El Forjista
En septiembre de 1911 recibió la noticia que sus calificaciones en el secundario lo habilitaban para dar el examen de ingreso en la Universidad de Turín y que también la ciudad de Cagliari lo había elegido como uno de los becados para ingresar a aquella universidad.
La ciudad de Turín era una gran ciudad industrial con una producción automotriz donde estaban radicados gigantes como Fiat y Lancia y las empresas proveedoras de ellas.
En el examen de ingreso fue el noveno entre 70 aspirantes, también había pasado exitosamente el examen Palmiro Togliatti, también sardo y que sería compañero de militancia, ambos de origen humilde debieron pasar privaciones para poder estudiar, tiempo después tendrían diferencias políticas y personales.
Sin embargo, al llegar a Turín tuvo el primer percance porque al no tener dinero suficiente para pagar la matrícula no se pudo inscribir en la universidad ni reclamar la beca, además su padre no había enviado a tiempo los certificados de la secundaria.
El 10 de noviembre su padre envió las 75 liras para inscribirse y así fue como días después se anotó en la carrera de Filología Moderna en la Facultad de Letras.
Después de pagar el alquiler y otros gastos casi no le quedaba dinero para alimentarse, en su cuarto pasaba frío, así que se quejaba en una de sus cartas: “atravesar la ciudad tiritando, y después al regreso encontrar una habitación fría y… tener que quedarme sentado un par de horas tiritando todavía … Lo peor es que la preocupación por el frío me impide estudiar…”
Su familia juntaba todo el dinero que podían y cada tanto le enviaban una modesta suma.
Se granjeó la simpatía de varios profesores que se vieron atraídos por la inteligencia de Antonio, incluso llegó a trabar amistad con alguno de ellos como Umberto Cosmo profesor de literatura y Matteo Bartoli especialista en dialecto sardo.
El primer pensador que atrajo a Gramsci fue Benedetto Croce un filósofo, escritor, historiador y político que llegó a ser Ministro de Educación, fue un adversario del fascismo, ocupando cargos políticos después de la caída del régimen dictatorial mussolliniano.
Uno de los amigos que hizo en la facultad fue Angelo Tasca que militaría desde muy joven en el partido Socialista y luego en el Comunista.
Las primeras ideas políticas que defendió Gramsci estaban vinculadas al nacionalismo sardo por el desprecio que las regiones del norte mostraban hacia la parte más pobre del sur que incluía a la isla de Cerdeña.
A pesar de las dificultades económicas y los constantes problemas de salud le iba muy bien en los estudios y varios profesores especialmente su profesor de lingüística Bartoli tenían centradas grandes expectativas en él.
Su primera manifestación pública fue en la forma de una carta aparecida en el periódico sardistas “La Voce” que apareció el 9 de octubre de 1913, más o menos para la misma época adhirió a la “Liga Antiproteccionista Sarda”, integrada por socialistas y sindicalistas de la isla en defensa del libre comercio y en contra de los aranceles que le imponía el gobierno nacional.
Por momentos Antonio era víctima de agudos dolores de cabeza que le provocaban problemas de memoria en particular en épocas de exámenes, debiendo posponer su presentación para otra fecha.
Estos problemas de salud provocaron que su beca fuera suspendida provisoriamente hasta tanto diera los exámenes que adeudaba, hasta que pudo darlos y la beca le fue restituida, en una de sus cartas a su hermana Grazietta le confesaba que llevaba casi tres años sin que no tuviera un día con dolores de cabeza o mareos.
Las cosas mejoraron cuando pudo obtener un alojamiento un poco más confortable, en un altillo, con una habitación amplia e iluminada, ahí se alojó por nueve años.
Cuando concluyó con los exámenes pudo reunirse con sus amigos Tasca, Togliatti y otro joven estudiante socialista Umberto Terracini, en esa época todos eran admiradores del joven editor del diario socialista Avanti!, Benito Mussolini.