El Forjista

Revolución libertadora

El gobierno de Aramburu

El Congreso Normalizador de la C.G.T.

Se conoció como Intersindical aquella agrupación de gremios que fueron normalizados por el gobierno y que estaban identificados con el peronismo, aunque también se incorporaron aquellos con influencia del Partido Comunista, quedando fuera quienes adherían al gobierno.

El 28 de abril de 1957 esta organización sindical emitió un comunicado denunciando la difícil situación por la que atravesaban los trabajadores, también saludaban “la heroica lucha de los trabajadores municipales y reiteraban la solidaridad a los demás trabajadores”, cuestionaba el constante aumento del costo de vida, los despidos en masa y el cierre de establecimientos.

El 1° de mayo la Intersindical realizó un acto en la Plaza Once donde se pidió por la libertad de los presos gremiales, la normalización de los gremios y de la CGT, y se reclamó por salarios justos. Se leyó una lista de 104 detenidos gremiales. Hubo duras críticas al gobierno y a la intervención de la CGT, al finalizar el acto se intentó realizar una marcha que fue dispersada por la policía con gases lacrimógenos, se produjeron tres detenciones.

El 20 de mayo los sindicalistas opositores se autoconvocaron en un Congreso de Gremios Normalizados que comenzó enviando un saludo a todos los trabajadores en lucha y se emplazó a la Intervención de la CGT para que normalizara en el plazo de 30 días a los sindicatos que aún faltaban, se eligió una comisión para entrevistarse con Patrón Laplacette, la reunión concluyó reclamando la libertad de los detenidos y la derogación del decreto 4144.

Unos días después, la Intersindical convoca a un paro de una hora para el 14 de junio en repudio al constante aumento del costo de la vida, se reclama la liberación de los detenidos gremiales y se anuncia que en caso de no haber respuesta del gobierno se realizaría un paro de 24 horas. Los gremios oficialistas declaran su oposición al paro declarado por la Intersindical, sin embargo el paro de una hora se llevó a cabo en varios gremios.

La CGT de Córdoba fue la primera en ser regularizada siendo elegido como secretario general Atilio López, esta nueva conducción instó al gobierno a normalizar los gremios que aún no habían sido regularizados y que de no hacerlo sería la propia seccional la encargada de efectuarla.

La Intersindical vuelve a realizar un llamado al paro, esta vez para el 12 de julio los reclamos incluían la libertad de los detenidos, la derogación del decreto 4144, la anulación de la prórroga de los Convenios Colectivos y el levantamiento del Estado de Sitio.

El gobierno declara ilegal el paro que sin embargo se desarrolla con buen acatamiento en el Gran Buenos Aires. La Intersindical reclamó por aquellos trabajadores detenidos el día del paro los cuales fueron liberados el día 15, también se produjeron una gran cantidad de cesantías.

En los salones Les Ambassadeurs ubicado en la avenida Presidente Figueroa Alcorta 3428 comenzó el 26 de agosto de 1957 el Congreso de la CGT convocado por la intervención, participarían 669 delegados en representación de 2.400.000 de trabajadores adheridos a 97 organizaciones.

7 organizaciones tenían mas de 100.000 afiliados, el mayor gremio era la Unión Ferroviaria con 208.406 seguido por Empleados de Comercio con 203.789, 15 organizaciones tenían entre 25.000 y 100.000, 18 entre 10.000y 25.000, 23 entre 5.000 y 10.000, y 34 entre 1.000 y 5.000. (79)

El Congreso comenzó con 611 delegados presidido por el interventor de la CGT, el marino Patrón Laplacette. Se eligió una Comisión de Poderes de 25 miembros, uno de los integrantes era el dirigente de Luz y Fuerza de Córdoba, Agustín Tosco, se presentaron dos mociones, en una de ellas se planteaba que el interventor no debía participar de las sesiones por lo que este optó por retirarse.

Sin embargo, el Congreso siguió al día siguiente con la participación del interventor, los representantes de los metalúrgicos y textiles indicaron que las sesiones no podían continuar debido a las denuncias de irregularidades en varios de los gremios llamados “libres”, se propone investigar las denuncias, Tosco planteó la cuestión de las irregularidades denunciando las complicidades de los interventores militares y cuestionó las inhabilitaciones que pesaban sobre varios dirigentes, se pasó a un nuevo cuarto intermedio.

El 30 de agosto las sesiones se desarrollaron en el medio de un gran desorden producto de las posiciones irreconciliables, el representante del gremio de trabajadores de la Madera reclamó el retiro de la policía del Puerto y que también se retirara del local donde se estaban realizando esas sesiones.

Las barras repudiaron la intervención de varios oradores, un representante metalúrgico se refirió “a los lacayos del interventor de la CGT” por lo cual se le retiró el uso de la palabra.

