El Forjista
En diciembre de 2003 el periodista Reynaldo Sietecase fue a la quinta de Olivos a realizar una entrevista a Cristina Fernández, como estaba demorada lo atendió Néstor Kirchner que lo llevó a recorrer la quinta, el periodista le preguntó:
-Presidente ¿tiene tiempo de leer todo lo que publican los diarios y revistas sobre usted?
La respuesta fue la siguiente: “Sí, leo todo. No dejo pasar nada”
Le explicó que su rutina diaria de cada mañana consistía en ejercicios aeróbicos, luego desayuno y lectura de la prensa, veía todos los diarios y durante la jornada leía los resúmenes de noticias que le preparaba la oficina de Prensa.
José Pablo Feinmann responde a la pregunta ¿Qué es el Poder?: “El Poder es conseguir que los demás hagan lo que yo quiero. El Poder es someter a los demás a la voluntad del soberano. Se llame como se llame: presidente, monarca, caudillo, líder. Se puede jugar a la democracia. Pero siempre habrá una instancia de decisión. El que la tiene, tiene el poder. Hoy, en la Argentina, la tienen los medios. Porque pueden crear la opinión pública. Si la tienen los medios, acumular poder será desmantelar los monopolios mediáticos. Ya que si los medios pueden formar la opinión pública o el sentido común es por su condición oligopólica. ¿Qué condición es ésta?. La que me permite decir mi ideología (mi verdad) a través de miles de boca de emisión que yo controlo”. (1)
Néstor Kirchner asumió la presidencia con un pliego de condiciones elaborado por Claudio Escribano del diario La Nación en el que reclamaba sumisión ante los Estados Unidos e impunidad para los genocidas, en caso de no aceptar su gobierno no iba a perdurar más allá del año.
No obstante, esta insolente pretensión oligárquica, los primeros años del kirchnerismo en el gobierno nacional transcurrieron sin demasiadas disputas con los medios de comunicación, para que eso pudiera ser así se realizaron concesiones que tenían como principales causas lo que se consideraba la debilidad propia de un gobierno que llegaba con apenas el 22 % de los votos, el menor porcentaje con que se hubiera ganado una elección nacional, además había varias prioridades propias de las urgencias económicas que había dejado la crisis del 2001, por estas atendibles circunstancias el presidente entendía que no era el momento de enemistarse con la prensa.
El kirchnerismo adoptó dos medidas que beneficiaban a los medios más poderosos: la prórroga por 10 años de las licencias de los canales privados y emisoras de radio hasta 2025 y poco antes de concluir su mandato permitió la fusión entre Cablevisión y Multicanal, el presidente de la Comisión de Defensa de la Competencia, José Sbatella, votó en contra por considerar que se establecía una peligrosa concentración, el funcionario tenía razón y el kirchnerismo cometió un error que más tarde iba a lamentar, Cablevisión se convirtió en la principal fuente de ingresos del grupo Clarín.
También hubo una valiente funcionaria judicial que se opuso a la fusión porque promovía una actividad monopólica, la doctora Gils Carbó que a raíz de su posición, fue canallescamente calumniada por el grupo Clarín hasta que consiguió que fuera reemplazada por un títere en el gobierno de Mauricio Macri.
Como Clarín se había apoderado del futbol de primera división usaba este servicio pago para desplazar a los competidores de cable, recordemos que ni siquiera los goles se podían ver hasta el domingo por la noche cuando eran transmitidos por el programa Futbol de Primera de Canal 13, también del grupo Clarín.
Esa corporación también presionaba a los grandes anunciantes a los que se amenazaba con que si publicaban en otros medios, no se les aceptarían sus avisos en Clarín, esas empresas debían optar entre el medio de mayor venta o publicar sus avisos en diarios de menor alcance.
El gobierno atendió además los pedidos de Daniel Hadad y Raúl Moneta que estaban en concurso preventivo con riesgo de quiebra en el Canal 9, la prórroga de las licencias también benefició a algunos grupos extranjeros como Prisa con Radio Continental y Telefónica que en esa época era la propietaria de Telefé.
En esas épocas de idilio con Clarín, este diario fue el favorecido con primicias como la candidatura de Scioli a vicepresidente y un acuerdo con Lavagna después de las elecciones del 2005 que luego no se concretó.
