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El Forjista

Manufacturing consent

El control del pensamiento en la sociedad democrática

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Este documental emitido en 1992 con una duración de dos horas 47 minutos, contiene varias entrevistas a Noam Chomsky y muestra algunas de sus polémicas con intelectuales y periodistas conservadores, también se repasan aspectos de su vida, ya sea como destacado lingüista o como activista político en su incansable lucha en defensa de la libertad y la justicia.

Chomsky tenía una brillante carrera como lingüista trabajando en el prestigioso Massachusetts Institute of Technology (MIT) cuando decidió dedicar la mayor parte de su tiempo a la militancia política.

Pero preponderantemente este documental intenta mostrar el papel de los medios de comunicación en sociedades democráticas donde no se puede recurrir a la violencia sistemática para acallar a los opositores.

En las escasas oportunidades en que Chomsky era invitado a un programa en los canales de mayor audiencia no lo dejaban exponer, lo cortaban de igual forma que vemos hoy en nuestra televisión con los que no acuerdan con el pensamiento de las clases dominantes.

Aunque han pasado muchos años desde su estreno este documental tiene muchos aspectos que son de gran actualidad, especialmente en lo referente al papel de los medios de comunicación que hoy son aún más poderosos y con mayor incidencia que en aquellos tiempos.

Noam Chomsky fue parte de ese enorme movimiento que en los Estados Unidos se opuso a la guerra de Vietnam en esas marchas fue arrestado, su coherencia y claridad ideológica lo convirtieron en un referente de esa rebelión, pero su militancia contra los poderosos que limitan o anulan la democracia continua hasta el día de hoy.

Este pensador nos dice que el control privado de los recursos es el principal núcleo de dominación sobre los ciudadanos y son muy pocos los que se atreven a abordar la discusión de ese fundamental asunto.

Desde el surgimiento como nación independiente, en los Estados Unidos hubo una pretensión que la democracia fuera algo restringido a las elites y por eso había que marginar y controlar a las mayorías.

Los fundadores del país decían que debían ser los propietarios quienes gobernaran y para eso era necesario la fabricación del consentimiento que es una técnica de los medios de comunicación para eliminar las voces disidentes.

Cada vez, y han sido muchas, que los Estados Unidos se lanzan a una guerra, ni los políticos ni los medios le presentan a la población la opción de lograr un acuerdo pacífico para que sea la guerra la única salida posible, configurando una de las mayores demostraciones de como los medios influyen hasta el punto de convencer a las personas a marchar a la muerte.

Los medios más consumidos tienen la misión de apartar al pueblo de los asuntos importantes con temas como los deportes, la astrología, la farándula, noticias raras, etc. El objetivo es embotar el cerebro para reducir la capacidad de pensar.

Los deportes son un claro ejemplo del sistema de adoctrinamiento, se le ofrece a los ciudadanos algo a lo que prestar atención que no tenga ninguna relevancia y evitar que se preocupen por cuestiones esenciales, muchas veces se hace intervenir en el deporte cuestiones como el patriotismo.

Nos dice textualmente que esto: “Es una manera de construir actitudes irracionales de sumisión a la autoridad y la cohesión del grupo tras los elementos de liderazgo”.

Un claro ejemplo que da Chomsky se refiere al manejo diferenciado que realizó la prensa occidental a dos genocidios producidos casi en simultáneo, mientras uno fue cubierto por la prensa de manera cotidiana, el otro fue deliberadamente ocultado.

El régimen de Pol Pot gobernó Camboya entre 1975 y 1979, provocando un genocidio que incluso mereció el repudio de otros gobiernos comunistas como el de Vietnam, los medios del mundo informaron en detalle todos los crímenes de este siniestro régimen.

Pero antes del gobierno de Pol Pot, Estados Unidos había bombardeado el país produciendo muchas víctimas civiles sin que dichos crímenes fueran reflejados por la prensa occidental, entre 1970 y 1975 los bombardeos estadounidenses produjeron en Camboya unos 600.000 muertos.

Pero en 1975 cuando gobernaba Pol Pot, también se produjo la invasión de Indonesia a Timor Oriental, país que se encuentra al norte de Australia, había sido colonia portuguesa, al independizarse hubo una guerra civil cuando finalizó la misma, el país fue invadido por Indonesia ejecutando un genocidio que el mundo ocultó, aunque hubo periodistas occidentales asesinados.

El presidente de los Estados Unidos Gerald Ford y su siniestro secretario de Estado Henry Kisinger visitaron Indonesia dos días antes que se produjera la invasión y comenzaran los bombardeos al indefenso país.

Hubo una masacre, algunos timorenses escaparon a la selva, las fuerzas de ocupación crearon campos de concentración, para 1978 se estimaban que habían muerto 200.000 personas, sin embargo, Estados Unidos apoyó a Indonesia y le proporcionó armas, también lo hicieron Inglaterra, Canadá y Holanda.

A occidente y su prensa no le interesan las violaciones a los derechos humanos cuando pueden sacar un beneficio de eso, Indonesia asesinó a un tercio de la población, se instalaron colonos indonesios para desplazar a la población nativa y cualquier protesta era salvajemente reprimida.

Por eso Chomsky ha afirmado con razón que: “Las mayores operaciones de terror internacional conocidas son las que salieron de Washington”.

Y agregó al comparar los juicios de Nuremberg realizados contra los jerarcas nazis después de la Segunda Guerra Mundial con las invasiones auspiciadas por el gobierno estadounidense: “Si las leyes de Nuremberg se aplicaran a los presidentes estadounidenses posteriores a la guerra habrían sido colgados”.

Una importante enseñanza de Chomsky es que el sistema intenta mantener al pueblo aislado y separado, ocupado en sus cuestiones individuales, lo que deben hacer los luchadores es unirlo para que comience a defenderse contra el poder y tome el control de sus vidas.

El sistema de adoctrinamiento funciona para que cuando uno llegue a su casa cansado, sin demasiado tiempo, prenda la televisión y se quede ahí hipnotizado, aspirando lo que los poderosos intentan inculcarle.

En el final del documental Chomsky deja una serie de interesantes reflexiones inspiradas en toda una vida de lucha: “En esta fase de la historia, hay dos posibilidades. O bien la población general tomará el control de su propio destino y se preocupará por los intereses comunitarios, guiada por valores de solidaridad, simpatía y preocupación por los demás o bien, no quedará un destino que controlar.”

Y nos deja para el final el siguiente pensamiento: “Hoy por hoy … la cuestión es si las clases privilegiadas deberían dominar la comunicación de masas y usar ese poder como nos dicen, imponer las ilusiones, necesarias para manipular y engañar a la ‘estúpida mayoría’ apartarla de la palestra pública. La cuestión, en resumen, es si la democracia y la libertad son valores que deben ser preservados o amenazas que deben evitarse en esta posible fase terminal de la existencia humana, la democracia y la libertad son más que meros valores para atesorarse, podrían ser esenciales para sobrevivir”.

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