El Forjista
La semana antes que asumiera Macri la visitó a Cristina en la Quinta de Olivos, quería que la entrega se realizara en la Casa Rosada pero Cristina sostenía que debía realizarse en el Congreso ya que el presidente que asume debe efectuar su discurso en ese ámbito y por lo tanto debía realizarlo después de asumir, se tomó el trabajo de leerle el artículo 93 de la Constitución al final Macri accedió y la entrega se realizaría en el Congreso.
Pero al otro día se arrepintió la llamó a la presidenta y de malos modos y a los gritos la culpaba de quererle arruinarle la asunción, Cristina le pidió que no gritara pero como Macri seguía en esa tónica violenta decidió cortarle.
Cristina especula que posiblemente Macri tuviera temor que en las bandejas hubiera militantes kirchneristas que le gritaran y que hubiera en el exterior mucha gente despidiendo a Cristina, hubo un gran despliegue policial con vallas para que la gente no se acerque y los partidarios tenían pulseras que los identificaban, a partir de ese momento todos los actos de Cambiemos tuvieron esa modalidad, con excepción de las movilizaciones realizadas después de la contundente derrota en las PASO.
La conclusión a la que llegaba Cristina era la siguiente: “Este episodio, sin embargo, fue revelador del grado de odio y de una manipulación judicial inédita que despuntaba en Argentina; pero sobre todo, de lo que Mauricio Macri y quienes lo acompañaban están dispuestos a hacer”.
Luego Cristina llamó machirulo a Macri en más de una oportunidad tal vez esa conclusión la obtuvo después de esa conversación en que Macri le gritó a una mujer que además era presidenta.
Durante los primeros meses Cristina optó por alejarse de la vida pública, pasaba la mayor parte del tiempo en Santa Cruz disfrutando de sus nietos, pero ya en esos primeros días del mandato de Macri se adivinaba perfectamente el rumbo que adoptaba con la detención de Milagro Sala y la designación en el gabinete y los principales cargos de gerentes y dueños de grandes empresas que al poco de andar se pudo ver que se apoderaban del Estado para beneficio personal y de esas empresas.
Era difícil que pasara otra cosa porque muchos de ellos, comenzando con el presidente, llegaban con un prontuario que dejaba traslucir sus intenciones, Macri había sido acusado de contrabando y salvado por la corte menemista, situación que años después sirvió para hacerle juicio político a uno de sus miembros, en tanto que durante la dictadura los argentinos debieron hacerse cargo de la deuda externa del grupo familiar cuando la misma fue estatizada por Domingo Cavallo, además llegaba con varias empresas off-shore que salieron a la luz con el escándalo de los Panamá Papers y asumía la presidencia procesado por escuchas ilegales.
El comienzo del desastre con destrucción de la industria nacional y empobrecimiento generalizado se justificó por la “pesada herencia”, todo acompañado de un discurso moralizante que servía para perseguir a quienes cuestionaban el rumbo que llevaba a la Argentina hacia el precipicio.
El 19 de abril de 2016 Cristina se tuvo que presentar en Comodoro Py como resultado del lawfare iniciado por el impresentable juez Bonadío y su implacable persecución a los funcionarios del anterior gobierno y en especial a la que fuera presidenta.
Ese día la militancia convocó a un multitudinario acto donde habló Cristina que con su lucidez habitual realizó una amplia convocatoria ciudadana a todos los que estaban siendo afectadas por esas medidas impulsadas por el gobierno, mientras convocaba a sus adherentes a no enojarse con aquellos que formaban el 51% que había elegido a Macri porque los medios de comunicación con sus infamias y engaños habían logrado distorsionar la realidad.
También es ese acto hizo silenciar los silbidos y cánticos destinados a diputados como Bosio que elegidos por el Frente para la Victoria comenzaron a actuar de manera complaciente con el macrismo votándole todas esas leyes.
