El Forjista
La enfermedad dañaba su salud, empieza a necesitar un bastón para trasladarse: “Hoy tengo una lucha desigual con la naturaleza… La polineuritis ataca los filamentos nerviosos del cuerpo. La menor contracción los estimula y quedás de cama un par de días. Le dicen la enfermedad del dolor”.
Recibe el título de Doctor Honoris Causa De la Universidad de Buenos Aires, también el Cóndor Honorífico a la trayectoria en el 23° Festival de Cine de Mar del Plata, entonces expresó: “Estoy feliz como cuando andaba por mi pueblo junto con mis amigos junto al río”.
En el 2010, por decreto del Poder Ejecutivo, Leonardo es proclamado embajador cultural del país.
En el invierno de 2012 empeora su salud ya en la primavera, le otorgan, el Diploma de Honor Presidente Kirchner, en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso Nacional, concurrió en silla de ruedas que era conducida por Graciela Borges: “por su trayectoria artística y sus convicciones intransferibles”. Allí dijo: “Ese es nuestro oficio: testimoniar el llanto, testimoniar la historia, ser memoria”.
En octubre se sintió mal, respiraba con dificultad. La afección pulmonar se acentuaba y lo internaron en el sanatorio Anchorena, le diagnosticaron una neumonía que derivó en el traslado a terapia intensiva donde permaneció semanas.
Murió el 5 de noviembre de 2012 a los 74 años, esa misma noche fueron velados sus restos en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso de la Nación, la Presidenta de la Nación se hizo presente y afirmó que a los grandes no se los recuerda llorando sino trabajando y militando por la Patria, por lo cual pidió un aplauso para Leonardo Favio.
Horas después, en Tecnópolis, Cristina Fernández de Kirchner volvió a referirse a Favio: “Era un grande de verdad… Seguramente estará ahora con Néstor, allá, haciendo cosas”.
El martes 6, un multitudinario cortejo lo acompañó hasta el cementerio de la Chacarita, su amigo Horacio Verbitsky a quién le dedicó la película Aniceto lo despidió: “Te despido así, con el nombre que sólo muy pocos teníamos permiso para usar, tal vez porque nos conocíamos desde que salimos de la adolescencia. Me cuesta escribir de vos en tiempo pasado. Me cuesta escribir sin llorar, mientras escucho tus canciones que alguna vez me parecieron una desviación de tu obra cinematográfica enorme y que me llevó años entender y amar como parte inseparable de una misma narrativa. Adiós, Chiquito.”
Norberto Galasso escribió una biografía de Leonardo Favio, que es la que seguimos principalmente aquí en este homenaje a Favio, para la colección “Los populares” durante el ministerio de Cultura de Teresa Parodi, el libro se presentó el 5 de diciembre de 2015, cuando llegó el macrismo escondió el libro, con el triunfo del Frente de Todos en 2019, con Tristán Bauer como ministro, no encontraron el libro por ningún lado, pero sacaron una segunda edición que tuvo alguna distribución dentro de la administración pública.
Todos los argentinos deberíamos estar enterados que existió un buen tipo que fue actor, director y cantante, comprometido con la causa de los humildes, que nunca olvidó sus orígenes en la pobreza y que fue consecuente a lo largo de su muy creativa vida.