El Forjista
En noviembre de 1868 Hernández se establece en Buenos Aires, le habían embargado la imprenta que tenía en Corrientes no obstante emprende un nuevo proyecto periodístico con el diario “El Río de la Plata” que aparece el 6 de agosto de 1869, que tiene una línea contraria al mistrismo y a la Guerra con el Paraguay.
Una de las propuestas que realiza en el periódico es la abolición del servicio de frontera situación injusta para el gauchaje que será uno de los temas principales del Martín Fierro, también reclama la elegibilidad por voto popular de los jueces de paz, los comandantes militares y consejeros escolares para terminar con la arbitrariedad que son habituales en esos funcionarios para padecimiento de los sectores más humildes, también se refiere a la injusta distribución de la tierra.
En una editorial del diario Río de La Plata del 1° de septiembre de 1869 comienza criticando a Rivadavia en el uso de la tierra como garantía de la deuda exterior, y a continuación expresa importantes definiciones sobre la tenencia y la concentración de la tierra:
“Nosotros negamos a los gobiernos el derecho de vender las tierras públicas, o de afectarlas a ninguna deuda, o hacer de ella un medio de crear recursos para las necesidades extraordinarias”
“Para nosotros, ese sistema consiste en la distribución de la tierra por pequeños lotes, como ya lo hemos manifestado. En subdividir la propiedad, lo más posible, reside el secreto de un mayor beneficio”
“Las grandes fortunas tienden sin embargo a irse agrandando cada vez más, y manteniendo la tierra por lo general, en la esterilidad y en el abandono. La avaricia de la posesión, no es esa la noble aspiración del trabajo inteligente y activo”
“No hay países más pobres y más atrasados, que aquellos donde la propiedad está repartida en unas cuantas clases privilegiadas”
“De esa desigualdad se originan los privilegios odiosos que imponen al pobre un pesado tributo. En sociedades organizadas bajo esa base, existe una verdadera esclavitud bajo el nombre de ‘pauperismo’”
“Por medio de la subdivisión de la tierra se atrae una población, cuyo espíritu emprendedor se excita en una lucha proficua y estimulante”
Pero proyecto del periódico El Río de la Plata no se pude mantener por mucho tiempo, concluyendo al poco tiempo en abril de 1870.
El 11 de abril de 1870 estalla en Entre Ríos un movimiento revolucionario liderado por López Jordán donde muere Urquiza, en Buenos Aires comienzan a ser vigilados los miembros de la oposición y en especial aquellos con simpatías por López Jordán, decide clausurar el diario, el 22 de abril escribe el último editorial donde dice: “No queremos asistir en la prensa al espectáculo de sangre que va a darse en la República… No hemos aprendido a cortejar en sus extravíos ni a los partidos, ni a los gobiernos, y antes de hacernos una violencia a que no se someta la independencia y rectitud de nuestro carácter, preferimos dejar de la mano la pluma que hemos consagrado exclusivamente al servicio de las legítimas conveniencias de la Patria. Dejamos de escribir el día en que no podemos servirla”
Después de la batalla de Santa Rosa que tuvo lugar en octubre de 1870 y donde López Jordán es derrotado, José Hernández le escribe al caudillo entrerriano: “Urquiza, era el Gobernador Tirano de Entre Ríos, pero era más que todo el Jefe Traidor del Gran Partido Federal, y su muerte mil veces merecida, es una justicia tremenda y ejemplar del partido otras tantas veces sacrificado y vendido por él. La reacción del partido, debía por lo tanto iniciarse por un acto de moral política, como era el justo castigo del Jefe Traidor”
Y le continuaba diciendo: “Opino pues que para no empequeñecer su movimiento debe Ud. tomar esa reacción como punto de mira política. ¡Hace diez años que Ud. es la esperanza de los pueblos, y hoy, postrados, abatidos, engrillados, miran en Ud. un salvador!”
El 28 de mayo de 1870 nace su cuarto hijo, una niña a la que llaman Margarita y en noviembre Hernández se incorpora al ejército de López Jordán participando en la batalla Don Cristóbal y luego en la Ñaembé con resultado adverso para las tropas federales, esta última sucedida el 26 de enero de 1871, quién conducía las tropas nacionales era Julio Argentino Roca que fuera después dos veces presidente.
Luego de Ñaembé los derrotados huyen a Brasil, tanto López Jordán como José Hernández se quedan en Santa Ana do Livramento entre abril de 1871 y principios de 1872, cuando López Jordán abandona la ciudad y se dirige a Río Grande, mientras que Hernández regresa al país con escalas en Paysandú y Montevideo.
El gobernador de Entre Ríos Leónidas Echagüe realiza una negociación con los jordanistas exiliados, estos le dicen que para eso es necesario que las tropas nacionales abandonen la provincia y poder designar un ministro de su confianza que es nada menos que Hernández, en la carta que le envían al gobernador le dicen: “Hay en el interior de la Provincia millares de nuestros amigos y compañeros de causa que verían en el Sr. Hernández el representante legítimo de sus opiniones políticas, que hallarían suficiente garantía en su presencia en el Ministerio y que no vacilarían, por lo tanto, en consagrarse a defender al Gobierno. Y con nosotros se hallan también centenares y distinguidos hijos de la heroica Corrientes que tienen por el candidato que proponíamos la misma confianza que nosotros abrigamos, la misma fe en su lealtad política, la energía e independencia de su carácter, y en la firmeza de sus convicciones”
La negociación no llega a buen puerto pues la candidatura de Hernandez no fue aceptada por Echagüe porque lo consideraba un candidato muy opositor al gobierno nacional y no sería aceptado, pidió otro candidato, pero los exiliados se negaron y de esa manera la negociación quedó rota.
En su exilio en Brasil ya Hernández comenzó a pensar y darle forma al Martín Fierro, al menos en su prodigiosa memoria, recordando varios versos sin necesidad de escribirlos, tenía en ese momento 37 años.
La epidemia de fiebre amarilla que ataca a la ciudad de Buenos Aires lo hace preocupar hondamente por la situación de su familia y regresa a la ciudad en 1872, instala a su familia en el Partido de San Martín mientras él se queda en el Hotel Argentino situado frente a la Plaza de Mayo ubicado en las calles Rivadavia y 25 de mayo donde actualmente se encuentra la Casa Central del Banco Nación, recibe ahí a familiares y amigos, es aquí donde escribirá la primera parte del Martín Fierro.