El Forjista
Un tema clave que Gramsci abordó en sus cuadernos fue el de la hegemonía que según él eliminaba las concepciones mecanicistas fatalistas y de determinismo económico que habían dominado el marxismo, se introducía en la teoría de cómo son gobernadas las sociedades.
La gran pregunta de las ciencias sociales es por qué las masas consienten ser dominadas y explotadas defendiendo otros intereses que no son los suyos.
Hay un elemento de coerción, para eso los Estados tienen sus fuerzas armadas y de seguridad, para reprimir la rebeldía de los pueblos, pero eso es sólo una parte, muchas veces la represión está solo de manera persuasiva, sin actuar, pero como una amenaza, porque ningún Estado puede estar reprimiendo constantemente, por eso necesita lograr el consentimiento popular, a través de la persuasión, la negociación económica y la influencia cultural.
Surge un sentido común, una mentalidad obediente, que la mayoría adopta de buen grado porque les permite vivir a ellos y sus seres más cercanos con cierta comodidad o al menos sin el peligro que corren quienes enfrentan al poder.
Esos pueblos son convencidos que con un poco de suerte sus hijos podrán vivir un poco mejor mientras estén subordinadas a la clase dominante.
Las clases subalternas resignan autonomía cediéndole las responsabilidades y la conducción a la clase dominante, viviendo de esa manera en una especie de infancia permanente.
Además las clases subalternas suelen apoyar las jerarquías establecidas porque no ven otra opción y porque el capitalismo los convence que es posible mejorar individualmente, aunque la inmensa mayoría tenga escasas posibilidades de prosperar sustancialmente.
En tanto que muchos intelectuales se convierten en sostenedores del orden establecido ocupando lugares destacados en instituciones civiles, medios de comunicación y políticas.
A las personas corrientes se la convencen que ciertos saberes no están a su alcance, para eso están los intelectuales que son los que saben pero que están cumpliendo una función burocrática y conformando una casta que ayuda a consolidar el sistema de clases.
Los intelectuales surgen de la clase media para organizar la adaptación al orden establecido, pero en determinadas situaciones extraordinarias, los intelectuales pueden convertirse en revolucionarios y aspirar a derrocar a la elite gobernante construyendo un nuevo bloque histórico en torno a un nuevo liderazgo surgido de la clase social en ascenso.
Precisamente otro tema que le interesaba era como el proletariado industrial, podía generar sus propios intelectuales para que contribuyan al proceso revolucionario y la construcción del socialismo.
Gramsci siempre estuvo interesado en la influencia de la religión en los pensamientos y sentimientos de las personas, su madre y otros familiares habían encontrado en la religión consuelo en los momentos difíciles, además les daba un sentido de pertenencia que no conseguían con ninguna otra institución, tanto su familia como los vecinos de Ghilarza concurrían al sacerdote en busca de ayuda y consejo.
En 1929 se firmó el Pacto de Letrán entre el Papa y Mussolini que aseguraba al Vaticano autonomía e influencia dentro de Italia, el pacto fue aprobado por un referéndum, también se transfirieron gran cantidad de fondos del Estado al Vaticano, en período de alto desempleo la carrera de sacerdote era una profesión atractiva.
Una de las consecuencias del Pacto de Letrán fue integrar la Acción Católica a la órbita del Estado para neutralizar el progresismo.
Gramsci consideraba que parte del fracaso del socialismo en Italia era por su rabioso anticlericalismo, que también se trasladó al PCI.
Hubo Papas que se esforzaron por modernizar a la Iglesia en particular León XIII con la encíclica Rerum Novarum, que reconocía las penurias de la clase trabajadora, pero en su interior había fuerzas que se resistían a cualquier forma de modernización.