El Forjista
En 1959 concurre al Festival de Cine de Mar del Plata donde también viaja María Vaner, a su regreso a Buenos Aires se van a vivir juntos en un departamento que alquilan en el barrio de Almagro.
Favio consideraba que María Vaner era una intelectual y por eso se avergonzaba un poco por no haber terminado la primaria por eso le mentía diciendo que estaba estudiando cine, todas las mañanas se instalaba en un bar, mientras que María creía que estaba tomando lecciones de cine, se casaron poco tiempo después y se fueron a vivir a Montevideo y Santa Fe.
El gusto que le fue tomando a filmar derivó en su primer corto que se llamó “El amigo” que pudo concretar con material que le fue dando Torre Nilson, transcurría en el Parque Japonés y mostraba la amistad entre un niño rico que tenía zapatos de buena calidad con un niño pobre que era lustrabotas.
Un día su hermano Zuhair que es escritor le dice: “‘Negro, porque no hacemos algo que tenga que ver con nuestra infancia, con nuestra vivencia en los patronatos’…”
Y continuaba explicando: “Esto nos había marcado mucho, especialmente a mí… Leonardo lo asimiló de otra manera. En fin, lo cierto es que efectivamente nos pusimos a trabajar bajo esas ideas y nació ‘Crónica de un niño solo’, una obra que revolucionó el lenguaje cinematográfico, la estética, la plástica… dio vuelta la página en el cine argentino…Los tiempos que propone Crónica… son absolutamente novedosos. Los 12 minutos que dura la escena en la que el chico intenta escapar del calabozo, con esa carga de incertidumbre dramática, es por sí sola la expresión de un lenguaje supremo”.
El primer desafío fue conseguir el dinero para poder hacer la película, Favio lo fue a ver al productor Atilio Mentasti que le dijo: “No, m’hijito, vos sos un pibe lindo, seguí siendo actor, ¿cómo se te ocurre meterte a dirigir?”
Tenía 21 años y nadie creía que a esa edad pudiera dirigir una película, hasta que estaba participando como actor en una película en Mendoza, cuando vio aparecer a un hombre que parecía tener un buen pasar económico, tenía un pequeño viñedo, habló con él y luego de un tiempo consiguió convencerlo de que pusiera su viñedo como garantía para que el Instituto de Cine le concediera un crédito, se trataba del productor de su primera película, Luis De Stéfano.
Así y todo, ese dinero no alcanzaba, se quedó sin recursos cuando le faltaba concluir la película, visitó a un viejo amigo Cacho Gallo, éste le dijo que no tenía plata, pero que tenía unas joyas que se podían vender y se las entregó, así pudo terminar la película, Gallo fue al estreno, pasó un tiempo sin verlo hasta enterarse que estaba preso en París.
La película duraba una hora y 16 minutos, era en blanco y negro, estaba dedicada a Leopoldo Torre Nilson, el papel principal del niño Polin, lo realizó Diego Puente, hace una breve aparición María Vaner, y también participan actores adultos que aparecen fugazmente, porque los protagonistas son los chicos, trabajaron en la película: Leonardo Favio, Tino Pascali, Beto Gianola, Oscar Espíndola.
“Crónica de un niño sólo” se estrenó en 1965, sin repercusión en el público, y sin que la crítica le prestara atención, no obstante, con el tiempo se produjo una resignificación de los críticos que la elogiaron casi sin excepciones.
Sin embargo, hubo quienes la admiraron desde su estreno, especialmente aquél cuya opinión era fundamental para Favio, Torre Nilson se conmovió al verla, lo que debe haber provocado un suspiro de alivio en el director debutante.
La actriz, directora teatral y maestra de actores Helena Tritek expresó: “Cuando estrenaron la película, ahí fui. Y fue maravilloso. ´Crónica de un niño solo´ fue un salto adelante para nuestro cine y a pesar de algunas críticas de la época que hablaban de la influencia de Truffaut, yo sé que esa obra es profundamente suya, de Favio. Incluso creo que no había visto ´Los cuatrocientos golpes´. O sea que Favio, por su cuenta, creó una estética, un arte y un estilo muy propio”.
En tanto que el famoso actor Federico Luppi dijo: “Sin que yo tuviese una aguda formación respecto del cine, lo que vi en ´Crónica de un niño solo´ fue algo conmovedor. Lo minucioso del relato, los tiempos de comportamiento del protagonista, todo remitía a la aparición de algo nuevo… Estaba verdaderamente fascinado y sabiendo que Leonardo era tan joven, me preguntaba a mí mismo como podía filmar así…Como muy pocos, no hizo de su cine un transporte tontamente ideologizante, sino que ahondó muy bien en la tradición popular, en las fantasías puebleras y en la fábula constante elaborada en el alma de los sin voz”.
Así comenzó a ganarse un nombre en el mundo del espectáculo, pero no quiso participar de la frivolidad de las revistas que ventilaban la vida de los y las artistas, por lo que concedía pocos reportajes y trataba de evitar los festivales.
Aunque debió concurrir al festival de cine Mar del Plata donde participaba “Crónica de un niño sólo” que ganó un premio, estando ahí se le acercó Walter Achugar diciéndole que estaba interesado en producirle una película, entonces Leonardo le dijo que estaba trabajando en un cuento de su hermano, así fue como la película siguiente la filmó en Mendoza, también en blanco y negro.