
El 30 de diciembre de 2004 se produjo una enorme tragedia en la sala República de Cromañón, en el barrio porteño de Once, cuando se estaba desarrollando un recital del grupo Callejeros, el lanzamiento de bengalas en el local prendió fuego una media sombra de espuma de poliuretano que se encontraba en el techo, provocando la asfixia de varios de los concurrentes por inhalación de monóxido de carbono, 194 personas perdieron la vida ese día, la mayoría jóvenes y 1400 resultaron heridos.
El local estaba abarrotado con 4500 personas, más de la capacidad permitida y una de las salidas de emergencia estaba cerrada con candado, circunstancias que agravaron las consecuencias de la tragedia.
La oligarquía a través de uno de sus voceros, Joaquín Morales Solá vio la oportunidad de atacar el gobierno nacional y escribió en el diario La Nación: “Dicen que Kirchner estuvo pegado al teléfono en Santa Cruz, hablando con funcionarios nacionales, y que llegó, incluso, a pedir personalmente a un ministro de la Corte que se agilizara la entrega de cadáveres en la morgue. Es posible que haya sido así. Pero se trata de otra ausencia: Kirchner, que es ahora casi el único referente de la sociedad argentina, no estuvo al lado de las víctimas. Como sucede en cualquier país civilizado del mundo, la presencia física de la más alta figura institucional de la Nación obra también como un bálsamo emocional para los que atraviesan el dolor. No es un deber constitucional ni político, pero es -debería ser- un compromiso personal y social.”
Kirchner le contestó desde la Casa Rosada sin mencionarlo: “Estoy realmente asombrado de la actuación de cierto periodismo amarillo en la Argentina. No les tengo miedo a sus plumas ni a sus lapiceras… Yo no iba a jugar con los restos de hermanas y hermanos que murieron masacrados en ese maldito boliche… La actitud de cierto periodismo en la Argentina es lamentable. No les basta con lo que hicieron en la década del noventa. No les basta con la defensa irrestricta de las políticas que nos llevaron durante el gobierno de la Alianza al desastre que llegamos, sino que ahora aún buscan de cualquier manera tratar, no sé si es la palabra, de jugar casi mediáticamente con el dolor de los argentinos. No todos, hay periodistas muy serios también, pero hay algunos que tienen la pluma amarilla y hay otros que la tienen llena de odio”.(1)
El periodista Mario Wainfeld señala que el presidente detectó inmediatamente el intento desestabilizador de la derecha, por eso el 5 de enero de 2005 le dijo al periodista: “Están usando el dolor de las víctimas para llevárselo puesto a Ibarra. Y después a mí” (2) Como veremos Morales Solá no era el único que veía una oportunidad política en los muertos de Cromañón.
Seguramente si Kirchner hubiese adquirido protagonismo durante la tragedia, esos mismos operadores lo hubiesen acusado de querer beneficiarse a costa de la muerte de compatriotas.
Se realizaron cuatro juicios para determinar las responsabilidades en esa terrible tragedia que algunos llegaron a calificar como masacre, la mayor pena fue para el gerenciador del local, Omar Chabán, condenado a 20 años en un principio, pero luego le fue reducida a 10 años y nueve meses, en tanto uno de sus cercanos colaboradores recibió una pena de 6 años.
También fueron condenados los integrantes y el manager de Callejeros que en una primera instancia fueron absueltos, pero luego se estableció que fueron co-organizadores del recital y por lo tanto se los consideró responsables de la tragedia con penas que fueron entre 5 y 7 años.
Fueron hallados culpables tres funcionarios de la ciudad encargados del contralor e inspección de espectáculos, tal el caso de Fabiana Fiszbin, Ana Fernández y Gustavo Torres con condenas que fueron entre 3 y medio y cuatro años.
Además, resultaron condenados el jefe de la División de Prevención de incendios de Bomberos, Alberto Corbellini, como también dos de sus subordinados por recibir coimas, como los empresarios que las pagaban para obtener el certificado habilitante de bomberos. Así mismo el inspector porteño Roberto Calderini por recibir coimas para habilitar el boliche.