Mientras los medios difamaban a Cristina y su familia, la del presidente era presentada como una familia modelo, las revistas mostraban todo el glamour de la primera dama, de la que nunca se mencionaban los valores de su vestimenta o de sus carteras, nada se publicaba de los otros hijos del presidente que además eran los herederos de una fortuna considerable.
Uno de los primeros actos del macrismo fue arreglar de manera gravosa para el país con los usureros fondos buitres pagándole incluso más de lo que reclamaban, de esa manera dejaban el camino libre para un endeudamiento feroz que colocó al país en su situación desesperada.
“Se robaron un PBI” fue parte de la operación de desprestigio de los medios oficialistas, con absoluta ignorancia de los números, el PBI llegaba a los 100.000 millones de dólares cuando llegó al gobierno, luego de tres gobiernos se había quintuplicado, pero Macri lo redujo a los 370.000 millones de dólares al finalizar el 2018.
Mientras que el INDEC estimaba que a comienzos de 2017 había 240.000 millones de dólares de argentinos en el exterior, mucho de eso era de los miembros del gabinete de Macri y del presidente que tenían sus ahorros afuera, por eso Cristina afirma que cuando buscaban la ruta del dinero K se encontraron con la ruta del dinero M, y afirma con razón que “hablan de mafia porque ellos son la mafia”.
El camino al endeudamiento feroz duró dos años y medio, hasta que le dijeron basta y el gobierno recurrió al Fondo Monetario Internacional que prestó la cifra récord de 56.000 millones de dólares, gran parte de lo cual se fugó, la deuda externa del país llegaba a fines del 2018 al 98% del PBI, Cristina la había dejado en 53%, aunque si se considera sólo lo exigible era del 13%.
La ex presidenta no ahorra términos para referirse a esta tragedia sin igual que padeció el país: “El gobierno de Macri es una catástrofe económica y una tragedia social, provocadas por las propias política programadas y ejecutadas desde el 10 de diciembre de 2015. Nosotros sí que podemos decir que nos tocó enfrentar una crisis externa en serio.”
Se refiere a la crisis mundial del 2008 que muchos la consideran tan grave o peor a la de 1930 Pero durante el gobierno de Macri no hubo crisis, el daño al pueblo fue ocasionado por la ideología, los intereses y la insensibilidad del macrismo: “Con el gobierno de Macri es exactamente al revés: la crisis la provocaron los funcionarios de Cambiemos, pero culpan al pueblo de consumir más, o a la “crisis exterior” o al “mundo”, sin olvidar increíbles metáforas climáticas como “la tormenta””.
Siempre intentaron echarle la culpa a otros de su propia impericia, cuando se les gastó la explicación de la “pesada herencia” comenzaron con las metáforas del tiempo, hasta que llegaron a las elecciones del 11 de agosto del 2019 donde culparon directamente al pueblo por no haberlos votado y lo quisieron escarmentar con una desmesurada devaluación que hizo volar la inflación.
Sobre los votantes del macrismo señala: “Por eso, mientras escribo, creo que el gobierno de Macri expresa un 30 por ciento duro, o tal vez menos, que son antiperonistas. Son los que está en contra de los derechos humanos y de que los ricos paguen impuestos o la soja retenciones. Ese porcentaje que tiene prejuicios por ignorancia, desinformación y contra información y despotrica contra la política y contra un Estado que administre la distribución de la riqueza de todos los argentinos. Ese grupo que durante la crisis por las retenciones me gritaba ‘yegua’ o ‘puta’, y que fue clave en el triunfo de Macri en 2015, también es racista, tiene tirria a los ‘negros’”
Impecable descripción de la mentalidad discriminadora que posee la casi totalidad de las clases altas y una porción de la clase media.
La disminución o eliminación de las retenciones realizadas por Macri tuvo un terrible efecto de trasferencias de recursos desde la mayoría del pueblo hacia los terratenientes y las empresas cerealeras, proceso que se agudizó con las sucesivas devaluaciones que permitió a una porción de las patronales del campo obtener ganancias siderales mientras que los argentinos pasamos a pagar por los alimentos a valor dólar, ya se ha producido que panaderías han recibido la bolsa de harina en dólares.
