El Forjista

Leonardo Favio

 

5 - El dependiente

 

Así es como asume la dirección del “El dependiente” esta vez con Torre Nilson de productor, que cuando vio la película volvió a felicitar a su amigo.

La película tiene una duración de una hora y 21 minutos, cuenta con la participación de Graciela Borges, Walter Vidarte, Nora Cullen y Fernando Iglesias (Tacholas).

El hermano de Leonardo Favio, Jorge Zuhair Jury, es escritor, guionista y director de cine, dirigió las películas “El fantástico mundo de la María Montiel” de 1978 y siguió con “La mayoría silenciada” en 1986, “El largo viaje de Nahuel Pan” de 1995, “Tobi y el libro mágico” en 2001, “Doña Ana” también en 2001 y “El piano mudo” de 2009.

Zuhair comentó que Luján de Cuyo era un pueblo conservador de características casi medievales, ahí se inspiró para escribir el cuento “El dependiente”, también redactó el guion de la película junto a su hermano.

La idea que tenían sobre trabajar en estos proyectos cinematográficos consistía en: “Nuestro propósito era ser libres y marginales, por todos los costados. Ese era nuestro mundo, el de la libertad total, incluso la transgresión”

La ‘nouvelle vague’, nueva ola en castellano, fue el nombre con el que se identificó al cine de destacados directores franceses surgidos en la década del 50, entre otros formaban de ese grupo: Francois Truffaut, Jean-Luc Godard, Alain Resnais o Claude Chabrol.

Algunos críticos argentinos identificaban el cine de Leonardo Favio con esos directores, su respuesta fue: “Yo no tengo nada que ver con esa generación de la nouvelle vague, ni en lo intelectual ni en lo sentimental ni en lo económico. Y no tenía nada que ver con esa generación a la que yo llamaba ‘los amigos de Truffaut’. Ellos querían ser franceses que hablaban castellano. Y nosotros, somos argentinitos, guste o no… teníamos que hacer un cine que nos expresara en el mundo. Esa siempre la tuve clara, por eso creía en el cine de Hugo del Carril y en el de Lucas Demare. Yo entendí el cine nacional con acercamiento a lo popular. Quería que llenáramos las salas para tener plata, porque sin plata, no podés hacer cine. Yo siempre decía que teníamos que hacer como Kurosawa: contar nuestra historia”.

“El dependiente” tampoco tiene el apoyo del público por lo que decidió dejar de filmar, Favio siempre contó el drama de los directores argentinos por la falta de apoyo privado y estatal, cuando estrenó esta película en 1969 el Ente Cinematográfico la calificó como de exhibición no obligatoria que significaba la pérdida del apoyo oficial.

Así describía las dificultades de los directores de cine: “Cuando hacía ‘Crónica…’ existía el Instituto Nacional de Cinematografía que otorgaba un premio que prácticamente te devolvía el costo si la embocabas. Nuestro cine rara vez era convocante, casi te diría que era repudiado… Económicamente sabía que lo cubría y que no mandaba a la quiebra al productor. Entonces, hacía ese cine. Cuando ya no di más porque eran muchos los premios, muchos los halagos, pero yo tenía que comer, decidí no filmar más. No tenía para el alquiler. Me lo pagaba mi tío…”

Pero por una situación similar atravesaban todos los directores cinematográficos argentinos, así decía: “¿Sabés cuánta gente pasa por esta vida con un talento inconmensurable? David Kohon, un director de cine maravilloso. Bueno, murió de un infarto. Vendía lapiceras. Sin ningún reconocimiento”.

Por eso llegaba a la conclusión que: “El cineasta tiene que ser suicida y heroico… Mangás dinero y siempre estás mangando, mendigando, soñando, angustiado”.

A esta situación que lo preocupaba se sumó la crisis de pareja con María Vaner, la relación había durado ocho años y llegaba a su fin, habían tenido dos hijos Luis y Leonardo.

Estas circunstancias le provocaron un estado depresivo que derivó en un intento de suicidio, Ingirió unas pastillas y estuvo a punto de morir. 

María Vaner recibió una información tremenda que afortunadamente no era verdad: “Alguien me trajo la noticia de que Leonardo había muerto. Fue algo terrible. Menos mal que pronto lo desmintieron. Creí morirme yo también”.

Favio fue internado y quedó unos días en terapia intensiva, luego debió internarse en un instituto neuropsiquiátrico durante algún tiempo. 

Poco a poco fue mejorando, aceptando la nueva situación en su vida, podríamos decir que salió cantando que fue la próxima actividad a la que dedicó su esfuerzo, pero fundamentalmente a que volvió a enamorarse e ingresó en una relación que duró toda la vida.

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