El Forjista

Biografía de Hugo Chávez

Y un día América Latina se puso de pie

Capítulo 6 - El Caracazo

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Antes de abordar el Caracazo ocurrido el 27 de febrero de 1989  vamos a remontarnos algunas décadas antes, para entender mejor cómo se llega a este acontecimiento sumamente traumático para la sociedad venezolana.

En 1958 es derrocado el dictador Marcos Pérez Giménez,  los partidos que se oponían a ese gobierno llegaron a un acuerdo que se denominó “Pacto del Punto Fijo”, formaban parte de esa alianza el partido Acción Democrática (AD) de tendencia socialdemócrata y el Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI), definido como demócrata cristiano.

A lo largo de más de tres décadas los dos partidos se turnaron en el gobierno, esta democracia bipartidista ponía fin a la era de los golpes de estado en Venezuela. Este sistema de gobierno se sustentaba sobre la renta petrolera que producía un cierto estado de bienestar generalizado, sin embargo el país debía consumir gran parte de esa renta en importar alimentos y otros  muchos productos necesarios para el consumo de su población, era muy poco lo que se producía en el país.

Durante esos años Venezuela parecía ser diferente al resto de América Latina castigada por golpes de estados alentados por las oligarquías locales en asociación con las corporaciones multinacionales y muchas veces con la participación indisimulada de la embajada norteamericana.

Venezuela parecía vivir al margen de estos problemas, dos partidos considerados de centro izquierda se turnaban en el poder y como ambos mantenían excelentes relaciones con los Estados Unidos al que proveía del imprescindible petróleo, no había peligro de que surgiera algún intento desestabilizador. El país se podía dar el lujo de no tener partidos conservadores y tampoco era necesario que los sectores más poderosos pagaran demasiados impuestos.

Esta situación de aparente bienestar no implicaba que no hubiera desigualdades, las había y eran notorias, muchos sectores estaban excluidos,  como gran parte de los asalariados para los cuales, los partidos gobernantes moldearon una burocracia sindical que limitaba la participación y las protestas de sus representados, los campesinos y las comunidades indígenas tampoco contaban a la hora de efectuar los planes de gobierno. Muchos de los sectores rurales expulsados de sus regiones fueron quienes ocuparon los cerros de Caracas con sus casas precarias.

Durante la década del 70 el precio del petróleo sufre un aumento considerable y por lo tanto también suben los ingresos por exportaciones de Venezuela,  esto servía para mantener e incrementar la sensación de bienestar y satisfacción en amplios sectores de la población.

Paradójicamente durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez que ejerció entre 1974 y 1979 se nacionaliza la industria siderúrgica y el petróleo permitiendo una más justa redistribución del ingreso, mientras que durante su segunda presidencia se producirá el Caracazo.

Pero la bonanza económica no fue eterna, en la década del 80 comenzaron a sentirse los efectos de la crisis producto de una brusca caída del precio del crudo, caen las exportaciones que en 1981 habían llegado a 19.300 millones de dólares a 13.500 en 1983, se producía también una elevada fuga de capitales y el incremento de la deuda externa que llegaba a 30.000 millones de dólares.  En ese año se produce una devaluación después de mucho tiempo de paridad fija con el dólar.

Los presidentes que siguieron a Pérez, Herrera Campins y Jaime Luisinchi, debieron  atravesar crisis económicas continuas junto a numerosas denuncias de corrupción.

Carlos Andrés Pérez retorna al gobierno en 1989 porque la población lo había identificado con sus políticas intervencionistas, sin embargo a las pocas semanas de asumir anunció un programa neoliberal al que denominó “el gran viraje” y vaya si lo era.

El gobierno decidió un incremento en el aumento del combustible y del transporte público, enseguida se produjeron disturbios en la ciudad de Guarenas que se encuentra a una media hora de Caracas.

A continuación la protesta se trasladó a los barrios humildes de Caracas donde la población se volcó  a las calles, muchos comercios fueron saqueados, al ser desbordada la policía, el presidente recurrió al Ejército para reprimir y decretó el toque de queda. A pesar del nombre que adoptó esta rebelión no se limitó a la capital tuvo una connotación nacional, en gran parte de país el pueblo salió a manifestarse.

