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El Forjista

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La conspiración consumista

Este documental escrito y dirigido por Nic Stacey plantea un tema que las corporaciones quieren ocultar y que a los consumidores parece no preocuparnos, es la inmensa cantidad de basura que descartamos diariamente, pareciera que creyéramos que desaparece por arte de magia, cuando en realidad esa basura para a ser un elemento de contaminación del aire y el agua.

A lo largo de este documento aparecen ex directivos y ex gerentes de grandes corporaciones como Amazon o Adidas que un día se pusieron a reflexionar sobre el destino de lo que esas empresas descartan sin que haya una política para un tratamiento adecuado de los residuos.

Las empresas tienen la política de lanzar productos al mercado y se desentienden irresponsablemente de su destino cuando termina su vida útil, por ejemplo, Coca Cola lanza una enorme cantidad de plásticos y se despreocupa de las consecuencias.

Se plantea coherentemente que estamos yendo en dirección a un mundo parecido al que muestra la película Wall-E con enormidades de chatarra ocupando todos los rincones de este planeta.

Se plantea como las empresas tienen una publicidad agresiva para hacernos comprar cosas que no necesitamos, que tienen una vida útil cada vez más corta y que además las empresas electrónicas están lanzando al mercado productos totalmente herméticos que no permiten su reparación o que contienen baterías que no pueden ser cambiadas, salvo por un experto. Los auriculares inalámbricos son un caso concreto de baterías que no se cambian las que duran 18 a 24 meses.

Esto de hacer que la mercadería tenga un uso acotado los vieron hace tiempo los fabricantes de lámparas de luz, cuando se pusieron de acuerdo para que fueran confeccionadas con un material que tenga una vida los más limitada posible.

Por ejemplo, en lo relacionado al diseño de ropa antes existían dos temporadas al año ahora todos los meses aparecen nuevos diseños, GAP diseña 12.000 artículos nuevos al año y Zara llega a los 36.000.

Apple no quería que los Iphones pudieran ser reparados y por eso hacían un tapa que evite la manipulación cambiando los tornillos para que fueran difícil de quitar, otras empresas llegan a pegar sus componentes para que no sean reparados.

En esta dinámica para empujarnos a consumir existen corporaciones que hace de los lanzamientos de productos todo un show como es el caso de Apple, con un efecto inmediato que llega a provocar largas colas en sus locales cuando se lanza una novedad.

Pero en este documental se dan estadísticas por demás elocuentes que deberían generar alertas en todos los gobiernos y consumidores, diariamente se desechan 13 millones de celulares.

Esta superproducción y renovación constante provocan que muchas empresas deban tirar aquellos que no se vendieron y que fueron reemplazados, estas corporaciones prefieren arrojarlas a la basura antes que donarlas o venderlas a precio de costo.

Claramente nos muestran que no hay forma de reciclar todo lo que se produce, el mundo está generando 400 millones de toneladas de residuos plásticos al año y 50 millones de toneladas de residuos electrónicos al año.

Y las políticas de las corporaciones no sólo es desentenderse del problema, sino que además tratan que los consumidores no se enteren porque podría provocar una caída de sus ventas.

Los países económicamente poderosos exportan parte de esa basura a países empobrecidos, en Tailandia trabajadores desarman los componentes de los artefactos electrónicos con riesgo para su salud porque contienen elementos peligrosos como cadmio, plomo y mercurio, en Ghana hay playas con la arena tapadas por las toneladas de ropa que llega al país y se las arroja ahí, provocando que las personas a través de la comida y el agua terminen consumiendo plástico.

Pero aún cuando parte de la basura se exporte a países con gobiernos que permiten que su población sea envenenada, en todos los países, incluso en los más poderosos, existen vertederos de basura que son fuente de contaminación.

La solución pasa porque las empresas se encarguen de los residuos que provocan sus productos, pero para eso se necesitan gobiernos dispuestos a enfrentar a las corporaciones económicas y eso es lo que escasea mientras abunda la basura.

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