El Forjista

El triunfo del pueblo boliviano

 

Los buenos gobiernos producen hitos por los cuales son recordados por la historia de sus respectivos países, además son esas medidas que afectan positivamente la vida de sus gobernados las que justifican por sí solas el paso por la gestión.

Ha habido gobiernos que han llevado a la práctica varias acciones a favor de su pueblo pero que con una sola de ellas habrían justificado haber sido elegidos por su pueblo para conducirlo.

Por el contrario, existen una inmensidad de decisiones de los gobiernos que pueden producir un enorme revuelo en el presente, levantar acaloradas opiniones favorables o contrarias, pero no que justificarán un solo renglón de un libro de historia.

Por supuesto que existen otros gobiernos de los cuales será muy difícil o tal vez imposible rescatar algo importante, menos aún si se usa como medida el bienestar del pueblo.

Un ejemplo de lo señalado en primer término son los gobiernos de Raúl Alfonsín, Néstor Kirchner y Cristina Fernández que han plasmado desde la recuperación de la democracia en 1983 una serie de trascendentales actos de gobierno para la consolidación de la democracia y la mejora del nivel de vida de los argentinos.

Alfonsín con el Juicio a las Juntas Militares y el Nunca Más, el inicio de una política de acercamiento a los países de América Latina y la consolidación de las instituciones de la democracia será recordado como el gestor principal de nuestra democracia moderna.

Néstor Kirchner con la política de Derechos Humanos que terminó con la impunidad de los genocidas, la renegociación de la deuda con una quita formidable, la recuperación de la independencia económica a partir de liberar al país de la dependencia del FMI, la conclusión de la represión de las fuerzas de seguridad, el haber descongelado las jubilaciones y la restauración de las Paritarias pasará a la historia como el encargado de sacar al país de ese abismo en que se sumergió con la crisis del neoliberalismo en 2001.

Y Cristina Fernández con la nacionalización de las AFJP recuperando los fondos de los jubilados y la aplicación de la movilidad de las jubilaciones, la Asignación Universal por Hijo, las Nacionalizaciones de Aerolíneas Argentinas e YPF, el Matrimonio Igualitario, la Ley de Medios y el Futbol para todos, será recordada como quien tuvo el enorme coraje de enfrentar a la oligarquía para mejorar el nivel de vida de millones de argentinos en particular de los sectores más humildes.

Al cumplirse apenas un año del mandato de Alberto Fernández, sacudido por esa pandemia que asoló y desconcertó al mundo entero, sin embargo, es posible señalar tres sucesos que son de una inmensa significación.

Tales logros son: la recuperación de un sistema de Salud destruido por el macrismo incluyendo las medidas adecuadas para que el país pueda obtener las distintas vacunas a punto de aprobarse, la renegociación de la inmensa deuda externa, otra herencia del nefasto gobierno anterior y el retorno a la democracia de nuestro país hermano de Bolivia que también significó el regreso a su país del líder del MAS y ex presidente Evo Morales.

La activa participación de nuestro presidente en conjunto con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador salvaron la vida de Evo Morales y su vicepresidente Álvaro García Linera, además el haber permitido el asilo de Evo en nuestro país, posibilitó que se mantuviera cerca de su país y de esa manera pudiera conducir la campaña electoral para concretar el enorme triunfo de la fórmula conformada por Luis Arce y David Choquehuanca en la primera vuelta electoral.

La heroica movilización del pueblo boliviano enfrentando a las fuerzas represivas de la dictadora Jeanine Añez fue determinante para este triunfo.

El día de la asunción de la fórmula ganadora resultó emocionante ver a los legisladores del MAS agradecer a nuestro presidente por haber actuado de manera tan firme ante el embate del imperio comandado por Trump y su lacayo, el secretario de la OEA, Luis Almagro, con la complicidad del gobierno de Macri que apoyó el golpe de Estado.

También resultó conmovedor escuchar las palabras de Evo Morales al despedirse de la Argentina llamando hermano a Alberto Fernández y agradeciéndole reiteradamente haberle salvado la vida.

Evo Morales dijo en la Quiaca antes de cruzar a Villazón en Bolivia: “Parte de mi vida va a quedar en Argentina después de estar once meses. Muchas gracias. No me sentí abandonado”.

En el mismo acto Alberto Fernández dijo: “Somos parte de una Patria Grande que quiere crecer, que quiere tener justicia, que quiere el desarrollo para todos y que quiere abrazar a todos”.

También fue impresionante el imponente recibimiento que el pueblo boliviano le tributó a su líder siempre acompañado de su vice Álvaro García Linera, y que fue otra comprobación irrefutable del cariño de los bolivianos por el que fue un extraordinario presidente.

Y ya en Villazón Evo dijo: "Ahora nos toca cuidar a Lucho como presidente, cuidar nuestro proceso de cambio, la derecha no duerme, el imperio siempre está mirando nuestros recursos naturales; pero con esta experiencia, con más fuerza, ya se acabó el tiempo de llorar, ahora debemos organizarnos".

Los que creemos que no hay salida individual para los países de América Latina sino que es necesario un accionar conjunto, tal como soñaron nuestros Libertadores, estamos orgullosos por la actuación del gobierno de Alberto Fernández para restaurar la democracia en Bolivia y que gobiernen aquellos que el pueblo boliviano haya elegido por una abrumadora mayoría.

Volver a la Página Principal