El Forjista

Malestar Global

Noam Chomsky

Este libro consiste en conversaciones mantenidas por Noam Chomsky con el escritor y periodista David Barsamian entre junio de 2013 y el mismo mes del año 2017.

En vez de hacer un seguimiento del libro en orden cronológico los comentarios los agruparemos por temas considerando sólo algunos de los muchos que se abordan en este libro.

La democracia en los Estados Unidos

Noam Chomsky es uno de los críticos más implacables del sistema político instaurado en los Estados Unidos derrumbando la propaganda repetida por muchos de nuestros colonizados comunicadores que intentan presentarnos a ese país como un ejemplo que deberíamos seguir.

Ya desde sus inicios como nación se estableció como una plutocracia y no como una democracia porque excluía a mujeres y esclavos, e intentaba que los pobres se mantuvieran alejados del gobierno, James Madison considerado el padre de la Constitución consideraba que el poder debía estar en manos de los ricos porque eran quienes sabían “proteger a la minoría de los opulentos frente a la mayoría”.

Tampoco es cierto que se lo presente como un país en que prácticamente no existe la pobreza, al contrario, la misma se ha ido incrementando en los últimos tiempos al extremo que algunas ciudades tienen índices muy cercanos a los países atrasados.

La situación se ha vuelto muy grave para gran cantidad de estudiantes universitarios endeudados de por vida, con un sistema de salud en franca decadencia y una infraestructura con un notorio deterioro, pero en vez de afrontar esos problemas y tratar de resolverlos, a los políticos le resulta muchos más fácil echarle la culpa a los inmigrantes o demonizar a los pobres.

A diferencia de las empresas, los universitarios con deudas que pueden superar los 100.000 dólares no tienen la posibilidad de declararse en quiebra y deben cargar con la deuda hasta el último de sus días.

En cuanto al bipartidismo actual que rige la vida política de los Estados Unidos, Chomsky nos explica que en realidad existe uno sólo, que es el partido de los negocios, conformados por dos facciones, una de ellas es la de los republicanos moderados a los que se llama demócratas, la otra facción es la que está totalmente al servicio de los ricos y poderosos, que conforma el actual Partido Republicano, todo el sistema político se ha corrido a la derecha.

Este sistema político necesita de lo que Chomsky denomina las relaciones públicas que no es otra cosa que la propaganda que se utiliza para vender productos comerciales pero que también sirve con pequeñas modificaciones para instalar un determinado candidato.

En ambos casos, el negocio consiste en que el consumidor esté lo más desinformado posible para que adopte una decisión irracional como comprar un producto porque algún famoso lo publicita o votar por un candidato porque logra tocar alguna fibra íntima como muy puede ser apelar al odio, o porque realiza promesas que de ninguna manera piensa cumplir.

En casi todo el mundo, pero muy particularmente en los Estados Unidos para presentarse a una campaña electoral hacen falta varios millones de dólares que sólo están en condiciones de recaudar aquellos que de alguna manera están dispuestos a satisfacer los pedidos de los millonarios que realizaron los aportes a la campaña.

La financiación de las campañas electorales es un claro indicador de cuáles serán las decisiones políticas que adoptará el político ganador que asumió un compromiso tácito o explícito con el aportante, de igual forma que la mayoría de la población que no está en condiciones de efectuar aportes significativos no será tenida en cuenta en las decisiones del político triunfante.

Pero además como el voto no es obligatorio y el Partido Republicano es el defensor acérrimo de la minoría privilegiada, su conveniencia es que no concurra a votar la mayor cantidad de gente posible.

Por su parte los demócratas hace tiempo dejaron de representar a los obreros blancos, lo que posibilitó que fueran ganados por la retórica de Trump que prometía proteccionismo y defender las fuentes de trabajo, pero mientras prometía eso se proponía bajarle los impuestos de los ricos, aumentar el presupuesto militar y favorecer la producción de combustibles fósiles para felicidad de las petroleras y deteriorar aún más el medio ambiente.