Incluso durante los primeros años de su gobierno Jorge Rendo y Héctor Magnetto directivos de Clarín, iban a cenar a la quinta de Olivos, además de Néstor y Cristina algunas veces también participaba Alberto Fernández.
Pero la luna de miel no duró demasiado a medida que comenzó a profundizar su proyecto de distribución del ingreso tropezó con la resistencia de los grupos concentrados entre los cuales se encontraban los dueños de los principales medios de comunicación, sin embargo, los picos más altos de confrontación sucedieron durante el gobierno de Cristina.
La Sociedad Interamericana de Prensa SIP que agrupa a los dueños de los medios de América y que tiene una notoria subordinación a los intereses de los Estados Unidos cuestionó la situación de los medios en Argentina, Kirchner le contestó el 3 de marzo de 2005 en un acto en la Casa Rosada: “Siempre digo que la SIP está emparentada con el doctor Escribano, … pero al doctor Escribano se lo he dicho personalmente y le voy a decir con absoluto respeto que ahí tendría que haberse visto, cuando había periodistas detenidos, periodistas desaparecidos, periodistas torturados, periodistas extorsionados; ahí no había libertad de prensa en la Argentina”.(2) Se refería a la dictadura y la postura cómplice que adoptó el diario La Nación.
Y al día siguiente desde Pico Truncado volvió a insistir con el tema de la SIP señalando que uno de los integrantes de la comisión que cuestionaba al país había sido director de prensa de la última dictadura militar uruguaya, para mostrar el escaso compromiso de la SIP con los procesos democráticos de América Latina.
José Pablo Feinmann explicó que se vio sorprendido que políticos como Alfonsín, Kirchner y Cristina hayan aceptado salir en la tapa de la revista Gente como las personalidades del año y así lo dejó asentado en un artículo, justificaba ese razonamiento en que: “Toda la basura se concentra en una revista: Gente, Gente es la revista de la gente. Todos los fines de año elige a los ¡Personajes del año! Algunos se mueren por estar ahí. Otros no estarían nunca. Alberto Segado solía decirme: ‘Cada vez que sale ese número de mierda me enfermo. Los personajes del año. ¡por favor! Que esa revista te nombre personaje del año es porque sin duda fuiste uno de los canallas del año’” (3)
Y avanza con ejemplos para reafirmar su postura, Menem apareció todos los años de su gobierno, durante la dictadura bajo la dirección de Chiche Gelblung colaboraba con el mensaje que querían bajar los militares, mientras que en democracia eran una muestra de banalidad e idiotez, que muestra la vida como una cuestión de éxito o fracaso, poniendo en la vidriera a los triunfadores para que fuesen vistos por los que considera fracasados.
Hubo, en cambio, quienes se negaron a salir a pesar de ser invitados como Hebe Bonafini, Alberto Segado, y los escritores Antonio Del Masetto y Vicente Batista.
Feinmann escribió un artículo sobre esta cuestión donde decía: “A partir de 1973, Gente no deja de participar de la alegría ´joven’ de la primavera camporista. Luego apoya a Perón, luego a Isabel y López Rega. Luego (previo arrepentimiento: ahí está la célebre editorial ‘Gente se equivocó’) a la dictadura del general Videla. Aquí, bajo la batuta certera del periodista Samuel Gelblung, Gente se vuelve ‘militante’. Su tono es grave, transita la indignación moral y el reclamo de castigo. Con Videla utiliza uno de los recursos más genuinos y fundacionales. Gente desde su origen, nos ha mostrado el ‘lado humano’ del poder. Los poderosos (presidentes, ministros, empresarios, banqueros, militares) tienen esposas, hijos e hijas, perros, gatos, casas de calidad, escenarios todas de una vida familiar (y casi siempre ‘católica’). Intachable. Con Videla (y con otros miembros de la junta militar) el estilo de buscar ‘el rostro humano’ del gran personaje se torna más ideológico y militante que nunca. En Gente Videla, se afloja. Su cara pierde esa rigidez esquelética, huesuda y hasta espectral. Sonríe. Come y hace deporte. Charla livianamente. Festeja Navidad. También Agosti. También Massera. Mírelos: son seres humanos, tiernos en la intimidad, duros en la militancia contrainsurgente” (4)
Al año siguiente ya Néstor y Cristina no aparecieron como personajes del año, Kirchner le dijo a Feinmann: “No tropezamos dos veces con la misma piedra. Tenías Razón” (5)
En marzo de 2006, Clarín comienza a pasar a la oposición al kirchnerismo, Magnetto estaba internado en una clínica en Chicago, donde lo habían operado de un tumor en la garganta, los otros integrantes del directorio consideraban que ya no podían obtener más del gobierno y decidieron comenzar con la disputa, cuando Magneto se reintegró adhirió a esa postura.