Cristina siempre asumió la defensa de la mesa de los argentinos, cuando se enfrentó a las patronales del campo los medios de la oligarquía dijeron que era para recaudar, hoy queda claro que tenía la finalidad social y humanitaria de defender los precios de los artículos indispensables para que todos los argentinos se pudieran alimentar sanamente, recordemos que fuentes que no estaban vinculadas al gobierno reconocieron que en esos años el país estaba cerca del Hambre cero.
El gobierno de Néstor y Cristina se destacaron por su negativa a reprimir las manifestaciones de protestas incluidas las de las patronales campestres que violaron reiteradamente leyes, la expresidente cita el caso de Alfredo de Ángeli que estuvo cortando las rutas por cuatro meses y que no sufrió ninguna consecuencia, durante el gobierno que apoyó ese empresario devenido en legislador macrista, cuando Santiago Maldonado cortó una ruta para visibilizar los derechos del pueblo mapuche, la protesta terminó con su muerte.
En Sinceramente se recuerda que Elisa Carrió y Federico Pinedo fueron dos de los legisladores que se opusieron a la estatización que terminó con el negociado de las AFJP, a raíz de esa medida se creó el Fondo de Sustentabilidad del ANSES que el gobierno de Cristina dejó con 67.000 millones de dólares y que antes de terminar el gobierno de Macri había sido saqueado quedando en 22.000 millones, hasta el último día el macrismo metió mano en ese fondo para financiarse porque producto del descalabro económico le cerraron todas las fuentes de crédito.
Una de las mayores aberraciones jurídicas de las muchos que hubo en su mandato fue el intento inconstitucional de designar a dos miembros de la Corte Suprema por decreto en una demostración palmaria que Macri mostró del desapego a la ley y al correcto desempeño de las instituciones.
Una vez que estuvo conformada la Corte al gusto de Mauricio Macri, una de sus medidas consistió en el intento de aplicar el 2X1 en las causas de lesa humanidad, fue la reacción popular mediante una imponente manifestación las que hizo retroceder a los cortesanos y las intenciones del oficialismo.
Macri le pidió en 2018 a la dirigencia política que no siguieran las locuras de Cristina Kirchner quién le respondió que “Tratar de loca a una mujer, típico de machirulo”, a partir de ese momento el término comenzó a utilizarse con mayor frecuencia para designar a misóginos y machistas, ya el presidente tenía toda una historia vinculada a sus improperios contra las mujeres.
Si algo caracterizaba al oficialismo macrista era no haber cumplido una sola de sus promesas de campaña, en una de ellas se había comprometido a que los asalariados dejaran de pagar el Impuesto a las Ganancias, no sólo no la cumplió, sino que hubo más trabajadores pagando ese impuesto, Cristina no olvida que hubo trabajadores que fueron permeables al bombardeo de los medios de comunicación durante su gobierno con respecto a este tema.
Una de las preguntas que se hizo Cristina en reiteradas oportunidades fue la siguiente: “Me pregunto que hicimos mal para que la gente eligiera a un presidente como Mauricio Macri ¿Qué los medios de comunicación hegemónicos tuvieron un rol fundamental en el engaño y la confusión de la sociedad? Sí, absolutamente… Eso es indiscutible. Pero también hubo y hay algo en nuestra sociedad, en nosotros los argentinos y las argentinas, que nos impide la construcción de un país perdurable y vivible… ¡Qué se yo!”
En el libro se revela que después de las elecciones de 2013 cuando el kirchnerismo perdió las elecciones en la Provincia de Bs.As. con Massa, Michetti y Macri concurrieron varias veces a la Quinta de Olivos, mientras Michetti le recomendaba que no se peleara tanto a Cristina le quedó la impresión que le quería advertir que se cuidara porque la podían destituir, Macri en cambio le propuso dos medidas que luego aplicó en su gobierno.