Chomsky no cree que Trump tenga ideología alguna pero sí considera que entre sus seguidores hay claramente un componente autoritario, racista y chovinista.

En el gobierno de Trump existe un claro juego de distracción mientras los medios de comunicación se centran en atender las payasadas o escandalosas declaraciones de Trump, los burócratas más conservadores del Partido Republicano promueven políticas para enriquecer a los más ricos, a la vez que destruyen los derechos de los trabajadores, eliminan la protección a los consumidores y arrasan los programas de salud, mientras el poder financiero actúa a sus anchas sin limitaciones de ningún tipo.

Toda esta operación se realiza de manera más silenciosa y oculta posible, sin informar al público.

Como corolario de su obra destructora el gobierno de los Estados Unidos, uno de los países más contaminante del mundo, se retiró de los acuerdos de París sobre la adopción de compromisos para limitar las consecuencias del cambio climático, mientras maximizan el uso de combustibles fósiles, desmantelan regulaciones y recortan recursos para el desarrollo de energías alternativas.

Pero sería un error asignarle toda la responsabilidad de la política imperial y agresiva de los Estados Unidos a Trump, Chomsky nunca se sintió atraído por la propuesta de Obama del que señaló que continuó con algunos de los aspectos más negativos de la gestión de Bush.

Una de las cuestiones más nefastas de Obama fue la utilización de drones en lo que Chomsky define como campaña terrorista internacional por la cual el gobierno consumó asesinatos en el exterior en países como Yemen y que no duda en definir como de “terrorismo puro y duro, en el sentido más estricto”.

Israel

Chomsky también es sumamente crítico de la posición de extrema derecha asumida por el gobierno israelí y su posición agresiva contra Palestina y otros países de la región, sus opiniones son muy dignas de atender por su condición de judío y porque en su juventud fue un activo militante de la causa sionista.

Incluso en 1953 estuvo viviendo junto a su esposa en un kibutz, se trasladó ahí con la idea de instalarse permanentemente pero sólo estuvo unos meses porque detectó indicios de racismo contra la población árabe.

Declara que la izquierda israelí se encuentra dispersa y sin posibilidades de influir en la política del país y que incluso algunos miembros no pueden vivir en Israel porque no aguantaban más que “El país ha virado brutalmente a la derecha. De hecho, lo que sucede en Israel tiene muchas similitudes con lo que ocurrió en Sudáfrica”.

La política de Israel ha consistido en ir expulsando palestinos de las aldeas, una tras otra, sin que eso se publique en los medios internacionales, la zona en la que pueden vivir los palestinos se reduce de manera trágica, la colonización sionista apela al método de los hechos consumados.

Las resoluciones de las Naciones Unidas contra los atropellos de Israel son vetados sistemáticamente por los Estados Unidos, similar actitud asumía este país con las resoluciones que condenaban a la Sudáfrica por el apartheid.

Sin embargo, existe una elite palestina que vive con un buen pasar en la ciudad de Ramala y de esa manera logra que exista un sector privilegiado que no reclama por la usurpación.

Israel no podría actuar con esa impunidad si no fuera por su alianza con los Estados Unidos, que no sólo es política también es económica y militar, porque la industria armamentista israelí es proveedora de las fuerzas armadas norteamericanas, incluso muchas ya han trasladado sus centrales a Washington.

Existe una clara alianza entre el extremismo sionista y el movimiento evangélico estadounidense que tiene una influencia decisoria en el Partido Republicano conformando su ala más conservadora.

En 2006 Israel invadió el Líbano, bombardeó el país y lo dejó en ruinas, una de las organizaciones que combatieron la agresión fue Hezbolá, que recientemente fue declarado como grupo terrorista por el gobierno argentino de Macri en su alineación irresponsable y servil con los Estados Unidos e Israel.