En junio de 2007 comenzó una ofensiva de Clarín con una supuesta denuncia de corrupción en el conocido caso Skanka, empresa sueca que había sido denunciada por el propio gobierno ante la AFIP al encontrar facturas fraguadas de esa empresa y sus proveedores.
Clarín comenzó con su operación de sembrar dudas sobre la legalidad de las decisiones del gobierno, según el periodista Daniel Míguez, entre el 1° de abril y el 28 de octubre de 2007 en Clarín se publicaron 292 artículos donde se mencionaba a Skanka.
Las calumnias perduraron hasta noviembre de 2011 cuando Sala I de la Cámara Federal en fallo unánime sobreseyó a los funcionarios, pero durante el macrismo la causa fue reabierta, durante ese gobierno no existió el principio de cosa juzgada ni presunción de inocencia, en 2019 se envió la causa a juicio oral pero aún no ha comenzado.
Cuando se conoció la candidatura de Cristina, Clarín salió a atacar en coincidencia con una visita de Hugo Chávez al país, el 5 de agosto de 2007 un empresario norteamericano-venezolano residente en Miami, Guido Antonini Wilson fue descubierto por el gobierno cuando intentó ingresar un maletín con 790.550 dólares, era una infracción aduanera debía pagar una multa de 400.000 dólares y seguir viaje, pero dejó todo el dinero y viajó a Uruguay.
Antonini había viajado en un avión con funcionarios argentinos y de la petrolera estatal venezolana PDVSA, uno de ellos era Claudio Uberti que declaró que en Caracas un directivo de la empresa le pidió si no podía llevar a un hombre de su confianza, Uberti lo permitió y por eso fue desplazado de su cargo.
Clarín instaló el tema del misterioso maletín involucrando al gobierno y diciendo que el dinero estaba destinado a piqueteros chavistas, Hugo Chávez denunció una maniobra de los Estados Unidos, el presidente venezolano le explicó a Kirchner que Antonini Wilson nada tenía que ver con el gobierno, después se supo que el dueño del maletín era antichavista y que subió al avión por pedido de Daniel Uzcategui Matheus hijo del vicepresidente de PDVSA, al conocerse la información Chávez echó al directivo.
Después Antonini Wilson dijo que el dinero era para la campaña de Cristina, pero a esa altura Antonini era un testigo protegido de los Estados Unidos en un juicio contra militantes chavistas acusados de espionaje.
La corporación periodística mantuvo a partir de ese momento una coherente posición contraria al kirchnerismo aún cuando para hacerlo debía asumir una conducta opuesta al interés nacional, todo valía, incluidas las mentiras y las calumnias para desgastar a ese gobierno.
Como bien señala Mario Wainfeld hasta la llegada de Néstor Kirchner las corporaciones tenían una notoria influencia en los gobiernos, se los consultaba antes de adoptar cualquier decisión y de ninguna manera se intentaban adoptar decisiones que fueran contra sus intereses.
Kirchner por el contrario, aun con esas concesiones señaladas aquí, no estaba dispuesto a cumplir con los reclamos de la prensa oligárquica, como practicar la sumisión a los Estados Unidos o conceder la impunidad a los genocidas, tampoco esos medios eran consultados sobre las medidas que el gobierno consideraba necesarias para sacar al país de la crisis que gobiernos anteriores habían provocado con la complicidad de esas corporaciones mediáticas.
(2) Quisiera que me recuerden. Nestor Kirchner Compilación Luz Laici. Editorial Planeta 2010 pags.136 y 137
(3) El Flaco, Diálogos irreverentes con Néstor Kirchner. José Pablo Feinmann Planeta 2011 pag. 200
(4) Idem pags. 207 y 208
(5) Idem pag. 207