La recomendación que le hizo Macri era la eliminación de las retenciones a varios granos y carne, y la rebaja a la soja, a lo que Cristina le advirtió que si hacía eso se iba a producir una disparada en los precios, la otra propuesta fue el de aumento de las tarifas de los servicios, en cuyas empresas Macri tenía varios amigos.
La opinión de Cristina sobre el aumento desproporcionado de tarifas en el gobierno de Macri es por demás contundente: “La transferencia de recursos, directa y sin escalas, de los bolsillos de los argentinos y de las argentinas a las empresas prestadoras de servicios públicos, dispuesta por el gobierno de Mauricio Macri y Cambiemos, es de una magnitud nunca vista en nuestro país y es directamente proporcional al empobrecimiento de la ciudadanía y a la caída de la actividad económica”.
Este es un tema crucial porque le descompaginó la vida a millones de argentinos que vivieron angustiados en como pagar tarifas con precios dolarizados: “Lograron instalar en gran parte de la sociedad que se estaba pagando muy barata la energía; todo el mundo repetía como un mantra ‘es muy poco lo que pago de luz’, ‘es muy poco lo que pago de gas’. Es increíble cómo pueden convencer a un trabajador, aun profesional de la clase media o a un comerciante para que terminen diciendo ‘pagábamos muy poco de luz’. Juro que intento imaginarme a un terrateniente decir ‘pagábamos muy poco de retenciones’ y me dan ganas de ponerme a llorar”
Y de paso Cristina nos recuerda que hubo muchos que se quejaban de lo poco que pagaban por la luz y el gas pero que cuando en su gobierno se abrió el registro para renunciar a los subsidios fueron muy pocos los que se anotaron, con catorce millones de usuario de luz y nueve millones de gas apenas 32.000 renunciaron al subsidio, dejando en evidencia la hipocresía de varios que por interés o ignorancia promovieron los aumentos de tarifas.
Cada vez que el gobierno de Cristina proponía un módico incremento de tarifas los medios salían a denunciar TARIFAZOS, los mismos que callaron y alentaron los desmesurados aumentos de tarifas del macrismo y que además no mejoraron las condiciones en cuanto a cortes de luz, este gobierno logró el triste récord de dejar sin luz a tres países, incluyendo la Argentina completa a excepción de Tierra del Fuego.
Otro negociado de la familia presidencial, los miembros de gabinete y empresarios amigos del presidente fue comprar dólares y ganar fortunas con las continuas y explosivas devaluaciones que pulverizaron el poder adquisitivo de jubilaciones y salarios, al tener gran cantidad de precios dolarizados y el descontrol que se produjo con una inflación galopante.
Cristina tiene la certeza que los fondos buitres financiaron la campaña de Cambiemos, producto de lo cual una vez que llegaron al gobierno le pagaron más de lo que reclamaban, pero también participó en la campaña de 2015 la cuestionada y quebrada empresa con sede en Londres Cambridge Analytica promoviendo una virulenta campaña de desprestigio del kirchnerismo.
El 1° de marzo de 2016 en su mensaje a la Asamblea Legislativa Macri se dedicó a denostar al gobierno anterior y a instalar la idea de que recibía una “pesada herencia” producto de que “se robaron todo”.
Tres años después en el mismo ámbito aparecía un presidente desquiciado producto del desastre en que había convertido el país, mostrando su verdadera cara que hasta ese momento el márketing había ocultado.
Así lo veía la expresidenta: “... ese 1° de marzo Mauricio Macri lo único que transmitió fue odio e impotencia y al escuchar algunas de sus mentiras, creo que también cierto grado de locura… o apenas de cinismo”.