El mundo se vio, con toda razón, conmovido por las decapitaciones del Estado Islámico(EI) pero no actúa de la misma manera cuando Israel realiza actos que también muestran un desprecio por la vida humana, Chomsky nos cuenta que en un ataque de Israel en Gaza, los familiares debieron reconocer a sus muertos por pedazos de sus cuerpos, sin que eso horrorice a Occidente ni aparezca en los noticieros del mundo.

Estados Unidos y el terrorismo

Chomsky cuestiona la lista de terroristas del Departamento de Estado porque se le otorga la facultad de decidir quiénes son terroristas y quienes no, sin necesidad de aportar ninguna prueba y sin posibilidad de una revisión judicial, esa es una lista que autoriza el asesinato del supuesto terrorista.

Nelson Mandela estuvo muchos años en esa lista, mientras que en 1982 Ronald Reagan decidió que Sadam Husein no era terrorista sólo porque se llevaba bien con el gobierno de los Estados Unidos.

Son las mismas acciones de los Estados Unidos las que generan terroristas en potencia, en el libro cita la opinión de un ex agente de la CIA, Graham Fuller, que afirmó que “Estados Unidos creó al Estado Islámico” que no lo hizo deliberadamente, sino que creó las condiciones para que el EI se desarrollara.

Cuando en el 2003, Estados Unidos e Inglaterra invadieron Irak, el país ya estaba destruido producto de la guerra con Irán y las sanciones económicas aplicadas después de la primera Guerra del Golfo, por esa agresión imperial murieron cientos de miles de personas y hubo millones de desplazados, hasta ese momento suníes y chiitas convivían en Irak.

En 2006 se desata un conflicto entre suníes, chiitas y kurdos que posibilita que los sectores más extremos llegaran al poder alentados por Arabia Saudita que es un aliado de los Estados Unidos y es ahí donde surge el extremista Estado Islámico.

Arabia Saudita utiliza sus regalías petroleras para difundir sus doctrinas extremistas financia a religiosos y escuelas que responden a esas ideas que son las más fanáticas del Islam y que cuenta con el apoyo de ricos empresarios sauditas y kuwaitíes.

El Estado Islámico surge de los conflictos producidos por la invasión de los Estados Unidos al destruir Irak y que después se extendió a otros países.

Sobre los horribles asesinatos del Estado Islámico en aberrantes decapitaciones filmadas y difundidas en Occidente, Chomsky nos dice : “Esos asesinatos son espantosos, por supuesto, pero representan una pequeña fracción de lo que nosotros y nuestros satélites llegamos a cometer”.

Uno de los mecanismos más utilizado por los Estados Unidos son los ataques con drones que fueron particularmente sistemáticos durante el gobierno de Obama.

Estados Unidos decidió que Irán es el enemigo principal en la región porque es muy independiente, lo mismo ocurre con Asad en Siria pero ambos países enfrentaban al Estado Islámico, mientras que sus aliados como Arabia Saudita o Turquía son las principales fuentes de financiación del grupo terrorista y quienes colaboran con la infraestructura del EI.

Hillary Clinton confirmó la complicidad de Arabia Saudita con el terrorismo: “Los donantes de Arabia Saudita son la fuente de financiación más importante de los grupos terroristas suníes de todo el mundo”.

Tanto los políticos estadounidenses como los medios de comunicación consideran que Irán es el país más peligroso del planeta esto ha sido reafirmado por Trump que ha desconocido el tratado nuclear firmado por Obama, se presenta a Irán como apoyo del terrorismo y con un poder nuclear que amenaza a Israel.

La acusación a Irán por terrorismo es por su apoyo a Hezbolá cuyo crimen es ser el único medio disuasorio para evitar otra invasión israelí al Líbano y a Hamas que ganó las elecciones libres en la Franja de Gaza, Chomsky acepta que a alguna de estas organizaciones se las puede considerar como terrorista, pero nunca al nivel de participación de Arabia Saudita en la promoción de redes yihadista.

