El Forjista

Parodia de juicio

 

El juicio que se está realizando por las obras públicas realizadas en Santa Cruz durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner es una parodia que no difiere en absoluto con los que realizara el nazismo o el stalinismo.

En esos regímenes dictatoriales también se realizaron juicios donde de antemano se sabía que el acusado sería condenado, porque no importaban las pruebas y los jueces actuaban con una parcialidad manifiesta.

El denunciante no es ni más ni menos que el funcionario macrista Javier Iguacel que a los pocos días de asumir realizó la denuncia, precisamente a Iguacel es posible verlo en una foto confraternizando con el fiscal de la causa Diego Luciani.

Mientras que el otro acusador de Cristina, el fiscal Sergio Mola, designado por el macirsmo, tiene ingresos a la Casa Rodada durante la presidencia de Mauricio Macri y a su asunción asistieron Patricia Bullrich y Ritondo, en lo que fuera un festejo macrista.

En cuanto a Luciani, su trayectoria en la justicia se parece más a un prontuario que a un currículum, fue colaborador del juez Galeano el que hizo todo para encubrir el atentado de la AMIA, fue colaborador del fiscal Pablo Quiroga, denunciado por organismos de Derechos Humanos por ser un perseguidor de militantes populares y tiene visitas al ministerio de Justicia cuando Garavano era quién comandaba el lawfare contra los opositores al macrismo.

Este juicio está plagado de irregularidades que los jueces de la Cámara dejaron pasar, en un siga, siga, que muetra su parcialidad, se negaron a realizar las correspondientes pericias, y cuando se efectuaron unas pocas, la mismas mostraron que no se había producido irregularidades, sin embargo, era necesario que el show continuara, ya que muchas de las otras causas armadas por Ercolini y Bonadío contra Cristina se habían caído.

En el juicio no se mencionó a la actual vicepresidenta, sin embargo el fiscal Luciani, leyendo su alegado que posiblemente otros le hayan escrito, ignoró olímpicamente esa situación y aboga por una condena sin pruebas, todos los días la prensa canalla le dicta al fiscal lo que tiene que decir, en su show que nada tiene que ver con la administración de justicia.

Este es el Poder Judicial que buscó ocultar las responsabilidades en los dos atentados terrorista, el de la embajada de Israel, que se encuentra en manos de la Corte Suprema, que no hizo nada para que la causa avanzara, y el atentado a la Amia, donde jueces y fiscales hicieron todo lo posible para que nunca se llegara a los responsables, y se transformaron en voceros de los intereses de las embajadas de los Estados Unidos e Israel, olvidándose de las víctimas.

Este también es el Poder Judicial que busca asegurarle la impunidad al macrismo, a los ladrones de guante blanco que saquearon y endeudaron al país, por eso trasladaron ilegalmente jueces como  Bruglia y Bertuzzi que le aseguran impunidad a los delitos cometidos, además la continuación de la persecución al peronism.

Este panorama se ha agravado por la ausencia de coraje del gobierno de Alberto Fernández que tuvo durante dos años a la ministra Marcela Losardo que no hizo otra cosa que confraternizar con el macrismo que perseguía a los funcionarios peronistas, y que ahora tiene un ministro que no hace otra cosa que comentar la realidad, acertadamente, pero para lo cual no es necesario ser ministro.

Al peronismo no le queda otra solución que apelar a la movilización que fue lo que permitió que la Corte Suprema macrista diera marcha atrás con el 2X1, pero la pasividad del gobierno sólo preanuncia nuevos ataques a los únicos que han sabido defender los interés populares y que tiene en Cristina a la mayor exponente.

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