Y se explaya más porque todos los argentinos nos sentimos un poco sorprendidos por esa versión descontrolada del presidente: “Ese 1 de marzo, no solamente apareció el verdadero Mauricio Macri, sino también la única propuesta de Cambiemos, ahora desprovista del marketing electoral: un sistema de creencias basadas en el odio al gobierno anterior – a su base social en particular- y al peronismo en general a través de la apelación constante a ‘la herencia recibida’ y a ‘los últimos setenta años’”
Fueron escasísimos los sectores que se vieron beneficiados por las políticas macristas, incluso los pequeños productores rurales que habían depositado enormes expectativas en el gobierno de Cambiemos por la reducción de las retenciones estaban padeciendo serias dificultadas producto de las tasas de interés de los bancos y los precios dolarizados de los insumos y el combustible.
Muchos pequeños ahorristas que se quejaban en el gobierno de Cristina por el llamado por los medios cepo al dólar y reclamaban la posibilidad de comprar una cantidad sin límites, cuando se levantaron las restricciones lo que se produjo fue una fuga impresionante de capitales y una especulación que puso al país en serios aprietos y con la consecuencia que esos pequeños ahorristas ya no podían comprar dólares porque su poder adquisitivo había caído de manera abrupta.
La clase media alzaba su voz de queja durante el kirchnerismo porque faltaban algunos productos importados como los vasos de Starbucks o los tampones importados, sin saberlo se convertían en defensores de los intereses de multinacionales y de los importadores, pero luego con la apertura indiscriminadas de importaciones del macrismo se produjo un aniquilamiento de la industria nacional.
También estaban los jubilados reclamando el 82 % pero que con el gobierno de Macri se les disminuyó el aumento automático que se daba anteriormente y ya no pueden pagar los medicamentos y deben restringirse al máximo con la luz y el gas.
Cristina explica esta tragedia que padece el país producto del odio que pudieron inyectar los medios y los sectores privilegiados en muchos argentinos: “¿Qué es lo que está pasando en Argentina? Creo que un factor determinante para explicar lo que sucede es el profundo odio que siente una parte de este país contra el peronismo y también las mentiras en un círculo que se retroalimenta y del que a muchos les resulta imposible salir. Se trata de un odio que empezó hace setenta años cuando el peronismo le dio derechos a la gente; derecho a tener vacaciones pagas, al aguinaldo, a ser indemnizados si los despedían, entre muchísimos otros”
A eso respondía la oligarquía y sus aliados externos con los golpes de estado, los asesinatos y las muertes de las dictaduras, pero ya no necesitan recurrir a esa metodología: “…a los dirigentes que molestan no se los disciplina igual que antes; ahora se los intenta apresar ‘por corruptos’, porque fundamentalmente la matriz que utiliza la derecha en Latinoamérica para perseguir a los opositores es el discurso en contra de la corrupción. Perón se tuvo que ir del país porque si no lo mataban y todos los dirigentes y funcionarios que lo acompañaron en sus gobiernos terminaron presos con acusaciones de corrupción”
La expresidenta realiza una magnífica reivindicación del peronismo pero también explica la reacción de los sectores oligárquicos y aquellos influenciados por estos: “La aversión hacia el peronismo ha calado muy hondo en esos sectores por su reivindicación de todo lo vinculado con los de abajo, con las clases populares, con el ‘repartir’, con ‘los negros’; reivindicó históricamente que ‘el negro’ -el cabecita negra- vaya al mismo lugar que ellos y creo que eso es, en el fondo, una de las cosas que más les moleta. Tiene que ver también -cuando se trata de las clases medias argentinas- con una profunda necesidad de imitar a las clases altas y de querer parecerse o sentirse integrantes de esa clase al adherir a sus convicciones o prejuicios”
Pero también avanza en un tema esencial como es el papel del Estado: “Todos ven al Estado en el otro, ven al Estado es el piquetero o en el que tiene un plan, pero creen que ellos están fuera de peligro y ahora se dan cuenta que no eran tan ajenos y tan distintos, se dan cuenta que estaban muy adentro del Estado también, por ejemplo, que eran subsidiados en sus boletas de agua, de luz, en la compra de combustible, en la educación, en sus salarios”
Cristina recurre al periodista Jorge Halperín para referirse a uno de los caballitos de batalla del neoliberalismo: “la meritocracia”, que en la acepción utilizada por el macrismo conlleva a culpar a los pobres de su situación y atribuir la riqueza a los méritos de quienes la lograron.