Otro asunto del cual hablan muy poco los medios internacionales es sobre ese ignominioso centro de torturas que es la Base de Guantánamo que se utilizó para forzar declaraciones falsas en que se reconociera que Irak tenía armas de destrucción masiva para justificar su invasión en época del gobierno de Bush, los funcionarios de ese gobierno que fomentaban la aplicación de tormentos eran el vicepresidente Dick Cheney y al secretario Donald Rumsfeld.

Muchos de los que pasaron a integrar parte de los grupos terroristas lo hicieron después de ver en fotos y videos la tortura en la prisión iraquí de Abu Graib, ver la humillación y la degradación a la que eran sometidos sus correligionarios.

Eso no justifica el terrorismo, pero lo explica e indica que se debe hacer si se lo quiere limitar o eliminar y reducir las acciones que lo generan, no es torturando ni generando mayor violencia por el mundo con invasiones que lesionan la soberanía nacional y la dignidad de esos países.

Los atentados en París

También hace una referencia sobre el atentado en París a los periodistas de Charlie Hebdo incursionando en un tema que en general los medios de comunicación silencian, así aborda el tema: “…considero muy vulgar atacar a personas a las que se tiene sometidas. Reírse de los poderosos es muy diferente en ese caso me parece bien, pero burlarse y ridiculizar a personas que se encuentran en una posición de inferioridad resulta particularmente obsceno”.

Nadie informa sobre la situación de los inmigrantes, muchos de ellos musulmanes, que además de padecer discriminación y ser sometidos a situaciones de injusticia social también deben soportar que desde una revista se burlen de ellos, por supuesto que esto no justifica el asesinato pero la información debe brindarse de manera completa y eso es lo que realiza Chomsky: “Si observamos el tipo de personas que ridiculizaban los dibujantes de Charlie Hebdo cuando publicaron sus viñetas de Mahoma vemos que se trata de una población pobre y oprimida, norteafricanos en su mayoría, que huyeron de regiones devastadas por Francia.”

Además avanza al señalar las tropelías cometidas por la política imperial de Francia que no debe olvidarse: “Francia mantuvo un historial atroz de exterminio y violencia en estas regiones durante más de un siglo. Muchas de esas personas acabaron en los suburbios de París, donde viven en barrios paupérrimos y están sometidas a la represión, el desprecio, la degradación y la humillación. Y va y publican viñetas que la ridiculizan. Muy divertido”.

Sobre el atentado al supermercado kosher de Francia el objetivo eran los judíos que ocurrió un par de días después del ataque a Charlie Hebdo matando a cuatro personas, el escritor indica que es evidente que existe antisemitismo en Francia y es un fenómeno peligroso, pero no se acerca a la islamofobia existente en ese país.

Chomsky cita a un analista militar que señala que cada vez que Estados Unidos mata a un líder de un grupo extremista, inmediatamente es reemplazado por otros más joven, más efectivo y más violento. Al matarlos se le está haciendo un favor a los yihadistas, cada ataque resulta ser una herramienta de reclutamiento.

A su vez Francia, juntos a Inglaterra y los Estados Unidos, formaron parte de las fuerzas agresoras que invadieron y destruyeron Libia, promovieron la existencia de grupos radicales y provocaron que muchos libios buscaran alejarse de ese infierno.

Por lo general se oculta el papel de las constantes invasiones de Estados Unidos, Francia e Inglaterra para expandir su poder e imponer sus intereses por la fuerza, generando refugiados a los que después se niegan a recibir en sus países.

También las potencias occidentales se propusieron derrocar a Asad en Siria y alentaron la existencia de grupos terroristas que también luchaban contra el gobierno, ahí actuaron el Estado Islámico, Al Nusra que es una rama de Al Qaeda y otro grupo yihadista llamado Ahrar al-Sham, la intervención Rusia impidió la caída de Asad que gobierna un país en ruinas.

