El Forjista
Frondizi - Guido - Illia
El 25 de febrero de 1958 la fórmula Frondizi-Gomez ganó las elecciones con el apoyo del peronismo, obtuvo 4.049.170, la de la UCRP con Balbin-Del Castillo 2.533.523. Hubo sectores del partido proscripto que continuaron votando en blanco que llegaron a los 800.000.
Si bien los sectores intervinientes negaban en público la existencia de un pacto, los servicios de inteligencia de las Fuerzas Armadas pudieron comprobar que había existido, por lo cual se decidieron a ejercer un férreo control sobre el presidente electo con la finalidad que no realizara nada que pudiera beneficiar al peronismo. Frondizi recibió un planteo tras otro ante cada decisión.
El 1° de mayo de 1958 asumió Frondizi y nombró a Rogelio Frigerio, Secretario de Relaciones Económico Sociales, constituyéndose en la persona más influyente en el entorno del presidente.
Frondizi realizó múltiples concesiones a los sectores del poder económico y las Fuerzas Armadas, paralelamente no cumplió con ninguna de las promesas del pacto con el peronismo. Una de las medidas fue renunciar al nacionalismo petrolero que había sido una de las banderas del frondizismo con la cual se había opuesto a la firma del contrato de Perón con la Standard Oil y que llegado a la presidencia proclamaba su predisposición a negociar con las multinacionales.
Ante las continuas capitulaciones de Frondizi, Jauretche no tardó en efectuar una autocrítica: “Fui culpable de la elección de Frondizi. Había que definirse: o seguía “la revolución libertadora” o seguía una línea popular. Lo malo fue que, luego, ya presidente, con Frigerio, nos traicionó…”.
Viendo el rumbo que tomaba el gobierno de Frondizi, Jauretche decidió renunciar a la revista Que, sin duda fue para él una gran desilusión por lo que optó por tomar distancia por unos días y decidió viajar a Europa. El día antes de partir Frondizi lo invitó a la residencia presidencial para despedirse, un mes antes habían tenido una reunión donde Jauretche trató de persuadirlo de desembarazarse de Frigerio. A lo que Frondizi respondió que nada ni nadie podía separarlo de Frigerio, promesa que sí cumplió.
En esa cena estaba presente Frigerio, el presidente intentó vanamente que ambos se reconciliaran, en el momento en que se sirvieron las ensaladas Jauretche le preguntó al presidente, si las páginas de su libro ”Política y Petróleo” donde Frondizi defendía el nacionalismo en materia petrolera, también las iba a comer con aceite y vinagre. Así de directo era, ante quién fuera.
A principios de junio de 1958 el matrimonio Jauretche se trasladó a Montevideo donde sus amigos del Partido Blanco le realizaron un agasajo, el 15 de ese mes la pareja partió hacia Europa.
Mientras tanto en Buenos Aires, Scalabrini Ortiz cuestionaba los contratos petroleros que alentaba el gobierno, y a continuación procedió a renunciar a la revista Qué.
Estando en Europa Jauretche recibió una noticia devastadora, su amigo Scalabrini Ortiz estaba afectado por un cáncer: “Cané me había escrito sobre la enfermedad de Raúl y estoy desolado, aunque ya me lo temía hace tiempo. Raúl es un capítulo de historia argentina y yo tengo mucho que agradecerle personalmente y en mi acción, pues a él le debemos las que nos sacaron de un antiimperialismo de charla, para ponernos en contacto con la realidad de nuestro colonialismo auténtico. Pero, aparte de los vínculos políticos e intelectuales, lo siento tan identificado con mi vida misma, que su ausencia me va a doler de una manera definitiva”.
La política frondizista no sólo consistía en la entrega del patrimonio nacional también tuvo un claro sentido antiobrero, varios gremios fueron militarizados luego de haber realizado paros, eso implicaba que los huelguistas eran encerrados en cuarteles y sometidos a un régimen militar.