La cita de Halperín señala: “… nadie llegó a donde llegó sólo, exclusivamente por sus méritos, por muy grandes que sean. Todos vivimos en sociedad y nuestro esfuerzo puede mejorarnos la vida según el ambiente en que nos movemos y según ciertas políticas públicas nos lo faciliten o no”
Cristina realiza un detallado y descarnado resumen de todas las atrocidades perpetradas por un gobierno cruel e insensible: “… el pago a los fondos buitres de lo que pedían, la entrada y salida de capitales sin restricciones, la venta de dólares sin límite, la liberación de la obligación de ingresar al país los dólares obtenidos fruto de las exportaciones, importaciones indiscriminadas, tarifas de luz, gas, agua y peajes a precio internacional, eliminación y baja de impuestos para los más ricos, reducciones de las contribuciones a la seguridad social, etc. Todo ello junto y a la par de un endeudamiento vertiginosos en dólares – mayor aún que el realizado por la última dictadura militar- del que ya hemos dado cuenta en los capítulos precedentes y que finalmente culminó con la vuelta del FMI como prestamista de última instancia, pese a haber pagado a los fondos buitres más de lo que demandaban con la excusa que de esa forma Argentina regresaría al mundo porque tendría financiamiento internacional…”
Todo este desquicio concluyó en mayores penurias para casi todos los argentinos salvo un puñado de privilegiados cercanos al poder que se vieron beneficiados por una política que significó lisa y llanamente una transferencia de recursos que se hallaba en las antípodas de las intenciones de Robin Hood.
Y Cristina alertaba sin que fuera escuchada que la situación podía ser peor de la que se vivía cuando ella escribía el libro, Macri mostraba que cada medida podía ser más perjudicial que la anterior, colocando al pueblo ante un sinfín de padecimientos que produjeron un alivio significativo cuando el 11 de agosto de 2019 quedó marcado que no sería reelecto confirmación que llegó el 27 de octubre.
Así lo expresaba la autora: “Siento que el país se acerca peligrosamente a una suerte de caos en el que nadie sabe cual es el verdadero valor de las cosas, si va a conservar su trabajo al día siguiente o cuanto valdrá el dólar, que en una economía bimonetaria como la de nuestro país adquiere una importancia desmedida y casi incontrolable…”
En sus sucesivas presentaciones del libro hubo varias definiciones que fueron rescatadas por la multitudes que concurrieron, una de las que más repercusión obtuvo fue cuando afirmó que el macrismo le desordenó la vida a los argentinos: “Pienso también, y mucho, en los argentinos y argentinas a los que les han desorganizado y complicado la vida: a unos hasta la exasperación, porque pese a todo todavía pueden seguir comiendo y viviendo, y a otros hasta la desesperación, porque ya ni siquiera pueden llevar un plato de comida a su casa. Si alguien me pidiera que definiera a Mauricio Macri en una sola palabra, la única que se me ocurre es: caos. Si… Mauricio Macri es el caos y por eso creo firmemente que hay que volver a ordenar la Argentina”
Si algo afectó el poder adquisitivo de salarios, jubilaciones y pensiones fue la dolarización de tarifas, combustibles y alimentos mientras los salarios son en pesos y pierden diariamente esa alocada carrera en que nos introdujo el macrismo
Cristina deja flotando una pregunta que sólo una persona puede responder :“Otra pregunta que todavía me sigo haciendo; ¿por qué ese 10 de diciembre de 2015 Mauricio Macri no juró por la Patria?”