El Forjista

León Gieco

El Embudo

Letra: Marcelo Berbel / Música: León Gieco

 

  Tal vez nunca meditó
que usted con esa dos manos
asiste a pagos lejanos,
dándole luz y calor.
Que también mueve el motor,
que anda el cielo y anda el mar
o autopistas de ciudad
y las comunicaciones,
sin saber por qué razones
nada viene y todo va.

Fíjese en el caño aquel,
es el famoso oleoducto.
Por donde se van los frutos,
como quien dice a granel.
Le costará comprender
por qué este petróleo nuestro,
lo industrializan tan lejos
y el subproducto después
vuelve a su tierra otra vez,
sabe Dios por que manejos.

Nuestro gas es entubado
en caños de alta presión,
que llevan calefacción
para entibiar otros pagos.
No se me quede asombrado
si le digo que en el gas
van muchas cositas más,
con variadas propiedades,
que enriquecen otros lares
y empobrecen los de acá.  

Y los parques nacionales
parecieran extranjeros,
porque ahí somos forasteros
los nativos y locales.
Y en sus bosques colosales,
sucede que en ocasiones
se convierten en tizones,
los leños que nadie saca
y andan con bosta de vaca,
en los ranchos los fogones.

Y aquellas torres en fila,
sujetando el cablerío,
se llevan de nuestro ríos
lo mejor de la energía.
No es una ocurrencia mía,
ni lo quiero avergonzar,
pero póngase a pensar:
que pasaría si nos dieran
por todo lo que se llevan,
lo justito y nada más.

Seguimos siendo colonia
de la gallina de arriba.
Federalismo mentira,
desde que tengo memoria.
Allá se inventa la historia,
aquí se escribe con sangre,
mas vienen de tarde en tarde,
en vísperas de elecciones,
a prometer soluciones
que ya no engrupen a nadie

 No hablemos de agua pesada,
regalías minerales,
nada viene, todo sale,
estrujando la ordeñada.
La cuestión está estudiada
para dejarnos de luto.
Usando cualquier conducto
se llevan hasta la tierra,
si nuestro sudor sirviera
ya habría algún sudoructo.

 

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