El medio ambiente

El medio ambiente y los efectos del cambio climático son de los asuntos que más preocupan a Noam Chomsky, principalmente porque es evidente que las grandes potencias, en especial los Estados Unidos que son quienes más contaminan, no le prestan la debida atención a este acuciante problema, desde la asunción de Trump la situación a llegados a límites muy peligrosos.

Quienes más defienden los espacios comunales son las poblaciones indígenas, en Bolivia, Ecuador, Australia, la India y Colombia esas comunidades intentan proteger estos espacios mientras que los países más ricos y poderosos como Estados Unidos y Canadá los destruyen alegremente. En Bolivia los derechos de la naturaleza forman parte de la Constitución Nacional.

Los pueblos indígenas tienen una relación diferente con la naturaleza en, Canadá lideran las movilizaciones de protesta y las acciones legales para evitar la expansión del uso de combustibles fósiles, en tanto que en el Amazonas pueblos indígenas luchan también contra el uso excesivo de combustibles fósiles.

Este capitalismo salvaje al que comúnmente se lo conoce como neoliberalismo es una de las razones de que el cambio climático se haya acelerado: “En todas partes se libra una batalla entre la depredación neoliberal y los esfuerzos por proteger a las generaciones futuras de esta maquinaria destructiva”.

Preguntado sobre si cree en la reencarnación responde: “Espero que no sea cierta. Pero, si existe, ojalá nos reencarnemos en bacterias o escarabajos, porque son los únicos que sobrevivirán al mundo que estamos creando”.

Los sectores más poderosos del sistema corporativo como la Cámara de Comercio y las empresas energéticas, hacen propaganda intentando convencer que no existe el cambio climático o que no responde a las acciones humanas, esto conduce a la autodestrucción.

Existen ONG u otras instituciones que son financiadas por poderosos empresarios como los hermanos Koch (dueños de un imperio petroleros y muchas más empresas e ideológicamente de extrema derecha) y las grandes corporaciones propagandizar que no existe problemas con el cambio climático “sus esfuerzos para asegurar la extinción de la humanidad son impresionantes” porque según Chomsky lo único que les interesa es incrementar sus beneficios.

Los grandes medios también son cómplices y presentan como si se tratara de un tema no comprobado y en discusión, muestran las dos campanas sin comprometerse y dudando que el problema realmente exista.

Una de las consultoras y auditoras más importantes del mundo realizó una encuesta en Davos donde se reúnen los personajes más poderosos del planeta, la mayoría de los empresarios preguntados cual era el mayor problema hicieron referencia a los beneficios y todos se mostraban escasamente preocupados por el cambio climático

Chomsky saca la siguiente conclusión: “Si eres presidente de una multinacional… simplemente no te importa lo que le suceda al mundo en el futuro, tus propios nietos incluidos. Lo que te importan son los beneficios del mañana inmediato. Es un imperativo institucional”.

La preocupación de este pensador está centrada en que la Humanidad está próxima a llegar a un punto de no retorno, donde ya no se podrá revertir el daño provocado, veamos lo que nos dice:  “No podemos pasar por alto que nos encontramos en un momento absolutamente singular. Por primera vez en la historia de la humanidad, las decisiones que tomemos determinarán la supervivencia de la especie, algo que nunca antes había ocurrido en el pasado y que ahora es una absoluta realidad”

Durante las primarias republicanas que terminaron llevando a Trump al poder, todos los candidatos negaron el calentamiento global, menos uno, que fue John Kasich pero que sin embargo decía que no había que hacer nada.

Trump es cuestionado por muchas de sus medidas, pero son escasos que critican a Trump en uno de los aspectos más importantes que es el cambio climático, quiere incrementar la producción de petróleo y ha retirado al país de los Acuerdos de París que establece regulaciones para limitar los efectos del cambio climático.

