El Forjista

Biografía de Néstor Kirchner

Kirchner y el arte de lo imposible

Capítulo 22 - Deuda externa

Dos de las medidas más trascendentes de su gobierno fueron la renegociación de la deuda externa con quita y el pago de la deuda con el FMI, con la primera lograba que el país pudiera crecer y comenzar a atender la deuda social con los sectores más desposeídos, con la segunda “compró soberanía” usando la misma sentencia utilizada por Scalabrini Ortiz cuando el gobierno de Juan Domingo Perón nacionalizó los ferrocarriles.

El 1° de marzo de 2004 en la apertura de las sesiones del Congreso el presidente se refería a la deuda externa en los siguientes términos: En el tema de la deuda, el más riguroso examen histórico demuestra que desde los inicios de nuestra historia el endeudamiento fue constante y los pagos resultaron problemáticos, la historia más reciente tornó usual la aplicación al tema del endeudamiento una visión presidida por las necesidades de la coyuntura, tomándola como un tema de gobierno y no como una cuestión de la sociedad, de modo que los sucesivos gobiernos parecieron elegir el camino de simplemente postergar hacia el futuro los vencimientos. El concepto consistente en la idea de durar en el gobierno, culminar un mandato, presidía los razonamientos y descargaba en el futuro y en los futuros gobiernos los problemas”.

Mostraba además la responsabilidad de los organismos internacionales de finanzas en ese endeudamiento: “Los organismos multilaterales deben respetar lo firmado, en todo caso asumir su corresponsabilidad por el crecimiento del endeudamiento, cuando todo indicaba que nuestro país no podía pagar concedieron nuevos créditos que sólo sirvieron para incrementar el problema del endeudamiento y sin evitar la explosión, ahondaron la crisis”.

Concluía su exposición con una frase que quedó marcada en la mente de muchos argentinos y que enviaba un mensaje claramente diferenciador de los anteriores gobernantes: “No pagaremos deuda a costa del hambre y la exclusión de millones de argentinos, generando más pobreza y aumento de la conflictividad social para que el país vuelva a explotar, sería bueno que recordaran cuanto daban por sus acreencias en el 2001 cuando gobiernos, instituciones, políticos, todo se caía”.

El 12 de enero de 2005 Roberto Lavagna presentó el Canje de Deuda en la Bolsa de Comercio en un acto televisado cuando la Argentina llevaba 38 meses en default.

El gobierno se conformaba con que el 50% de los acreedores lo aceptaran, el FMI en cambio dijo que para que sea válido debía aceptarlo el 75% de los acreedores, no había acuerdo en la cifra, pero cuando la aceptación ascendió al 76,15% no quedó nada por discutir.

Pero esa negociación no fue nada fácil, intervino el ministro Roberto Lavagna, pero sobre todo Guillermo Nielsen el secretario de Finanzas del Ministerio de Economía y Producción, Nielsen y Lavagna viajaron en septiembre de 2003 a Dubai a la Asamblea Anual de FMI para hacer la oferta a los acreedores.

Antes de viajar hubo una reunión en la quinta presidencial de Olivos donde Lavagna y Nielsen le explicaron al presidente en qué consistía la propuesta, Kirchner les insistió que la quita debía ser mayor a la que planteaban los funcionarios, a lo que Nielsen replicó que lo iban a echar a patadas, la respuesta del presidente fue : “Mirá, Nielsen, es mejor que te saquen a vos solo a las patadas de allá y no que nos saquen a todos a las patadas acá”. (1)

Ya se sabía que los fondos buitres no iban a aceptar, además surgió el inconveniente que el Banco BNR Bacovia que había sido contratado para gestionar el canje de la deuda decidió retirarse, esta circunstancia provocó que Lavagna ofreciera su renuncia, pero Kirchner no se la aceptó y le indicó que siguiera el canje con otro banco.

Las tratativas continuaron con el Bank of New York Mellon, Lavagna seguía con la duda sobre el porcentaje de aceptación porque consideraba que la quita era muy grande, pero a pesar de los pronósticos pesimistas del establishment financiero el canje significó un gran éxito del gobierno que obtenía un considerable beneficio para el país con un desendeudamiento que significaba una quita del 55%, se alargaban los plazos de vencimientos distribuyéndolos a lo largo de 22 años y con una reducción de la tasa de interés, para que el canje fuera aprobado por los acreedores debió aceptarse la competencia de tribunales extranjeros.

