El Forjista

Revolución libertadora

El gobierno de Aramburu

Los partidos políticos

Los partidos se convirtieron en un incondicional sostén de la dictadura aramburista, particularmente el radicalismo y el socialismo, también los hicieron otros dos partidos menores, los Demócratas Progresistas cuya influencia se limitaba a la provincia de Santa Fe y los conservadores que se encontraban prácticamente en extinción.

En el seno de la Unión Cívica Radical el sector denominado unionista representaba a la tendencia más conservadora, en un acto realizado en la ciudad de La Plata el dirigente Isaac Sánchez Larios mencionaba con orgullo su oposición al peronismo que derivó en una actitud golpista, decía el dirigente: “Por eso propiciamos la abstención activa y la renuncia a las bancas legislativas, para no ofrecer nuestra colaboración a esa farsa democrática que imperaba en el país y crear al mismo tiempo, el ambiente revolucionario que permitiría a las fuerzas armadas concretar las aspiraciones del pueblo libre”. (20)

Extraña forma de ejercer el mandato popular ya que en vez de actuar desde una banca que era el lugar para el que había sido elegido, prefirió renunciar para conspirar y crear las condiciones para el golpe militar.

Sin embargo este sector resultó derrotado en la elección interna del radicalismo de la Provincia de Buenos Aires triunfando el sector llamado “Intransigencia y Renovación” que proponía como presidente al dirigente Crisólogo Larralde como presidente del partido y a Ricardo Balbín y Oscar Alende como delegados al Comité Nacional.

El Partido Socialista fue otro pilar sobre el que sostuvo el gobierno, en la celebración por el retorno a la Casa del Pueblo de la calle Rivadavia al 2100 que había sufrido un incendio durante el gobierno peronista, el dirigente Ramón Muñiz expresaba eufórico: “Hay que apoyar la Revolución Libertadora, de la cual el ejército fue la fuerza material y la civilidad el motor que la forjó y la empujó”.

En tanto Américo Ghioldi también convocaba a apoyar al gobierno: “…no para alarmar ya que el gobierno está firme y le sobran fuerzas sino para saber la verdad, es conveniente que diga que el hombre que estafó al país, utiliza ahora su dinero en turbias maniobras de sabotaje y confusión, utilizando pequeños grupos de resentidos, desplazados o enceguecidos”. (21)

Este dirigente junto a Isaac Rojas fueron los mayores exponentes del odio antiperonista, sentimiento que siguieron alentando hasta el final de sus días, Ghioldi, al que no podemos acusar de incoherente, fue embajador de la sangrienta dictadura que se inició en 1976.

Al comenzar el año 1956 la Junta Consultiva organizó un acto de apoyo al gobierno en la Plaza Congreso, hablaron Luis María Bullrich en representación de los “católicos democráticos” según lo define el diario La Nación, José Aguirre Cámara por el Partido Demócrata de Córdoba, el socialista Américo Ghioldi, Oscar López Serrot por el radicalismo, Luciano Molina en representación de la democracia progresista, y Zavala Ortiz por el sector unionista de la UCR.

Ghioldi expresó en la oportunidad: “Tome la clase trabajadora la bandera de la libertad en sus manos y la justicia social tendrá un desarrollo insospechado en el curso de pocos años, a punto que se transformará maravillosamente la condición humana de los argentinos. Trabajemos todos cada vez más y mejor. Esta es la consigna de la hora. Hay que aumentar la productividad económica”. (22)

El Partido Demócrata Cristiano de la Argentina que en la actualidad es poco más que un sello, tuvo su origen como agrupación antiperonista en 1954 cuando comenzó el conflicto de la Iglesia con el peronismo, también mostró su sostén al gobierno de Aramburu principalmente en aquellas medidas que significaban un retroceso en la legislación, como fue dejar sin efecto la Ley de Divorcio que aprobó el peronismo, debieron pasar más de 30 años para que una ley similar fuera promulgada normalizando la situación de miles de parejas.

Mientras tanto en la UCR resultan elegidos Arturo Frondizi como presidente y Oscar Alende como vice, en la declaración del Congreso partidario se expresa el apoyo al gobierno.

A mediados de 1956 comenzaron a surgir diferencias entre los partidos que habían apoyado el golpe de estado, la diferencia principal emerge en el seno de la UCR, la Junta Consultiva resulta una caja de resonancia de esas disputas y el dirigente radical Zavala Ortiz propuso su disolución, en tanto Ricardo Balbín renunciaba a la secretaría de Movimiento de Intransigencia y Renovación por discrepancias en el mecanismo de elección del candidato a presidente, el dirigente del radicalismo cordobés Amadeo Sabattini lo felicita por la decisión.