Producto del accionar represivo mueren centenares de personas, entre ellos Felipe Acosta uno de los compañeros de Chávez con quién realizó el juramento del Samán de Güere,  las cifras oficiales hablaron de 277 muertos y 1009 heridos, pero algunas estimaciones indicaron que el  número de fallecidos podría haber llegado a 2000.

El gobierno de Pérez justificó la salvaje represión echándole la culpa a las víctimas a las que acusó de ser agitadores o simples delincuentes y que además se habían resistido a la acción policial, el investigador Steve Ellner señala que el 83% de los muertos no tenía antecedentes policiales y de los que fueron llevados a juicio sólo uno era activista político.

Sin embargo lo que parece ser la explicación que más se ajusta a lo ocurrido era que el gobierno pretendía escarmentar a los sectores populares y de esa manera poder aplicar sin resistencias sus planes neoliberales. Hay una ley no escrita pero que puede comprobarse en todo el mundo: no hay ajuste sin represión.

Luego del Caracazo Pérez comenzó a deshacer mucho de lo que había realizado en su anterior gobierno, fueron privatizadas la compañía telefónica CANTV, la empresa estatal de acero SIDOR, el sistema de seguridad social que había comenzado en 1944, además modificó el sistema de pago por cesantía a los trabajadores que databa de 1936 con el objetivo de lograr la denominada flexibilidad laboral. También privatizó el sistema portuario y eliminó las restricciones que existían para el capital extranjero.

Todas estas medidas incrementaron considerablemente el costo de vida y la desocupación mientras caía el poder adquisitivo de los salarios, según la Universidad Católica Andrés Bello entre 1980 y 1996  la pobreza pasó del 15% al 65%.

Los sucesos del Caracazo produjeron una conmoción en el seno de las fuerzas armadas, muchos de sus integrantes se negaban a ser los encargados de reprimir a un pueblo que pasaba necesidades, luego del 27 de febrero de 1989 se aceleró el crecimiento del MBR200, los militares bolivarianos comenzaban a ser visualizados como una  opción en la confluencia entre militares y civiles  en una misma causa, en vez de ser unos los verdugos de los otros.  

Ya existía una clara conciencia nacional en una porción importante del Ejército y las otras armas, no querían convertirse en el brazo armado de la oligarquía ni los garantes de las medidas impopulares que se imponían desde el extranjero.

Mientras ocurría el Caracazo, Chávez estaba internado en el Hospital Militar de Caracas recuperándose de una enfermedad, se fue enterando de los acontecimientos por la radio y lo que le comentaban los médicos,  enfermeros y los camaradas que lo visitaban.

El presidente de la república Carlos Andrés Pérez era integrante del Partido Acción Democrática, uno de los pilares del Pacto del Punto Fijo y también era el representante de la socialdemocracia en América Latina y vicepresidente de la Internacional Socialista, las medidas neoliberales de su gobierno constituían  una nueva capitulación de esta tendencia política ante las presiones imperialistas lo cual ocurre muy asiduamente en Europa, recientemente en la Argentina su representante se expresó contrario al chavismo y favorable a la candidatura de Capriles, cuestión que a esta altura no debería sorprendernos.

Según algunos analistas el Pacto del Punto Fijo se extendió hasta 1998 cuando Hugo Chávez gana las elecciones presidenciales, en nuestra opinión este acuerdo queda hecho añicos con el Caracazo, ya veremos que los partidos que lo conformaban comenzaron a agrietarse y ya no pudieron volver a unificar sus pedazos.

Lo que el  incremento del transporte público mostraba era que el gobierno estaba dispuesto a hacer pagar el costo del ajuste a los sectores de menores recursos, y la represión subsiguiente fue necesaria para poder aplicar un proyecto que sólo beneficiaba a las minorías privilegiadas que se quedaron con el patrimonio venezolano.

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