El Forjista

Biografía de Hugo Chávez

Y un día América Latina se puso de pie

Capítulo 8 - En prisión

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Frustrado el intento golpista los militares rebeldes pasaron 17 días en la Dirección de Inteligencia Militar, luego fueron trasladados a la prisión del Cuartel San Carlos de Caracas, tiempo después algunos de ellos entre los que se encontraba Chávez fueron enviados a la Cárcel de Yare que se encontraba a dos horas de Caracas, el régimen prefería tenerlo los más lejos posible del centro del poder viendo el crecimiento que adquiría su figura para el pueblo venezolano.

Llevaba pocos días detenido cuando recibió la visita de Gilberto Lombano, el hijo de Ana y el nieto de Maisanta que le llevaba el escapulario del caudillo federal, seguramente esto debe haber sido un aliciente para soportar los difíciles días que debía atravesar.  

Luego del golpe se escucharon voces a favor de los militares bolivarianos tal como ocurrió con intelectuales y políticos de izquierda que suscribieron una solicitada donde los defendían y pedían su libertad, entre los firmantes se encontraban Domingo Alberto Rangel, fundador del MIR una fuerza guerrillera que comenzó a actuar en 1962, Pedro Duno que había sido el hombre de confianza del Che en Venezuela y Manuel Vadell político y editor de libros.

En la cárcel siguió y acentuó el interés por la lectura, también dedicó mucho tiempo a responder la numerosa correspondencia que recibía, los oficiales detenidos se propusieron mantenerse activos  dentro de las limitaciones propias del encierro, se inscribieron en cursos a distancia e incluso algunos  realizaron estudios de postgrados. También realizaban ejercicios físicos, jugaban al vóley y mantenían una quinta.

Los días de visita frente al penal se congregaba gran cantidad de gente que quería entrevistarse con Chávez quién recibía a todos los que el tiempo le permitía.

Los periodistas comenzaron a recorrer los lugares donde había transcurrido su vida, buscaban conocer a su familia e introducían clandestinamente teléfonos celulares en la prisión para realizarle entrevistas.

José Vicente Rangel era periodista, y luego sería Canciller, Ministro de Defensa y Vicepresidente, durante la presidencia de Chávez, logró introducir una cámara en el Penal de Yare y le hizo una entrevista que tuvo gran repercusión, pero luego el programa fue suspendido, el periodista y el militar se mantuvieron en contacto desde ese momento.

Chávez se había vuelto popular principalmente en los barrios más humildes, mientras estaba en prisión circulaba un poema titulado “Chávez nuestro” que decía:

Chávez nuestro que estás en la cárcel,
santificado sea tu golpe,
venga (vengar) a nosotros, tu pueblo,
hágase tu voluntad,
la de Venezuela,
la de tu ejército,
danos hoy la confianza ya perdida,
y no perdones a los traidores,
así como tampoco perdonaremos
a los que te aprehendieron.
Sálvanos de tanta corrupción
y líbranos de Carlos Andrés Pérez.
Amén.

Llevaba dos meses en prisión cuando se enteró de este poema, recibía con una mezcla de sorpresa y gratitud las innumerables muestras de afecto, a medida que le llegaban noticias desde el exterior del penal donde le informaban que se estaba convirtiendo en alguien muy estimado en las barriadas populares.

Tres de los principales comandantes que estaban en prisión concluyeron pactando con el régimen, mientras William Izarra y Chávez siguieron firme en su decisión de no transigir ante gobiernos que burlaban la voluntad popular aplicando proyectos contrarios a los que prometían en las campañas electorales.

Durante el gobierno de Rafael Caldera que siguió al de Pérez, se le ofreció a Francisco Arias un puesto en el PAMI, el Programa Alimentario, en el Estado de Zulia, Luis Valderrama también fue a trabajar en el mismo proyecto pero en Maracaibo, mientras que Jesús Urdaneta aceptó el cargo de cónsul en Vigo, España. En la prisión se exacerbaron las diferencias que había en el seno del MBR200 principalmente entre Chávez y Francisco Arias.