Neoliberalismo

Obviamente estamos ante un intelectual comprometido en la denuncia contra las atrocidades y el saqueo del neoliberalismo que considera que la escuela pública o la seguridad social, son cuestiones que deberían desaparecer.

El neoliberalismo apela al egoísmo de las personas que se realizan preguntas como: ¿Por qué debo pagar impuestos para sostener la escuela pública sino tengo chicos en edad escolar? ¿Por qué tengo que pagar por algo sino me beneficio yo? Y concluyen con algo que también dicen muchos argentinos: Que esos tipos vayan a trabajar como hago yo, tampoco debo dar explicaciones a nadie como hice mi dinero.

Incluso estas doctrinas se encuentran en las antípodas de los creadores del liberalismo como Adam Smith que daban por supuesto que el instinto fundamental de la humanidad es la compasión y el apoyo mutuo, lo de hoy es exactamente lo opuesto, algunos incluso utilizan la palabra libertario para expresar su posición, tratando de confundir la libertad de los seres humanos, con la libertad del lobo para almorzarse una oveja.

En Europa la participación democrática ha disminuido radicalmente, las decisiones económicas las toman los burócratas en Bruselas que responden al Bundesbank alemán, la opinión de la población no es tenida en cuenta, cuando algún gobernante como pasó en Grecia con Papandreu reclama una consulta popular para decidir sobre la aplicación de un plan de ajuste es duramente criticado.

Mientras que en los Estados Unidos el Partido Republicano tiene como principal misión la de incrementar la riqueza de quienes ya son ricos mientras ataca a la población a través del recorte de los programas de salud.

Las multinacionales son las grandes beneficiadas de esas políticas que privilegian las ganancias por sobre la vida humana, por eso no hay que olvidar que: “Pero ésa es la naturaleza del capitalismo: intentar robar todo lo posible. Se persiguen grandes beneficios y una de las formas de conseguirlo es engañando”

Una herramienta de dominación que utilizan las grandes potencias son los acuerdos de libre comercio como otra forma de penetración imperialista, consiste en un acuerdo que da a las multinacionales y los inversores de los EEUU un control de los recursos y la política de otros países.

La democracia se deteriora producto de la concentración del poder económico que se traduce en poder político, se transfiere la toma de decisiones del sector público al mercado aduciendo que se favorece la libertad individual pero la realidad es distinta, la transferencia se produce de las instituciones públicas elegidas por el voto a las tiranías privadas que son las corporaciones que dominan la economía donde los votantes no tienen voz.

América Latina

En este tema vamos a realizar alguna crítica a las opiniones de Chomsky porque efectúa un análisis sin la información completa y hasta en algunos casos influenciada por la prensa dominante, particularmente cuando se refiere a Venezuela.

Chomsky reconoce que Latinoamérica había conseguido una creciente independencia en temas internacionales y que eso significó el principal factor por el cual Obama normalizó en parte la relación con Cuba, sospechando que eso se debe a la presión del resto del continente que exigieron que se termine con la exclusión del país caribeño.

Fue Kennedy el que inició una guerra terrorista contra Cuba dirigida por su hermano Robert, se dinamitaron plantas petroquímicas, se hundieron barcos, envenenaron cosechas y ganado, se bombardearon hoteles, esto condujo a la crisis de los misiles, después de la crisis Kennedy volvió a su campaña terrorista.  

Hubo también asfixia económica al punto que si una empresa europea utilizaba una pieza cubana era excluida del comercio internacional. “estos eran nuestros benévolos esfuerzos por traer la democracia y la libertad a Cuba y no a las dictaduras que apoyamos”, al referirse a las dictaduras que en América Latina apoyó el gobierno estadounidense por el hecho que eran sumisas a sus deseos y permitían el accionar rapaz de sus multinacionales.