Una huelga quedó marcada en la historia del movimiento obrero, fue la que se realizó en el Frigorífico Lisandro de la Torre que también implicó la toma del establecimiento, el gobierno apeló al Ejército para reprimir utilizando los tanques para derribar las puertas del frigorífico. Los trabajadores por su parte liberaron parte del ganado, el cual recorrió las calles del barrio de Mataderos para sorpresa de los vecinos. Perón por su parte salió a denunciar el pacto que se había mantenido en secreto y acusó al gobierno por incumplir sus compromisos.
El 30 de mayo de 1959 moría un gran patriota, Scalabrini Ortiz, al día siguiente en el entierro despide a su amigo con unas palabras muy sentidas que concluyen con la siguiente declaración: “Por eso hemos venido, más que a despedirte a decirte: ¡Gracias, Hermano!”.
En diciembre de 1959 apareció su libro “Política nacional y revisionismo histórico”, en tanto Frondizi reafirmó su claudicación designando en el Ministerio de Economía al representante de las grandes empresas y mentor del liberalismo salvaje, Alvaro Alsogaray. El nuevo ministro montó un show cotidiano adornado con cuadros y cifras con los cuales trataba de ocultar la realidad que consistía en saquear a los trabajadores para garantizar la ganancia de las multinacionales.
Ante la campaña de Alsogaray a favor del liberalismo y cuestionando lo que llamaba dirigismo, Jauretche escribió: “Los cipayos pretenden convertir este dilema, de dirección nacional o extranjera en la economía, en una falsa opción entre dirigismo y libre empresa. No es así. Siempre hay dirigismo, nacional o extranjero, y de quien aplique ese dirigismo, lo nacional o lo extranjero, surge la condición libre o colonial de un país”.
Hacia fines de 1959 y comienzos de 1960 Jauretche protagonizó una serie de polémicas con distintos personajes de la izquierda antiperonista. Silvio Frondizi era integrante de un grupo de izquierda llamado Praxis, hermano del presidente de la Nación y profesor de Derecho Político de la Universidad de La Plata, Jauretche se preguntaba con ironía como era posible que el izquierdista Silvio Frondizi no tuviera ningún impedimento para enseñar cuando había muchos profesores que no podían hacerlo por su ideología nacional, y respondía: “¡No indicará esta feliz circunstancia que la oligarquía teme más una posición “nacional burguesa” que una posición “socialista revolucionaria!”.
A los miembros de la izquierda gorila los bautizó como los “novios asépticos de la revolución”, explicando que “… le exigen certificado prenupcial porque en realidad, tienen vocación de solterones y ninguna les viene bien”.
Al trozkista Librorio Justo, hijo del General Justo, le señalaba que no tenía demasiadas diferencias con el nacionalista Irazusta y el conservador Santander, ya que todos ellos afirmaban que Perón estaba financiado por la embajada alemana.
Las crisis militares se suceden una tras otra, las Fuerzas Armadas ejercen una continua presión para garantizar que el gobierno aplique una política liberal y evitar a toda costa que cumpla con el pacto con el peronismo.
Alsogaray siempre era convocado para aplicar la política de las multinacionales, Jauretche lo convirtió en uno e sus blancos preferidos, así decía: “Se ha entregado a un equipo de gestores de negocios de empresas poderosas y extranjeras, la gestión de la cosa pública…¡Es como si al abogado de los ladrones lo nombraran Jefe de Policía!”.
Los militares devinieron en guardianes de los intereses de los poderosos: “Convertidas las Fuerzas Armadas en instrumento de dominación extranjera, se hacía imposible su recuperación para el servicio del país”.
Más o menos para la misma época diría: “La idea de la defensa nacional se sustituye, naturalmente, por la idea de la defensa de un sector económico privilegiado. Y cuando este sector económico privilegiado responde a los intereses extranjeros, la estrategia también se convierte en estrategia del extranjero. Es precisamente lo que se llama cipayismo”. Eran los comienzos de la doctrina de la Seguridad Nacional que se aplicará con sanguinaria constancia a partir de 1976.
