El Forjista
El director y guionista estadounidense Oliver Stone ha mostrado, en su larga y exitosa trayectoria, un compromiso político que lo ha llevado a cuestionar reiteradamente el sistema imperante en su país y que ha puesto en evidencia su enorme respeto por las luchas de los pueblos latinoamericanos por su liberación.
En su filmografía es posible destacar el documental del 2009 "Al sur de la frontera" donde realiza entrevistas a los presidentes progresistas latinoamericanos como Evo Morales, Cristina Fernández de Kirchner, Rafael Correa, Raúl Castro, Fernando Lugo y Ignacio Lula Da Silva; en tanto que en el 2014 en "Mi amigo Hugo" rindió un sentido homenaje a Hugo Chávez con el cuál llegó a entablar una relación de mutua admiración.
Ahora con "Snowden" recientemente estrenada en la Argentina, Stone vuelve a mostrar su compromiso con las causas que ponen en evidencia el peligro que corren las democracias cuando las grandes potencias se dedican a controlar y vigilar la vida de los ciudadanos en todo el mundo.
Seguramente esta película conformará una trilogía junto al libro de Glenn Greenwald "Snowden, sin lugar donde esconderse" y del documental de Laura Poitras "Citizenfour", ganadora del Oscar en 2014, todos estos documentos nos ilustran sobre lo ocurrido con las filtraciones promovidas por Edward Snowden que permitieron que el mundo se enterara de los manejos ilegales de la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos y de sus socios en todos los continentes, principalmente por su hermana inglesa conocida bajo la sigla GCHQ correspondiente al Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno.
Esta película es indispensable para conocer los peligrosos que resultan ciertos gobiernos cuando se escapan del control de los ciudadanos y pasan a ocuparse centralmente de mantener una estricta vigilancia de todas las actividades que desarrollan las personas tornando la remanida democracia en una parodia donde la privacidad de los individuos no es más que una ficción.
La película de Oliver Stone se esfuerza, para que aún aquellos espectadores alejados del mundo de las computadoras y la seguridad informática puedan entender las maniobras de las agencias de inteligencia para espiar en todo el mundo bajo la excusa de la lucha contra el terrorismo, sin embargo queda claro que el espionaje es utilizado sin control alguno para desestabilizar gobiernos considerados que no son suficientemente sumisos y para beneficiar a las empresas norteamericanas en detrimento de sus competidoras.
El film muestra muy adecuadamente la transformación sufrida por Edward Snowden, pasando de una posición conservadora acrítica a la política externa del gobierno de su país a ser un disidente que terminó provocando una de las filtraciones de documentos secretos más importantes de la historia mundial.
También queda claro que en esto de espiar no hay demasiada diferencia entre los dos partidos estadounidense que se alternan en el gobierno, las esperanzas para Obama hiciera algo diferente se diluyeron rápidamente.
Precisamente una de las cuestiones más escalofriantes es verificar como se utilizan los adelantos tecnológicos como los satélites y los drones para asesinar a disidentes políticos en cualquier parte del mundo lo que lleva muchas veces a preguntarnos quíenes son realmente los terroristas. Obama fue un promotor insaciable de este tipo de ataques.
A pesar de los intentos del gobierno de los Estados Unidos y de la gran prensa de ese país por calumniarlo y difamarlo, lo que queda absolutamente en evidencia es que Snowden es un hombre de convicciones que estuvo dispuesto a arriesgar su seguridad, su trabajo y su familia para actuar en concordancia con sus creencias para que muchas personas en todo el mundo puedan abrir sus ojos y sus mentes para descubrir quienes son realmente quienes ponen en peligro la convivencia pacífica y la democracia.