El Forjista

Leonardo Favio

 

8 - Juan Moreira

 

Cambia de parecer porque no pensaba filmar más, pero de repente recuerda el “Juan Moreira” que hacía por una radio de Mendoza el actor Uriaco Falcón y llega a la conclusión que contar esa vida sí podría concitar la repercusión popular.

Como casi siempre que le surgía una idea lo habla con su hermano y acuerdan en llevar a la práctica el proyecto, esta vez en colores, la primera opción para el protagónico fue el cantor Roberto Rimoldi Fraga, pero cuando Favio vio actuar a Rodolfo Beban, en la obra teatral “Las mariposas son libres” lo quiso para interpretar a Juan Moreira, Beban dejó la obra cuatro meses antes de lo previsto para poder filmar la película, se instalaron en Lobos.

La película es de 1973 dura una hora y 38 minutos además de Beban, trabajan en la película Edgardo Suarez, Jorge Villalba, Eduardo Rudy, Alba Mujica, Helena Tritek, Carlos Muñoz, con la participación especial de Elcira Olivera Garcés, la tía de Favio, el guion es de su hermano.

Juan Carlos Desanzo trabajó en la fotografía de la película e hizo el siguiente comentario sobre la forma de trabajar de Favio: “Yo nunca he visto nada igual y he filmado con todo el mundo… Favio es un personaje impresionante. Para mi gusto y de lejos, no hay nadie igual en el cine argentino de todas las épocas. Es el más grande de todos, el único poeta que el cine nacional ha tenido… cada toma era algo sorprendente para todos, nos dejaba estúpidos. No tiene la menor noción de lo que es la fabricación, la artesanía del cine, pero a él le dan la cámara en la mano y empieza a buscar. ‘Dame otro lente, este no me gusta’ (no sabe ni qué pide el turro). ‘Esto no me gusta. Ponéme el zoom…Hacéme un pozo… ahora hacéme una torre’… cualquier cosa. Hasta que de pronto, ‘abracadabrascamente’ (esa es la palabra) aparece una genialidad, un infierno de concepto e imagen que puede fabricar sólo este hombre en este país”.

Estaba próximo a terminar la película cuando recibe la invitación para acompañar a Perón en su regreso al país después de 17 años de exilio, era el mes de noviembre de 1972.

Una vez que cumple con esa misión de la que estará orgulloso por el resto de su vida, concluye la película que se convierte en un resonado éxito convocando a dos millones y medio de espectadores, Favio no se había equivocado, ese tema iba a interesar.

Presenta así su película: “el gaucho argentino marginado cuando no perseguido, servía de peón o instrumento de los caudillos de turno. El protagonista de nuestra historia es la dolorosa síntesis de esa época. Esta es la vida, la pasión y muerte de Juan Moreira”.

Como señala Norberto Galasso fue una época en que el cine nacional se comprometía con nuestra historia con películas como: “Martín Fierro”, “El santo de la espada”, “Güemes, la tierra en armas”, “Juan Manuel de Rosas”, “Don Segundo Sombra”, “Argentino hasta la muerte”, “Santos Vega”, “Mi hijo Ceferino Namuncurá”, “Los hijos de Fierro”, “Si se calla el cantor”, “La vuelta de Martín Fierro”, “Los gauchos judíos”, “Yo maté a Facundo”.

Su esposa Carola contó lo siguiente sobre la repercusión de la película: “Cuando se estrenó ‘Juan Moreira,’ había cola incluso en las salas de barrio. Y el furor se fue expandiendo. En el Atlas la gente aplaudía de pie, todos los días… La ciudad estaba enfervorizada con la película. Se cantaba la Marcha Peronista en toda la calle Lavalle. Era una fiesta popular. Como Moreira además es justiciero, muchos se sentían identificados porque se atravesaba un momento único… venía toda la gente del peronismo. Desde Gelbard a Rucci, hasta grupos de todos los sectores”

La película muestra también la empatía de Favio con los perseguidos, aquellos que se animaban a enfrentar a los poderosos o simplemente a saltarse las reglas que le imponían y que limitaban la libertad.

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