El gobierno intenta silenciar las voces nacionales cerrando algunas publicaciones donde participaba Jauretche, también ratifica que el Partido Justicialista está proscripto. El rumbo que sigue el gobierno provoca que incluso integrantes de la UCRI adopten posiciones distantes del Poder Ejecutivo.
A principios de 1961 lanzó su candidatura a senador por parte de una agrupación neoperonista, el Partido Laborista, al mismo tiempo volvió a publicar el periódico “El 45”, pero también presenta su candidatura Raúl Damonte Taborda que recibió en un primer momento el apoyo de Perón, produciéndose un nuevo enfrentamiento con Jauretche, éste último declaró que no le interesaba el apoyo de Perón.
Tal vez si se tratara de otro candidato Jauretche no se hubiese sentido tan dolido pero Damonte Taborda había escrito el libro “Mañana es San Perón” cuyo expresivo subtítulo era “12 años de humillación argentina” donde denostaba en todos los tonos posibles contra el peronismo.
Perón se declaró contrario a la candidatura de Jauretche, calificando al Partido Laborista como de neoperonista y asociándolo con el gobierno de Frondizi, sin embargo como vimos ya se había distanciado del mismo.
Jauretche puso en evidencia el antiperonismo de Damonte Taborda, esto provocó que el Consejo Superior del justicialismo y las 62 organizaciones ratificaran que la posición del peronismo era votar en blanco.
Preguntado por qué era atacado por Perón, Jauretche respondió: “Se trata de una diferencia de forma de conducir un movimiento con la que no estoy de acuerdo. Se trata de mantener el partido unido a través de una sola figura y por ello no se puede dejar crecer otra adentro del mismo. Así se eliminaron muchos valores. Sistema que tiene la propiedad de de permitir la maniobra rápida, pero anula la posibilidad de nucleamiento alrededor de cada uno de los tantos hombres capaces que tiene el movimiento. Por otra parte, ésa ha sido la forma de conducir el movimiento mientras Perón era gobernante. No permitió la formación de nuevos cuadros dirigentes. Es un error de Perón”.
El 6 de febrero de 1961 se realizaron las elecciones para senador, el ganador es el socialismo que llevaba a Alfredo Palacios con 321.778, seguido de la UCRP con 314.377, y la UCRI con 249.012 luego se ubican los votos en blanco con 219.046, Damonte Taborda recibió 32.825 y el Partido Laborista 23.043. Fue un duro golpe para Jauretche.
A pesar de la desilusión siguió con su rutina de reunirse con su amigo Darío Alessandro y pasar por la librería de Abelardo Ramos, para charlar con éste y con Hernández Arregui, ahí también funcionaba la editorial Coyoacán que le publicó algunos de sus libros como “Prosa de hacha y tiza” y “FORJA y la Década Infame”.
Los planteos militares provocaron modificaciones en el Ministerio de Economía, pero todos tenían una característica en común, respondían a los intereses del sector financiero internacional, Roberto Alemann reemplazaba a Alsogaray, quién tampoco logró afianzarse pues renunció para que Coll Benegas asumiera.
Mientras tanto el Che Guevara viajó a Punta del Este como representante de Cuba en una reunión de países latinoamericanos, en esa ciudad se produjo una reunión secreta entre el Che y Frondizi, pero luego la misma trascendió provocando un nuevo planteo militar.
El 18 de marzo de 1962 se desarrollaron elecciones en Buenos Aires y otras provincias, la fórmula de peronismo Framini-Alglada ganó las elecciones. La presión de los militares determinó que el gobierno anulara el resultado de las elecciones y procediera a intervenir cinco provincias.
Pero el tiempo para Frondizi se había terminado, el 29 de marzo fue detenido y trasladado a la Isla Martín García, los militares colocaron un presidente títere, José María Guido, como Ministro de Economía designaron a otro representante de las multinacionales, Federico Pinedo.