También fue condenado el subcomisario Carlos Díaz de la comisaría que correspondía a la jurisdicción del local, a ocho años de prisión por los delitos de incendio culposo seguido de muerte y cohecho pasivo, por la falta de controles en Cromañón.
Chabán falleció el 17 de noviembre de 2014, en la actualidad el único detenido es el baterista de Callejeros, Eduardo Vázquez, pero por el asesinato de su esposa Wanda Tadei.
El partido Propuesta Republicana PRO liderado por Mauricio Macri vio una oportunidad para sacarse de encima al Jefe de Gobierno Aníbal Ibarra que lo había derrotado electoralmente en el 2003 en el ballotage con la ayuda de Kirchner, fue la primera, pero no la única vez, que el PRO utilizará las tragedias para llegar al gobierno.
Kirchner consideraba a Aníbal Ibarra un aliado, su desplazamiento impulsado por el PRO fue un duro revés para el kirchnerismo en una ciudad que siempre le había dado la espalda al peronismo.
Ibarra fue destituido por juicio político el 7 de marzo de 2006, controlaba un bloque de pocos legisladores, lo que fue aprovechado por la oposición que logró un resultado de 10 votos a favor de desplazarlo, con 4 en contra y una abstención.
Los 10 votos logrados para su desplazamiento estaban constituidos por 4 del PRO, 2 de la ARI de Elisa Carrió que ya le empezaba a hacer favores a Macri, 2 de la izquierda, 1 radical y un justicialista
El justicialista era Helio Rebot que prontamente se pasó al PRO logrando una diputación por ese partido como premio por los favores realizados, una de las macristas que votó por la destitución fue Silvia Madjalani que integrará la nefasta Agencia Federal de Inteligencia AFI durante el macrismo que se dedicó a perseguir opositores.
El abogado de Aníbal Ibarra en el juicio político fue Julio César Strassera quién declaró una vez conocido el resultado de la votación que se había consumado un golpe institucional.
El 15 de agosto de 2007 la Justicia desvinculó a Ibarra de la causa Cromañón estaba imputado por incumplimiento de los deberes de funcionario público, los tres jueces de la Sala III de la Cámara de Casación Penal de la Nación consideraron que como jefe del gobierno, no podía atender las necesidades de todos los organismos bajo su órbita.
El ex jefe de gobierno destituido declaró: "Los jueces coincidieron con que yo no tenía nada que ver con la tragedia. Además, se confirmó que los legisladores alineados con Mauricio Macri y Jorge Telerman fueron por un lado y que la Justicia fue por otro. Existió un aprovechamiento político de la tragedia. Esto provocó un golpe institucional con objetivos políticos y económicos para vaciar las cuentas de la ciudad, al punto que hoy no tienen plata para pagar los sueldos"
Los sectores oligárquicos, ya sea a través de su versión partidaria con la alianza macrista o en su versión mediática con Clarín y La Nación, manejan un doble estándar ya sea que gobiernen ellos o se trate de un gobierno popular.
Cuando ocurre una tragedia como la de Cromañón y ellos se encuentran en la oposición intentan que la responsabilidad escale lo más alto posible, en este caso para derrocar al Jefe de Gobierno y esmerilar al gobierno nacional.
Pero en cambio si son ellos los que gobiernan, proceden a manipular el Poder Judicial para que la tragedia quede impune, o de no ser posible, que la responsabilidad recaiga en un funcionario de tercera o cuarta línea, así ocurrió cuando el PRO gobernaba la ciudad de Buenos Aires y ocurrieron graves sucesos como el derrumbe de un gimnasio de Villa Urquiza, el derrumbe en el boliche Beara, el incendio intencional de Iron Mountain, incendios en talleres clandestinos y las muertes en la fiesta electrónica Time Warp en Costa Salguero, en todos estos casos hubo fallecidos pero la prensa hizo un cómplice silencio sobre las irresponsabilidades macristas y la justicia no avanzó demasiado en determinar culpabilidades.
En cuanto a Cromañón el Poder Judicial actuó sin interferencias del Poder Ejecutivo, emitió sus veredictos y determinó las responsabilidades, en cuanto al juicio político debió ser emitido por los electores de la ciudad de Buenos Aires y no por un puñado de legisladores que se beneficiaron con el desplazamiento del Jefe de Gobierno.