El Congreso se iba a reanudar el 3 de septiembre pero como las barras se negaban a retirarse entonces Patrón Laplacette suspendió las sesiones, antes de eso el representante de Empleados de Comercio enrolado en el sindicalismo oficialista habló por espacio de 10 minutos en medio de silbidos, el mercantil intentaba justificar a su gremio por la denuncia de irregularidades en la elección de su Comisión Directiva, también el discurso del representante de la Unión Ferroviaria fue objeto de silbatina y gritos.

El 4 de septiembre sin la presencia de las barras se reinició el Congreso, el delegado de la Unión Ferroviaria recordó que en 1951 los trabajadores habían sido movilizados, mientras el delegado hacía uso de la palabra varios delegados se levantaron de sus asientos y se ubicaron en el fondo del salón para volver a ocupar sus lugares cuando el ferroviario concluyó con su exposición.

A renglón seguido el representante de la UOM explicó el motivo de la actitud que se debía a que el representante de la UF había introducido “cuestiones políticas”, también protestó por la exclusión de la barra, algo similar volvió a ocurrir cuando expuso el representante de UPCN que se refirió a los símbolos peronistas que estaban impresos en la anterior estatuto de la CGT.

Se vota el despacho de la Comisión de Poderes donde estaban expresadas las dos posiciones enfrentadas en el Congreso, por el sector oficialista estaba el representante de los trabajadores de Imprenta y por los opositores Agustín Tosco, para sorpresa del gobierno ganó la posición de los opositores por 298 a 291, aquellos que sostenían la posición triunfante aplaudieron de pie.

Decía la declaración aprobada “…la clase trabajadores ha sido limitada en su facultad para elegir a los representantes que ella consideraba conveniente…” Y alertaba que nunca más debía producirse“… una ingerencia extraña al movimiento obrero, inhabilitando a trabajadores sin delito común… que la imprescindible necesidad de recuperar la CGT nos lleva a reconocer este Congreso pero nunca el procedimiento de inhabilitaciones”.

Y concluía “Que en base a la unidad y al porvenir de la clase trabajadora sugerimos: 1° Manifestar la más enérgica protesta, a través de los fundamentos enunciados en los considerandos, por el proceso de inhabilitaciones que se llevó a cabo. 2° Aceptar por única y exclusiva vez la constitución del Congreso de la CGT en la forma en que ha sido hecho por la intervención en la misma, donde la imprescindible urgencia de recuperar este auténtico organismo obrero, sin que esto implique que este congreso esté privado de juzgar tal actitud”. (80)

El 5 de septiembre se anunciaba que se retiraban varios gremios cuyas elecciones fueron cuestionadas, entre ellos la UF, empleados de comercio, vestido, municipales, gastronómicos y parte de ATE, por lo cual no se podía sesionar hasta que se expidiera la Comisión Verificadora.

Un delegado del gremio cervecero cuestionó duramente a quienes se retiraron y concluyó con una lapidaria frase: “Claro que eso no lo puede hacer un dirigente que, cuando su gremio declare la huelga, hace encarcelar a sus compañeros, porque un verdadero dirigente, si su gremio adopta una actitud, aunque sea equivocada, debe respetarla”. (81) El orador fue aplaudido.

Ante el retiro de los gremialistas oficialistas algunos sindicatos mocionan levantar las sesiones en cambio otros proponen continuar, en tanto Patrón Laplacette de manera unilateral decidió suspender las sesiones, provocando el cuestionamiento de muchos delegados.

Los gremios opositores que se quedaron en el Congreso emitieron un comunicado que decía: “Es la culminación de una serie de errores y desaciertos por parte de la intervención…”. Se le solicita al interventor que se continúe con el Congreso el día 9.

Ante la falta de respuesta se decide continuar con el Congreso autovocándose el día 16 en el Sindicato de Sanidad.

Antes de esta autoconvocatoria se realizó una reunión de 14 representantes 7 de cada uno de los grupos, el sector de los opositores que permaneció en el Congreso denunciaba que una carta enviada al Interventor le fue devuelta porque el capitán de navío consideró que los términos eran improcedentes, por lo que volvieron a enviarle otra carta emplazándolo a que en 48 horas se reiniciara el congreso.

Los gremios opositores envían una carta al presidente denunciando al interventor de la CGT:“Respondiendo a maniobras dilatorias se niega a reanudar las sesiones interrumpidas, violando expresamente los términos de las bases sobre las cuales se organiza el congreso”. (82)

El 23 de septiembre se realizó una reunión de la Comisión Verificadora en la biblioteca de la CGT concurriendo representantes de los dos sectores, los opositores volvieron a proponer continuar con el Congreso mientras que los oficialistas reclamaban que primero se expidiera la Comisión Verificadora.

Cuando se iba a proceder a la votación nuevamente el sector que apoyaba al gobierno optó por retirarse.

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(79) La Prensa 25/8/1957
(80) La Prensa 25/9/1957
(81) La Prensa 6/9/1957
(82) La Prensa 18/9/1957

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