Jauretche fue convocado como redactor del diario Democracia en donde escribió brillantes artículos denunciando esa simulación de la democracia y que la economía siguiera en manos de los personeros de los intereses extranjeros, como para reafirmar ese rumbo vergonzoso, los militares volvieron a designar a Alsogaray al frente de la economía. La Secretaría de Agricultura sería cubierta por un representante de la oligarquía terrateniente que iniciaba una carrera contraria a los intereses nacionales, su nombre: José Alfredo Martínez de Hoz.
La campaña de Jauretche desde Democracia contra el gobierno títere incrementó sustancialmente la venta del diario que pasó en corto tiempo de 180.000 a 230.000, el Poder Ejecutivo entonces decidió detener al director Mario Valotta, el diario siguió saliendo bajo la dirección de una comisión conformada por periodistas y obreros gráficos.
En abril de 1963 se produce un importante enfrentamiento dentro de las Fuerzas Armadas, el sector denominado “azul” integrado por la mayoría del Ejército y la Aeronáutica, se enfrentó al sector “colorado” que estaba conformado por la Marina y un sector del Ejército, este último era el más marcadamente antiperonista. Triunfaron los azules que tenían por líder al general Onganía, luego de este enfrentamiento las aguas se aquietan por un tiempo después de sucesivas y permanentes crisis militares. En ese contexto Jauretche vio algo positivo, Isaac Rojas vicepresidente de la Fusiladora e integrante del sector colorado era detenido y confinado en la Isla Martín García.
El 7 de julio de 1963 se realizaron las elecciones presidenciales, el peronismo proscripto adoptó posiciones divergentes, el sector más duro planteaba la abstención, mientras aquellos que representaban una posición mas conciliadora, con el apoyo del sindicalismo de las 62 organizaciones, apoyó la fórmula Solano Lima-Silvestre Begnis, pero los militares proscribieron esta fórmula y también otra que integraban Matera y Sueldo, en ese contexto de impedimentos triunfó la fórmula de la UCRP conformada por Illia-Perette que obtuvo 2.411.064 de votos que significaba el 25 %, en segundo lugar se ubicaban los votos en blancos que alcanzaron la cifra de 1.881.160, tercero fue la UCRI que llevó a Alende-Gelsi con 1.593.000 de votos, seguido del partido UDELPA que había sido creado por el presidente de la Fusiladora, Aramburu, que llegó a 1.346.000 votos.
Una de las medidas positivas de este gobierno radical fue la anulación de los Contratos Petroleros firmados por Frondizi. Sin embargo Illia debió enfrentar días convulsionados, la CGT convocó a planes de lucha para enfrentar la política económica, en tanto en Salta surgió el primer intento guerrillero conducido por el periodista Jorge Masetti, de quién Jauretche era amigo, por lo que lamentó su desaparición el 21 de abril de 1964.
Perón dio a conocer su intención de regresar al país pero el avión en donde regresaba fue detenido en Brasil y obligado a retornar a España, por pedido del canciller argentino Zavala Ortiz, días después se realizaron actos de repudios por no permitir el regreso de Perón que concluyeron con dos días de huelga general.
En julio de 1964 apareció el libro “Filo, contrafilo y punta”. En tanto la visita del general De Gaulle, fue convertida por el peronismo en un acto para manifestarse con una concentración en Plaza Francia que fue reprimida.
En marzo de 1965 se realizaron elecciones para legisladores que fueron ganadas por los peronistas que se presentaron bajo el sello Unión Popular, la mayoría de los candidatos eran de extracción sindical.
El 27 agosto un grupo de amigos le organiza un homenaje para rendir tributo a “una vida entregada al servicio de la Revolución Nacional”, participaron entre otros, John William Cooke, el general Tanco, Raúl Matera, Hernández Arregui y varios de sus compañeros de FORJA.