“Se canjearon USD 62.318 millones en títulos e intereses impagos al 31 de diciembre de 2001 por USD 35.261 millones de nueva deuda. Esto significaba una reducción en el endeudamiento externo por USD 27.057 millones; pero, de todas formas, la disminución de la deuda fue aún mayor porque no se reconocieron los intereses atrasados tras el default que acumulaban al 31 de diciembre de 2003 unos USD 20.730 millones.” (2)

El 3 de marzo de 2005 desde el Salón Blanco de la Casa Rosada se anunció el porcentaje de aceptación, primero habló Lavagna y luego lo hizo el presidente, se trataba de la quita más grande de la historia.

En su discurso Kirchner se dedicó a señalar a los voceros del establishment financiero que se encargaron de preanunciar el fracaso de las gestiones, esos personeros que inundan los estudios de televisión para defender a los grupos económicos y el neoliberalismo, que no aciertan ni uno de sus pronósticos: la lista estaba conformada por Daniel Artana, Manuel Solanet, Miguel Kiguel, Pablo Guidotti, Carlos Melconián y José Luis Espert.

Kirchner leyó algunas de las afirmaciones de estos representantes del poder financiero: “El plan para salir de la deuda está equivocado” dijo Carlos Melconián, “Se encuentra lejos de los valores que estarían dispuestos a aceptar los acreedores y era esperable que la propuesta argentina no encontrará una gran respuesta en el exterior” José Luis Espert.

Y agregó: “Está probado que quienes obstaculizan los procesos son precisamente quienes más buscan ganancias extraordinarias y rápidas”  y luego agradeció “la presencia en el acto del ex presidente de la Nación doctor Raúl Alfonsín que nos ayudó con la ley en el Congreso realmente en un gesto que lo ennoblece, un gesto que la Argentina tiene que empezar a recatar y él, con toda su experiencia, lo aportó en un momento difícil, muy difícil , cuando seguramente tenía mucho más para perder políticamente que para ganar. Pero lo hizo”. (3) También elogió a Lavagna y Alberto Fernández.

En un mail que le envió a José Pablo Feinmann le dice: “Dentro del marco de esa realidad que nos toca vivir es que conseguimos una quita histórica de la deuda externa y cancelamos toda nuestra deuda con el Fondo, a pesar de lo cual, seguimos acumulando reservas. Esto, además, nos ha dado un nuevo marco de relacionamiento internacional y de autonomía en las decisiones”. (4)

Cristina en su libro Sinceramente dice lo siguiente sobre la deuda externa: “La deuda es el mecanismo de extorsión que tiene el capitalismo en su fase financiera para someter a los países emergentes. Por eso Néstor desde el principio tuvo claro el rumbo: todas las políticas tenían que apuntar a recuperar la autonomía en la toma de nuestras decisiones y, por lo tanto, desendeudar la Argentina se convertía en objetivo estratégico”. (5)

En junio de 2003 al poco de asumir se reunió en Olivos con el director general de FMI Horst Köhler, le expresó su cuestionamiento al organismo en la crisis del país considerando al FMI uno de los principales responsables de la misma y le dejó claro que a partir de ese momento la relación entre el FMI y la Argentina iba a cambiar.

En la Cumbre de las Américas realizada en Monterrey expresó: “Con el FMI hemos acordado condiciones que estamos cumpliendo con esfuerzo límite; sin embargo, surgen de forma permanente nuevas exigencias que parecen no querer ver la situación límite de nuestro país… No podemos pagar de un modo que lesione las perspectivas de crecimiento y la gobernabilidad, generando más pobreza y exclusión”. (6)

El 9 de marzo de 2004 había un vencimiento con el FMI de 3.100 millones de dólares las exigencias eran varias para renegociar ese vencimiento, compensación a los bancos por la pesificación asimétrica, aumento de tarifas, eliminación de las retenciones al agro y el impuesto al cheque.

Hubo presión del titular del Tesoro de los Estados Unidos para que el acuerdo se firmara sin las imposiciones del FMI, y un importante apoyo de la región en el mismo sentido con varios presidentes llamando a Kirchner para brindarle su apoyo.