Precisamente serán algunos de estos ex integrantes del MBR que se convertirían en promotores de muchos de los cuestionamientos y calumnias que tuvieron a Hugo Chávez como principal objetivo, siendo utilizados por los medios corporativos para realizar sus campañas de desprestigio al servicio de los intereses imperiales.  

El 27 de noviembre de 1992 nuevamente un grupo de militares intentó un golpe de estado, uno de los objetivos que se propusieron fue el de liberar a los camaradas presos.

Participaron en el movimiento efectivos de las tres fuerzas, uno de los partícipes fue el aviador Luis Reyes, amigo de Chávez y futuro gobernador del Estado de Lara, quién con su avión rompió la barrera del sonido sobre Caracas provocando un  ruido atronado similar a la explosión de una bomba, con la consecuencia de la rotura de vidrios en edificios e incrementando la conmoción de la población.

En la primera rebelión no existió el apoyo aéreo lo que sí ocurrió en ésta, la aviación atacó los tanques movilizados por las fuerzas leales al gobierno. Se bombardearon varios edificios de instituciones claves y lograron controlar algunos canales de televisión, sin embargo no consiguieron  controlar el canal privado Televen donde salió el presidente diciendo que se encontraba a salvo y que el nuevo intento golpista había sido frustrado por las fuerzas leales.

Los rebeldes no alcanzaron los principales objetivos, no pudieron controlar el Palacio de Miraflores ni tampoco lograron  liberar a los detenidos. Al amanecer se produjo un enfrentamiento en las puertas de la cárcel de Yare donde unos 30 militares y civiles intentaron liberar a Chávez y sus compañeros, pero fracasaron.

La mayoría de las fuerzas armadas permanecen leales y no existió un apoyo de la población a los rebeldes a pesar que en esta oportunidad participaron algunos civiles militantes de partidos de izquierda, este intento fue más cruento que el que lideró Chávez. Al ver esta situación los rebeldes decidieron rendirse.

Durante toda la movilización militar 17 aviones resultaron averiados, 4 fueron derribados, 93 rebeldes huyeron del país en avión y solicitaron asilo en Perú, la información oficial señaló que se produjeron 171 muertos, de los cuales 142 eran civiles y 29 militares, 95 heridos, 1340 detenidos entre ellos 40 civiles.

Luis Reyes fue condenado a siete años y nueve meses pero salió dos meses antes que Chávez porque su hijo tenía cáncer y se había agravado. Mientras estuvo en prisión hubo momentos en que el niño se quedaba escondido el sábado para quedarse con su padre y se iba en la visita del domingo.

Tiempo después Chávez expresó que luego del fracaso de los dos intentos de golpe y las acusaciones que recibía de algunos de sus compañeros, se sintió desmoralizado: “En esos meses de diciembre de 1992, enero 93, yo era un gran solitario, en la misma cárcel, y ahí, por primera vez en mi vida, sentí la hiel de la amargura por ser señalado por mis amigos como culpable del fracaso”.

El 26 de marzo de 1994 el presidente Rafael Caldera indultó a Chávez quién salió al día siguiente de la cárcel de Yare, éste se dirigió en primer término a la Academia Militar mostrando el cariño que tenía por la institución y después se presentó en el programa de televisión de José Vicente Rangel.

El periodista salió en defensa del militar cuando sus adversarios intentaron retratarlo como un fascista o compararlo con los reaccionarios carapintadas argentinos. Rangel sostenía que había sido el primer golpe que se realizaba contra el Fondo Monetario Internacional y que el Movimiento Bolivariano mostraba una clara preocupación por la situación social de los más desprotegidos.

Una vez recuperada la libertad la vida no fue fácil para Chávez, ni para algunos de sus compañeros que debieron afrontar las dificultades del desempleo, ya que se los había obligado a pedir la baja del Ejército y porque no se dejaron tentar por los ofrecimientos del régimen, sin embargo mostrará que sus convicciones eran muy firmes para hacer frente a las dificultades, dedicarse de lleno a la política y buscar las soluciones para su querida Venezuela.

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