El conflicto dentro de la UCR no tardará en estallar en toda su magnitud, la Convención Nacional proclama la fórmula Frondizi- Gómez, el sector contrario desconoce la fórmula indicando que la convención era nula y fraudulenta.

El dirigente radical Miguel Ángel Zavala Ortiz anunciaba la convocatoria a otra Convención Nacional de la UCR consumando la división partidaria.

El socialista Américo Ghioldi que tenía todos los medios de comunicación a su disposición salió a realizar declaraciones ante la aparición del libro de Perón “La fuerza es el derecho de las bestias” en la cual denunciaba a los golpistas y sus vínculos con poderes extranjeros, decía el político oficialista: “El que escribe sobre bestias mirándose al espejo dispone de dinero robado al país en cantidad que sería suficiente para resolver en gran parte el problema petrolífero”.(23)

Hacia fines de 1957 Aramburu decide cambiar su gabinete y convoca como Ministro del Interior al dirigente de la tendencia más conservadora del radicalismo Carlos Alconada Aramburú, el nuevo ministro declaró: “Sólo puedo decirles que me incorporo al ministerio nacional cuando se inicia precisamente el período de realización democrática en cumplimiento pleno de los altos fines de la Revolución Libertadora…He de aportar a esa realización mi capacidad y mi firme adhesión a la causa de la revolución…” (24)

Sorprendentemente unos días después de su asunción, el funcionario declaró que en el país no existían presos gremiales ni políticos cuando las detenciones se podían contabilizar por miles.

El Ministerio de Economía lo ocupó Roberto Vernier, entre sus antecedentes estaba haber colaborado con Raúl Prebisch en 1939 en el Banco Central constituido de acuerdo a las necesidades imperiales del gobierno británico. En un comunicado de la agencia United Press se mencionaba a fuentes norteamericanas que señalaban que la designación de Vernier era considerada un paso hacia la libre empresa, actitud que coincidía con los objetivos del gobierno norteamericano.

También se designó un nuevo intendente de la Ciudad de Buenos Aires, Eduardo Bergalli, entre los antecedentes que la prensa mencionaba era el haber participado de los acontecimientos del 16 de junio de 1955 cuando se bombardeó la Plaza de Mayo provocando la masacre de trabajadores que iban a cumplir con sus labores y también había tenido una acción destacada en el golpe del 16 de septiembre de 1955, el nuevo funcionario era miembro de la UCR de Entre Ríos.

La UCR de la Provincia de Buenos Aires también resuelve desconocer el Comité Nacional en un documento que firmaba su presidente Crisólogo Larralde, en respuesta la Mesa Directiva del Comité Nacional decide intervenir el distrito, mientras que Oscar Alende se pronunció a favor de la línea que lideraba Arturo Frondizi.

La radio fue puesta al servicio de los políticos favorables al gobierno, Ernesto Sanmartino del sector más reaccionario de la UCR criticaba desde Radio Splendid a Frondizi que estaba comenzado a tomar distancia del gobierno, y también aprovechó la oportunidad para explicar su término racista expresado en el Congreso el 25 de junio de 1947, decía el dirigente: “Cuando hablé del aluvión zoológico me estaba refiriendo a ese sector engañado, a esa turbamulta engañada con procedimientos demagógicos que se sumó al pueblo argentino para este pronunciamiento”. (25)

Esta ‘aclaración’ no hace sino poner en evidencia el desprecio de estos políticos por los sectores populares, actitud que aún vemos en nuestra política cuando un dirigente afirma que los beneficiarios de los planes sociales gastan el dinero recibido en ese concepto en droga y juegos de azar.

El 14 de marzo de 1957 se realizó un acto en la Plaza Once organizado por el sector de la UCR que había conformado un Comité Provisional presidido por Crisólogo Larralde, hizo uso de la palabra Ricardo Balbín y Zavala Ortiz, antes de comenzar se cantó el Himno Nacional y la denominada“Marcha de la Libertad” que era la canción que identificaba a la “Revolución Libertadora”.

Balbín expresó en ese acto: “Los intentos de regresos perturbadores y absurdos fueron vencidos por el valor, la decisión y entereza de los nobles equipos de la Revolución, que luego de destruir el régimen dictatorial caminaban con ánimo de cumplir la etapa final que aspira el pueblo y que estoy seguro se cumplirá inexorablemente”. (26)

Unos días después se dio a conocer formalmente la división de la UCR, mientras que la que lideraba Frondizi le colocó el aditamento de Intransigente (UCRI), el sector comandado por Larralde y Balbín sería inscripto con el agregado “del Pueblo”, (UCRP).

