El Forjista
En la última década del siglo XIX se descubrieron en Venezuela varios yacimientos que terminaron siendo apropiados por empresas extranjeras particularmente por la Standard Oil de John Rockefeller que en la actualidad es la Exxon Oil.
En 1976 durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez se nacionalizó la industria petrolera por lo que los activos de las compañías extranjeras pasaron a constituir la nueva empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Durante los años en que se aplicaron las recetas neoliberales se permitió el ingreso de las empresas privadas en PDVSA.
En los años anteriores a la asunción de Hugo Chávez, Venezuela había incrementado considerablemente la oferta de petróleo produciendo una disminución histórica de los precios en los años 1998 y 1999, llegando al valor más bajo considerando los anteriores 50 años, por el contrario Chávez se propuso firmemente revalorizar el principal recurso venezolano.
Entre el 10 y el 14 de agosto de 2000 Chávez recorrió los diez países que conformaban la Organización de Productores de Petróleo (OPEP) para invitar a los mandatarios de esos países a una cumbre en Caracas con el objetivo de desarrollar una estrategia en común y defender el precio del crudo, también promovía la incorporación a la OPEP de Rusia, Omán y Noruega.
Esta iniciativa respondía a una decisión soberana de los países petroleros que no incluía ninguna consideración de tipo ideológico, por eso Chávez invitó a Irak, Irán y Libia, decisión que provocó un hondo malestar en el gobierno de los Estados Unidos, viendo la situación retrospectivamente no llama la atención que dos de esos gobiernos fueran derrocados con la protagónica participación norteamericana.
El líder bolivariano fue el primer mandatario en visitar Irak bajo la presidencia de Sadam Hussein luego de la Guerra del Golfo de 1991, Chávez insistía en que un país soberano no debía dar cuenta a otros gobiernos de su política exterior.
El 28 de septiembre de 2000 Caracas fue la sede de la Segunda Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la OPEP, la primera se había desarrollado en Argel en 1975, lo cual indica que la organización estaba desactivada hasta que el iniciativa de Chávez permitió su resurgimiento.
A pesar de los cuestionamientos de Washington, el país del norte importaba 1,4 millones de barriles de petróleo venezolano al día, que era más o menos el 72% de la producción del país, en los Estados Unidos existen 14.000 estaciones de servicio que venden gasolina producida en las refinerías de Venezuela.
En agosto de 2000 el precio del barril había alcanzado casi los 35 dólares que para esa época era elevado, para encontrar un precio similar había que remontarse a la invasión a Kuwait en 1990, luego de la reunión de la OPEP el precio del crudo tuvo un incremento constante.
Los adversarios del gobierno han cuestionado que la producción petrolera se haya mantenido estable o tuviera alguna diminución pero lo verdaderamente significativo son las divisas que ingresan al país por ese concepto.
En el 2003 Venezuela exportó 2.25 millones de barriles diarios de los cuales 1.63 tenía por destino los Estados Unidos.
Generalmente se hace hincapié en la exportación a los Estados Unidos, pero lo cierto es que también se abrieron otros mercados para el petróleo venezolano como China, América Latina, Vietnam e India.
El incremento sustancial de los ingresos por petróleo dieron sustento a una política de distribución más justa y un incremento del nivel de vida generalizado del pueblo venezolano, una estimación que muestra esto se expresa en los ingresos per cápita en concepto de las divisas producidas por el petróleo, mientras que en 1998 la cifra llegó a 228 dólares, en 2005 subió a los 728 dólares.
El gobierno de Chávez permitió que las empresas petroleras norteamericanas interesadas en invertir en la industria pudieran seguir haciéndolo, a aquellas que actuaban en el territorio venezolano se le propuso conformar emprendimientos mixtos con participación mayoritaria de la estatal PDVSA, las que no acordaron fueron excluidas.
En el año 2006 el 89 % de las exportaciones de Venezuela correspondía a la industria petrolera.
Además la empresa estatal PDVSA expandió y diversificó de manera sustancial su producción en otras ramas como la construcción de buques, la urbanización, distribución de gas, fabricación de electrodomésticos y de consumo masivo e incluso PDVSA Agricultura comenzó a sembrar soja y caña de azúcar.
Bernardo Álvarez que fue viceministro de Hidrocarburos y embajador en los Estados Unidos explicó la política petrolera que desarrollaron los gobiernos neoliberales que antecedieron al chavismo: “La vieja política de internacionalización de PDVSA fue diseñada para garantizarle a los Estados Unidos un suministro masivo y barato de petróleo…Durante los noventa, la política petrolera representó un verdadero asalto a los recursos naturales venezolanos por parte de algunas compañías petroleras internacionales. Tales acuerdos involucraban la complicidad de la élite petrolera, la oligarquía gobernante y sus representante políticos”.
El 1° de mayo de 2007 se profundizó la política petrolera del gobierno dándole un carácter aún más nacional porque se restringió más la participación privada en PDVSA limitándola al 40% y se puso un tope a las ganancias de esas empresas, también se incrementó el valor de lo que debían pagar por regalías e impuestos.