Llegado el día del vencimiento Kirchner estaba dispuesto a no pagarle, Lavagna habló con Anne Kruger la directora del FMI, sólo se aceptaba subir el porcentaje de adhesión del canje, el resto de los planteos del FMI fueron rechazados, el organismo terminó aceptando y el gobierno sorteó uno de los momentos más difíciles.

EL 15 de diciembre de 2005 Kirchner anunció la cancelación de la deuda con el FMI por un monto de 9.810 millones de dólares, se pagó con reservas que se recuperaron rápidamente, manteniendo el tipo de cambio. Las reservas que estaban en 28.045 millones de dólares pasaron a 18.575.

Este pago significó un ahorro de 1.000 millones en concepto de intereses que correspondían al período entre enero de 2002 y noviembre de 2005. Si no se pagaba para 2006 vencían 5.082 millones, 4635 en 2007 y para el 2008 otros 432 millones.(7)

Pero lo más importante consistía en que el FMI dejaba de tener injerencia en los asuntos internos y sus permanentes propuestas de ajustes sobre los sectores de menores recursos, el país retomaba el control de su economía.

Lavagna que ya no formaba parte del gabinete lo llamó a Kirchner para felicitarlo por la decisión que consideraba extraordinaria e histórica.

72 horas antes Lula había anunciado que le pagaría la deuda de 15.500 millones de dólares al FMI, de esa manera ambos presidentes actuaban de manera coordinada y cumpliendo sus compromisos de unificar sus posiciones en defensa de América Latina y dejar atrás la vergonzante postura de disputarse los favores del imperio.

Según algunas encuestas a esa altura el presidente tenía un nivel de aprobación del 75%.

En su discurso anunciando el pago al FMI expresó: “Nos quisieron meter en el alma la certeza que la realidad es intocable…Concretamos con esta medida la estrategia de reducción de deuda a un nivel compatible de nuestras posibilidades de crecimiento y pago ganando además grados de libertad para la decisión nacional”.

Recordó las graves fallas del organismo en el pasado: “No recibimos ayuda del Fondo para afrontar la difícil situación que enfrentamos, esta deuda ha sido constante vehículo de intromisiones porque está sujeta a revisiones periódicas y ha sido fuente de exigencias y más exigencias que resultan contradictorias entre sí y opuestas al objetivo de crecimiento sustentable….El FMI ha actuado en nuestro país como promotor de políticas que provocaron pobreza y dolor en el pueblo argentino de la mano de gobiernos que eran proclamados alumnos ejemplares del ajuste permanente “

Concluía afirmando: “Estamos con este pago sepultando buena parte de un ominoso pasado, el del endeudamiento infinito y el del ajuste eterno”.
En un acto de la militancia realizado el 11 de marzo de 2004 en Parque Norte explicaba por qué era necesario pagar menos y liberarse de las imposiciones externas; “Esos que dicen que hay que pagar más, pagar más es sacarle plata a las universidades, sacarle plata a los trabajadores, sacar plata a los planes sociales, sacar plata a la educación argentina, sacar plata de la inversión en el trabajo, sacar plata a la producción, seguir perjudicando a los argentinos. Prefiero que me traten como me tratan, pero saber que por lo menos con esfuerzo impedimos que le quiten un peso más a este sufriente pueblo argentino, para alimentarle las posibilidades de un futuro distinto”.

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(1) Sinceramente. Cristina Fernández de Kirchner. Editorial Sudamericana, 2019 Pags. 197 y 198
(2) La renegociación de la deuda durante el kirchnerismo. Andres Wainer. Voces en el Fénix
https://www.vocesenelfenix.com/content/la-renegociaci%C3%B3n-de-la-deuda-durante-el-kirchnerismo
(3) Kamikazes. Los mejores peores años de la Argentina Reynaldo Sietecase. Aguilar. 2012. Pag. 199
(4) El Flaco, Diálogos irreverentes con Néstor Kirchner. José Pablo Feinmann Planeta 2011 pag. 308
(5) Sinceramente. Cristina Fernández de Kirchner. Editorial Sudamericana, Pag. 351
(6) Diez años. Una década de gobierno kirchnerista. Daniel Míguez. Planeta 2013. Pag. 83
(7) Idem Pag.132

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