Reconoce que durante los últimos 10 o 15 años los países de América Latina se han apartado de los esquemas de ajustes del FMI (Esto fue afirmado antes de que asumieran Macri en la Argentina y Bolsonaro en Brasil) y se han desplazado fuera del control de los Estados Unidos y que eso produjo un cambio importante.

Sobre la situación histórica de América Latina nos dice: “Suele tratarse de países dominados por pequeñas elites europeizadas, mayoritariamente blancas, muy poderosas y vinculadas económica y culturalmente a Occidente. Dichas elites no asumen la responsabilidad de sus propios países, lo que conduce a una opresión y una pobreza espantosas. Se han producido intentos de romper esta pauta, pero los han aplastado”.

Y reconoce a continuación, aunque de una manera muy tibia los avances soberanos y populares que se intentaron en la región: “No obstante, durante los últimos quince años varios países – Brasil, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Uruguay y Argentina- han intentado abordar estos problemas en lo que se ha denominado ‘marea rosa’ con resultados dispares”.

En relación al Brasil señala: “El Partido de los Trabajadores tuvo una auténtica oportunidad de cambiar no sólo Brasil, sino toda Latinoamérica. Consiguió algunas cosas, pero también desaprovechó su ocasión”.

Y en cuanto a Lula: “Creo que es un líder mundial muy honorable. Me sorprenden las acusaciones de corrupción y desconfío un poco de ellas. Desconozco hasta que punto es un golpe de Estado de Derechas y hasta que punto se trata de algo real”.

Hoy han quedado al descubierto las maniobras del juez Moro para encarcelar sin fundamentos a Lula y posibilitar el acceso del fascista Bolsonaro al gobierno, del que Moro es ministro.

Sobre el gobierno de Chávez en Venezuela señala lo siguiente: “El propio Chávez intentó promover cambios importantes y positivos, pero el modo en que los llevó a cabo tenía defectos esenciales. Para empezar, se hizo de arriba abajo, no provenía de la base. Se intentó organizar un activismo popular, pero es muy difícil de averiguar- al menos yo no lo he logrado- hasta que punto lo consiguieron”.

Precisamente luego de criticar la falta de participación popular admite que no conoce plenamente la situación, precisamente fue esa participación del pueblo el que impidió se consumaran los golpes de Estado contra Chávez primero y luego en forma reiterada contra Maduro.

Sigue diciendo sobre el chavismo: “También existía un importante grado de corrupción e incompetencia que minó gravemente sus esfuerzos. No sabemos cuan alto llegaba. Por último, no se produjeron cambios en cuanto a la dependencia económica de un único recurso, el petróleo. En realidad, probablemente Venezuela se volvió más dependiente si cabe”.

Chomsky aquí usa una doble vara, raro en él, pero mientras señala las agresiones padecidas por décadas por Cuba que impulsaron los distintos gobiernos de los Estados Unidos, no parece conocer que Venezuela está sufriendo embates similares que buscan derrocar al gobierno elegido democráticamente y lesionando gravemente el principio de la autodeterminación de los pueblos.

Y actúa de igual modo en lo relativo a la supuesta corrupción en Venezuela, mientras desconfía, con absoluta razón, de las denuncias contra Lula, no lo hace respecto a las denuncias de la oposición contra Chávez o Maduro.

Concluye opinando sobre la situación actual de América Latina (2017): “Mi opinión es que se han producido avances y luego ha seguido una represión que ha eliminado algunos de esos avances. Quizá se trata de una base para avanzar en un futuro, si se resuelven las dificultades actuales. Pero no sabemos si eso llegará a ocurrir”

A pesar de nuestra discrepancia en cuanto a la evaluación de la situación política en Venezuela deben rescatarse dos de sus últimas acciones, el reclamo por la libertad de Lula y el repudio a Macri en las elecciones de agosto de 2019.

Con aciertos y con errores, Noam Chomsky sigue siendo un referente ineludible de todos los que pretendemos sociedades más libres y más justas.

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