Dijo Hernández Arregui en la oportunidad: “Usted, Arturo Jauretche, no sólo fue uno de los fundadores de FORJA sino su activista panfletario y su ideólogo popular más ferviente. Su enfrentamiento al coloniaje abarca treinta y cinco años. Jamás arrió usted la sagrada bandera. Y la enarbola hoy, con fe tan grande y juvenil impulso, que es usted parte viva e indivisa de la Patria…Amalgamado a su tierra, Arturo Jauretche fue, además, poeta. Y bueno. Su tema, el país. Su inspiración, el pueblo… La antipatria le cerró a usted y a su generación todos los caminos. Me alegro. En un país colonial, el patriotismo es eso. Mirar a la Patria, olvidarse de uno y darle al pueblo lo mejor de sí mismo…”.
Cuando le tocó hacer uso de la palabra Jauretche dijo: “La Argentina perimida se apoya, más que en el hecho de la fuerza, en la deformación de la realidad que consigue difundir esta superestructura cultural. El enfrentamiento necesario a ese colonialismo lleva a la necesidad de enfrentar el libro, la doctrina y la ideología importada…No es una actitud contra el valor universal de las ideas. Es una elemental actitud de defensa porque ni el libro, ni la doctrina, ni la ideología se elaboran en función de nuestra realidad, ni de las posibilidades de nuestro destino. La mayor parte de sus supuestos valores universales sólo tienen, de universales, la apariencia. Emanados de los grandes centros de poder, su universalismo es el de los grandes centros, es decir, la capacidad de irradiación de esos poderes locales que los generan…”.
Ese año, Augusto Timoteo Vandor dirigente de la Unión Obrera Metalúrgica, intentó delinear una política dentro del peronismo con independencia de la dirección de Perón. Las elecciones a la gobernación de Mendoza se convirtieron en el campo de batalla entre Vandor y Perón, éste envía a su esposa María Estela Martínez, más conocida como Isabel, para apoyar al candidato sostenido por su esposo. Vandor por su parte presentó otro candidato. El que impulsaba Perón obtuvo mayor cantidad de votos pero el candidato conservador superó a ambos.
El gobierno de Illia prohibió las movilizaciones organizadas por el peronismo para el 17 de octubre, no obstante se realizó una concentración en Parque Patricios donde fueron detenidas 700 personas, el 21 la CGT convocó a un paro activo, en la represión murieron dos obreros, Mussi y Retamar, la CGT convocó a un paro general. El gobierno también tenía problemas en el frente militar, Onganía enfrentado a Illia fue pasado a retiro.
Jauretche dedicaba la mayor parte de su tiempo a la política y la difusión de ideas, relegando a un segundo plano la práctica de la abogacía, cobraba la jubilación por su paso por la presidencia del Banco Provincia, esporádicamente se dedicaba a comprar y vender campos, también logró algún ingreso por sus libros y por sus colaboraciones en algún diario.
A pesar de poner el énfasis en los temas nacionales nunca se privó del deleite de saborear la literatura de Proust, Balzac, Dickens o Chesterton, entre los argentinos prefería a José Hernández al que homenajeó en su poema “El Paso de los Libres”, Mansilla, Sarmiento, Doll, Sábato y Rodolfo Walsh.
La prensa en general jugó un papel fundamental para crear un clima golpista asociando al presidente con una tortuga queriendo mostrar lentitud e incapacidad en las decisiones.
El 29 de junio de 1966 un golpe militar desalojó la casa de gobierno con gases lacrimógenos asumiendo la presidencia el jefe de los “azules” Juan Carlos Onganía, que declaró que pensaba quedarse por 20 años.
Perón anunciaba “Hay que desensillar hasta que aclare”, una parte del peronismo cometió el grave error de mirar con simpatía al nuevo dictador, Vandor incluso concurrió a su asunción, comenzando una política conciliadora. Sin embargo Cooke vio con claridad lo que vendría, sabía que nada se podía esperar de esas Fuerzas Armadas que 11 años antes habían derrocado a Perón y que habían sido depuradas violentamente de quienes sostenían ideas nacionales.