Mientras que la UCRI se alejaba del gobierno y se acercaba secretamente al peronismo, la UCRP y el Partido Socialista competían por convertirse en los continuadores más leales de la dictadura aramburista, en el acto socialista por el Día del Trabajador Alicia Moreau de Justo proclamaba:“Hoy y aquí el socialismo no separa su suerte de la suerte de la Revolución Libertadora. La ha querido con ansia, ha luchado por ella y seguirá luchando para que sea imposible el retorno al pasado”. (27)

La Comisión de Abogados de la UCRI formada por los doctores Ricardo Rojo, Lorenzo Blanco y Rafael Belaustegui realizaron una conferencia de prensa donde denunciaron que cuatro personas habían sido torturadas con picanas en una comisaría de San Justo, se trataba de presos políticos que según el Ministro del Interior radical no existían.

El peronismo había convocado al voto en blanco para las elecciones a Constituyentes Constitucionales para modificar la Carta de 1949, Aramburu debió salir a evitar una catarata de votos en blanco “El voto en blanco es una actitud negativa que no se justifica. Teniendo el pueblo el pleno goce de sus derechos individuales y de las libertades fundamentales no se explica que haya hombres – dirigentes o no dirigentes – que propugnen el voto en blanco”. (28)

La UCRI, el Partido Laborista y la Unión Federal impugnaron la convocatoria a la reforma constitucional, en cambio la UCRP adhería fervientemente al llamado del gobierno, Ernesto Sanmartino decía que no había que discutir una nueva Constitución: “…porque no hay otra que la del 53; la otra es producto de la tiranía y de un doble fraude institucional y político votada sin libertad, que sólo tuvo el favor de un 44% del electorado y que está suscripta por delincuentes convictos y confesos”. (29)

En este clima político propicio para el surgimiento de agrupaciones que adhirieran a las ideas liberales, nacía el primer experimento de Alvaro Alsogaray con el Partido Cívico Independiente que en un acto partidario declaraba: “No queremos, ni tendremos trato alguno con los delincuentes y aprovechados que usufructuaron el régimen anterior al amparo del intervencionismo imperante entonces”. (30)

La lista de candidatos de este partido mostraba a entusiastas defensores de las corporaciones económicas y funcionarios de las distintas dictaduras que asolaron nuestro país, tales como Luis Otero Monsegur, Carlos Martín Marcelo Noel, Juan Baustista Peña, Alfredo Peralta Ramos, Juan Ernesto Alemán, Francisco Siracusano y Olga Perla Bomchil.

El cierre de campaña del Partido Socialista para la elección de Constituyentes se realizó frente a la Casa del Pueblo donde habló Alfredo Palacio que dijo: “La revolución ha destruido el régimen de ignominia, no un orden constitucional, derribando a un tirano y en representación del pueblo, y en virtud de facultades naturales convoca ahora a la constituyente, que una vez reunida no admitirá limitaciones que no provengan de ella misma, pues será la auténtica expresión de la soberanía surgida de un ambiente de libertad”. (31)

El 28 de julio de 1957 se realizó la elección de convencionales constituyentes que significará una desagradable sorpresa para el gobierno, los partidos oficialistas y la prensa, el diario La Prensa festejaba al día siguiente que la UCRP había ganado en la Capital Federal, pero trataba de ocultar la catarata de votos en blancos que repudiaban al gobierno antiperonista.

Dos días después de las elecciones La Prensa reconocía que el voto en blanco había ganado en varias provincias, sin embargo daba cómputos generales donde colocaba en primer término a la UCRP y recién en el segundo lugar al voto en blanco, que fue el que obtuvo mayor cantidad de apoyos y que significó un duro golpe para la dictadura de Aramburu.

Los convencionales elegidos quedaron repartidos de la siguiente manera: 75 representantes para la UCRP, 78 para la UCRI, 11 para el socialismo, 6 para la democracia cristiana, 8 para el Partido Demócrata, 6 para la democracia progresista, 2 comunistas, 2 laboristas y uno sólo para el Cívico Independiente de Alsogaray.

La Convención Constituyente nació deslegitimada por el gran apoyo que obtuvo el voto en blanco y por las diferencias que comenzaron a manifestarse entre los partidos que obligó a suspender varias sesiones por falta de quórum. La única decisión que pudieron adoptar fue poner en vigencia la Constitución de 1853 y agregarle el artículo 14 bis.

El 14 de noviembre de ese año se clausuró sin pena ni gloria la Convención Constituyente y se anuncian elecciones para febrero de 1958.

