El Forjista

Necesitamos un gobierno con coraje

 

La derecha ha infectado la vida política argentina de violencia, para que eso fuera posible cuenta con la complicidad de un Poder Judicial adicto y cómplice y fuerzas de seguridad como el caso de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires que han liberado la zona cada vez que estos grupos fascistoides se dedican a agredir y provocar todo tipo de desmanes.

La democracia está enferma en nuestro país, y gravemente, a partir del atentado contra la vida de la vicepresidenta, además se deduce de la investigación que los sicarios tenían en la mira a otros políticos como el caso del hijo de la vicepresidenta.

Victoria Donda y la legisladora de la ciudad Claudia Neira, han denunciado amenazas del grupo Revolución Federal, sin que hasta el momento ni la justicia ni la policía tomaran medidas contra ese grupo notoriamente violento.

Este grupo tiene claras conexiones con los sectores más retrógrados y extremistas del PRO como Patricia Bullrich y López Murphy, y también con claras simpatías por las exaltadas acciones de Milei.

Mientras esto ocurre, el gobierno nacional sigue en su política de convocar a fallidos diálogos, desconociendo que para dialogar se necesitan al menos dos, y si uno no quiere es imposible concretarlo, demostrando una debilidad que es aprovechada por los tiburones que huelen sangre y atacan con mayor saña.

Por cierto, una de las cuestiones que esta violencia fascista está buscando es la reacción de los sectores populares para tener una justificación para su escalada de violencia.

No hay que caer en la provocación, pero tampoco se puede continuar con la pasividad suicida que muestra el gobierno de Alberto Fernández, que ante hechos gravísimos responde comentando la realidad y sin adoptar medida alguna.

El pueblo debe reaccionar mediante la movilización en defesa de su líder, Cristina Fernández de Kirchner, como hizo después del atentado, y el gobierno debe responder con medidas que muestren una clara reafirmación democrática y transformadora, así respondió Cristina después del lockout patronal del 2008, con medidas de claro sentido en defensa de la soberanía y de los sectores más desprotegidos.

Se hace imprescindible terminar con los oligopolios informativos democratizando los medios mediante el sencillo recurso de reponer por decreto la Ley de Medios aprobada en el gobierno de Cristina y que fuera derogada por decreto durante el gobierno de Macri en un servicio a Clarín y sus satélites, también hay que dejar de pagarle pauta oficial a los medios de la oligarquía que conspiran contra la democracia como lo hacen Clarín y La Nación.

Hay que iniciar un proceso de democratización del corrupto Poder Judicial con algunas propuestas realizadas por prestigiosos juristas como Eugenio Zaffaroni que propuso la intervención del Poder Judicial de la provincia de Jujuy que tiene detenida injustamente a Milagro Sala desde el 2016 y que es un reducto donde prima la voluntad tiránica del gobernador Gerardo Morales, también habría que iniciar juicio políticos a todos los integrantes de la Corte Suprema principal responsables de la corrupción judicial, que aunque no cuenten con la correlación de fuerzas para la aprobación, coloquen a estos seres inmorales ante la opinión pública, mostrando su conducta indecorosa en tanto sirvientes del poder económico.

Y sobre todo necesitamos una política económica que deje de lado la política de ajuste que se desarrolla desde la firma del acuerdo con FMI, promoviendo el empleo particularmente entre los jóvenes, que es donde más golpea la desocupación, pero con empleos de calidad y no con contratos basuras de las empresas de delivery, porque no podemos permitir tener a una juventud desesperanzada producto de la falta de trabajo.

En definitiva, lo que los argentinos necesitamos es un gobierno con coraje

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