El Forjista
Desde 2002 el presidente del Uruguay y miembro del Partido Colorado, Jorge Battle, mantenía negociaciones con la empresa española ENCE para instalar una planta procesadora de celulosa en Fray Bentos a orillas del río Uruguay, poco antes de concluir su mandato hizo otro acuerdo con la empresa finlandesa Botnia que iba a tener una dimensión aún mayor.
A pesar de estar obligado por el Tratado del Río Uruguay a informar de esas gestiones a la Argentina, el gobierno se demoró en anunciarlo y nuestro país tardó en reaccionar, la primera movilización en Gualeguaychú se realizó el 30 de abril de 2005 a la que concurrieron 40.000 personas en una ciudad de 100.000 habitantes.
Ese año fue el inicio de largo conflicto con Uruguay, al trascender que el gobierno de ese país autorizaría la instalación de las dos fábricas de pasta de papel con el peligro cierto que sus actividades pudieran contaminar el río Uruguay.
Durante mayo se sucedieron las protestas multitudinarias en Gualeguaychú, de las que participaban casi la totalidad de los habitantes, una de las maneras de expresar su disconformidad era cortando el puente que unía la ciudad con la localidad uruguaya de Fray Bentos.
En los comienzos de la protesta también se realizaron cortes en los puentes Colón-Paysandú y Concordia-Salto, aunque en la continuidad del conflicto sólo se mantuvo el bloqueo sobre el que unía Gualeguaychú con Fray Ventos.
Como señalamos en un capítulo anterior, Kirchner había colaborado con el triunfo de Tabaré Vázquez del Frente Amplio, cuando éste asumió la presidencia se conformó una Comisión Mixta para analizar el impacto ambiental.
Sin embargo, al comenzar el 2006 la relación entre los países estaba sumamente tensa, mientras que el turismo en el país vecino se vio afectado por el corte de los puentes que comunicaban ambos países.
Gualeguaychú dio una muestra de activa militancia, unificando todas las opiniones de la ciudad que veían un serio riesgo para su salud en la instalación de las fábricas en la otra orilla del río, por todos lados se podía ver la frase “Si a la vida, no a las papeleras”, consigna que se mostraba en remeras, carteles, folletos y banderas.
Jorge Busti el gobernador de Entre Ríos, se encontraba entre los más indignados, en tanto que el presidente estaba ante un problema que no tenía fácil solución porque quería satisfacer los reclamos de los entrerrianos sin afectar las relaciones con el país vecino.
El gobierno nacional promovía el levantamiento del corte de los puentes, pero si no había voluntad para hacerlo no estaba dentro de sus opciones la de recurrir a la represión, en tanto el gobierno uruguayo se negaba a continuar las negociaciones si continuaban los cortes.
El gobierno argentino realizó una serie de contrapropuestas para evitar el impacto ambiental sobre el Río Uruguay como trasladar las pasteras unos kilómetros al sur de Fray Bentos o implementar un proyecto de producción limpia que era impulsado por Greenpeace, pero Tabaré Vázquez rechazó ambas propuestas.
Entonces el gobierno de nuestro país procedió a negociar directamente con la empresa ENCE, logrando que su fábrica se construyera sobre el Río de la Plata donde se consideraba que el impacto ambiental iba a ser menor, en un sitio que no estuviera poblado, el gobierno español intervino para hacer que esa salida fuera viable.
Por el contrario, la empresa finlandesa Botnia comenzó a construirse en Fray Bentos frente a Gualeguaychú, el gobierno de Finlandia se negó a intervenir alegando que no podía hacerlo por tratarse de intereses privados.
La comisión binacional formada por técnicos argentinos y uruguayos no llegó a una conclusión unánime, los argentinos indicaron que la instalación de las pasteras afectaría la salud de la población, mientras que los uruguayos negaban esa posibilidad.
En la apertura de las sesiones del Congreso el 1 ° de marzo de 2006, en su discurso Kirchner convocó a Tabaré Vázquez a suspender las obras por 90 días, se reunieron el 13 de ese mes cuando se encontraron en la asunción de la presidenta chilena Michelle Bachellet y acordaron suspender las obras por tres meses, a cambio se levantaría el bloqueo de los puentes y el gobierno argentino se haría cargo de los salarios de los trabajadores por ese tiempo.
Cuando se supo del acuerdo en Uruguay la oposición y los medios de comunicación acusaron a Vázquez de haber capitulado, el presidente asustado por las críticas decidió no cumplir con el trato y Botnia procedió a reanudar la actividad sin cumplir los plazos acordados, Uruguay había realizado grandes concesiones y facilidades a las papeleras incluyendo la extraterritorialidad aceptando la jurisdicción de la justicia de Finlandia para tratar las diferencias que pudieran surgir con Botnia.
En mayo de 2006 la Argentina hace una presentación ante la Corte Internacional de La Haya al considerar que la construcción de la pastera violaba el Estatuto del Río Uruguay, ya que para adoptar una decisión que afectaba el curso de agua debían tener el aval de ambos países, Busti por su parte inició acciones legales contra la empresa por contaminación del agua.
Poco tiempo después se realizó un multitudinario acto en Gualeguaychú con la presencia de Kirchner reclamando la suspensión de las obras.
Cuando se realizaba en Viena la Cumbre de la Unión Europea y América Latina, en la ceremonia donde todos los jefes de estado posaban para la foto, fue interrumpida por la Reina del Carnaval de Gualeguaychú, que vestida con una bikini y los adornos del carnaval, sostenía un cartel que decía: ““Basta de papeleras contaminantes”, la foto recorrió el mundo y mostraba que todos los habitantes de la ciudad estaban consustanciados con esa lucha contra la contaminación del agua.
El 13 de julio de 2006 la Corte de la Haya rechazó el pedido argentino para que cese la construcción de la pastera, el argumento era que no había pruebas que demostraran que las aguas iban a ser contaminadas y le dio al país seis meses para presentarlas.
El 22 de enero de 2007 la Corte rechazó el pedido de Uruguay en el sentido que cesaran los cortes de los puentes, medida que había afectado el turismo uruguayo, en Punta de Este ese año hubo unos 100.000 argentinos menos que el año anterior.
En tanto en abril de 2010 la Corte de la Haya falló en el sentido que Uruguay había incumplido el Tratado del Río Uruguay por no haber consultado a la Argentina, pero a su vez, señalaba que no se podía hacer cesar la actividad de Botnia porque no había prueba que contaminara, a partir de ese momento ambos países debían monitorear en conjunto el funcionamiento de la fábrica y el control de que no contaminara.
El 16 de junio la asamblea de vecinos de Gualeguachú votó por levantar el corte del puente con Fray Bentos, habían pasado tres años y ocho meses desde el inicio de la protesta. La reunión se efectuó en un club y la votación fue de 402 a 315.
Ese año el Uruguay había cambiado de presidente, el nuevo mandatario era José Pepe Mujica que aunque fuera del mismo partido de Tabaré Vázquez tenía una mayor sensibilidad y menores compromisos con las empresas, por eso luego de varias reuniones aceptó el monitoreo conjunto y constante del Río Uruguay, que se consideraba una forma de encaminar el conflicto hacia una solución.