En el Congreso del Partido Socialista se desata una interna entre el sector de Palacios, mayoritario y el de Ghioldi, minoritario, los adherentes de éste último concluyen retirándose de la Convención, sin embargo ambos grupos apoyaban fervientemente al gobierno al punto de interrumpir las sesiones del Congreso para realizar una marcha a la Plaza San Martín para brindar un homenaje a la Revolución Libertadora.

Otro sector que comenzó su participación en la vida política fue el neoperonismo, un sector con origen en el justicialismo pero que desconocía la conducción de Perón, se lo llegó a definir como“el peronismo sin Perón”, Atilio Bramuglia y Alejandro Leloir fueron los primeros exponentes de esta tendencia que era alentada por el gobierno para alentar la división en el seno del Movimiento Nacional y que en la elección utilizaron la sigla Unión Popular.

Se acercaban las elecciones a presidente y comenzó a circular la versión de un acuerdo entre Perón y Frondizi, éste último debió salir reiteradamente a desmentir cualquier pacto señalando “No hemos contraído pactos ni compromisos”. En la campaña el candidato radical intransigente promete terminar con las inhabilitaciones dispuestas por el gobierno que pesaba sobre miles de políticos y gremialistas peronistas, también promete un aumento salarial de emergencia y derogar aquellos decretos que limitan el derecho de huelga y los convenios colectivos de trabajo.

Pero más allá de las desmentidas de Frondizi el pacto existió, por lo cual el Comando Táctico Peronista denuncia que el gobierno intentaba dispersar el voto peronista impulsando paradójicamente el voto en blanco o por opciones neoperonistas, aclarando para que no quedaran dudas: “El apoyo al doctor Frondizi es la orden”, los peronistas también denuncian que los portadores de las instrucciones habían sido detenidos, ellos eran Eleuterio Cardozo , Armando Cabo, Rene Orsi, Carlos Pierini y Héctor Lupo.

Un comunicado del peronismo emitido unos días antes de la elección convocaba a “Votar en contra de la candidatura del Dr. Balbín; que representa el continuismo”.

Se reproducían las instrucciones de Perón desde la Ciudad Trujillo que decía: “La perpetuación del régimen que viene soportando mi país desde la caída del peronismo; se sintetiza en una política de injusticia social, opresión política y entrega del patrimonio nacional de la voracidad de los grandes capitalistas internacionales” (32) Terminaba convocando a votar por Frondizi.

Mientras tanto los políticos oficialistas continuaban con su exaltación al proceso iniciado con el golpe de estado, el socialista Palacios declaraba: “Hemos sido entusiastas defensores del gobierno de la Revolución por el sólo hecho de haber alejado al tirano”. (33)

Mientras Luis Otero Monsegur candidato a senador por el Partido Cívico Independiente expresaba:“No se vota por partidos o programas sino en contra o a favor de la Revolución Libertadora”. (34)

Y el principal exponente del continuismo Ricardo Balbín en el cierre de campaña exclamó: “Yo quisiera que los luchadores de septiembre se asomaran a esta plaza, aquí está por lo que ustedes han lucharon. Algunos negaron el proceso revolucionario, otros lo aprovecharon, nosotros lo hemos defendido porque lo sabíamos honrado”. (35)

Luego de realizar el recuento de votos se informó que Frondizi ganaba la presidencia con cuatro millones de votos y que Balbín había obtenido dos millones y medio, el tercer lugar lo ocupaban los votos en blanco con 700.000, eso daba 319 electores para la UCRI y 140 para la UCRP, en cuanto a diputados los ganadores obtenían 133 y la UCRP 52.

De esta manera Frondizi lograba el triunfo por el apoyo del peronismo, también había un alto porcentaje de votos en blanco de peronistas que se negaban a apoyar a Frondizi, también el resultado significaba una derrota para el gobierno, otra conclusión de los resultados electorales fue que los grupos neoperonistas mostraron la escasa adhesión que concitaban.

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(20) El Mundo 26/11/1955
(21) La Nación 28/12/1955
(22) La Nación 11/1/1956
(23) La Prensa 14/1/1957
(24) La Prensa 26/1/1957
(25) La Prensa 17/2/1957
(26) La Nación 15/3/1957
(27) La Prensa 2/5/1957
(28) La Prensa 24/7/1957
(29) La Prensa 27/7/1957
(30) Idem
(31) Idem
(32) Clarín 21/2/1958
(33) Clarín 5/2/1958
(34) Clarín 13/2/1958
(35) Clarín 22/2/1958

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