El Forjista
La situación de la provincia era calamitosa cuando asumió la gobernación de Santa Cruz, se adeudaban tres meses de sueldos de la Administración Pública, estando obligado a declarar la emergencia provincial, de lo que recibía del Estado Nacional el 90 % estaba destinado a pagar salarios.
Las primeras decisiones que debió adoptar eran claramente antipopulares, se le redujo el salario a los estatales entre un 10 y un 15%, se incrementó la jornada laboral, era de siete horas y pasó a ser de ocho, en horario partido por la hora de almuerzo, se incrementaron los aportes de los salarios en dos puntos para la Caja de Previsión Social y en uno a la Caja de Servicios Sociales.
Para mantener enterada a toda la población se pasó a informar en el boletín oficial todos los ingresos y egresos en las finanzas provinciales.
La provincia tenía una enorme deuda en dólares, además estaban colapsados los servicios de salud y educación, con los chicos que no terminaban las clases y pasaban de grado por decreto, los proveedores del Estado habían dejado de cobrar y por eso suspendieron las entregas.
Pero la situación cambió por las medidas adoptadas por el nuevo gobierno, pero también porque hubo un incremento de la coparticipación y unos meses después, la provincia ganó un juicio iniciado por el gobernador Puricelli por regalías petroleras mal liquidadas, que también benefició a otras provincias como Mendoza, Neuquén, Chubut, Río Negro, Tierra del Fuego, Formosa y La Pampa.
Kirchner privatizó el Banco de Santa Cruz siendo adjudicado al grupo Eskenazi, se evitó el despido de empleados de la entidad que pasaron a trabajar en la administración pública provincial.
Durante su primer mandato como gobernador mantuvo una buena relación con el gobierno nacional de Carlos Menem, en mayo de 1993 cuando el presidente visitó la provincia, Kirchner lo elogió públicamente.
Después de esa fecha Néstor Kirchner comienza a mostrar una postura cada vez más crítica del gobierno nacional que se evidencia en la Convención Constituyente de 1994 y luego en el Congreso del Partido Justicialista de 1996.
Se niega a firmar el Pacto Fiscal que el gobierno nacional pretendía imponer a las provincias, como represalia se recorta la coparticipación a Santa Cruz, Kirchner denuncia el trato diferenciado que recibía La Rioja, la provincia del presidente, con respecto a la suya.
A los seis meses de gestión kirchnerista la gobernación procedió a devolver en cinco cuotas con intereses lo que había descontado de los sueldos de los empleados públicos, un tiempo después los jubilados provinciales pasaron a cobrar el 82% móvil.
Las tareas urgentes de la gobernación le impidieron a la familia tomarse vacaciones en 1992, en años anteriores habían alquilado alguna quinta en City Bell o Gonnet que servían para el reencuentro con la familia materna.
Kirchner le daba a su gestión una dinámica de constante actividad y atención a los problemas, en el documental de Adrián Caetano sobre la vida de Néstor Kirchner se reproducen imágenes de un noticiero de la provincia donde se lo ve recorriendo los barrios más alejados del centro de Río Gallegos, en un día de una gran nevada con la nieve que le llegaba a las rodillas, sus coprovincianos sabían que eso no era una pose demagógica, que el gobernador se preocupaba y ocupaba de los asuntos de la comunidad.
La privatización de YPF realizada por el menemismo en 1992 le deparó a la provincia de Santa Cruz un significativo ingreso adicional, el pago no fue todo en efectivo también se realizó a través a acciones de YPF, pero el gobierno de Santa Cruz continuó comprando acciones de la petrolera, las que debió negociar cuando en 1998 el gobierno de Menem decidió vender la acción de oro que le permitía vetar las decisiones de los inversores privados, Repsol quedó con el dominio total sobre YPF.
Kirchner decidió en 2001 depositar ese dinero de la provincia en bancos de los Estados Unidos, luego lo transfirió a bancos suizos ante la posibilidad que fueran embargados por los fondos buitres en los tribunales de Nueva York, en 2005 siendo gobernador Sergio Acevedo comenzó la repatriación de los 500 millones de dólares depositados en el exterior, proceso que finalizó un año después.
Kirchner hizo con el dinero de la provincia, es decir girarlo al exterior, lo que se negó a realizar con los ahorros familiares que quedaron atrapados en el “corralito” dispuesto por Domingo Cavallo.
En 1994 estalló un conflicto en los yacimientos carboníferos de Río Turbio, otra de las empresas privatizadas por el menemismo, los concesionarios Sergio y Alberto Taselli pretendían despedir mineros e incrementar el precio del carbón, los trabajadores iniciaron una huelga.
El presidente Menem quería enviar a la Gendarmería para forzar el regreso de los trabajadores a sus labores, pero Kirchner se solidarizó con los mineros e intervino para evitar la represión, en esa lucha conoció a quien era delegado de los trabajadores, Edgardo Depetri, quién estuvo dentro de la mina once días, al final se arribó a un acuerdo.
Una vez que pudo arreglar las cuentas provinciales, comenzó un agresivo plan de obras públicas, entre 1991 y 2001 se realizaron obras por 1.500 millones de dólares que fueron invertidos en rutas, aeropuertos y puertos.
En 1994 se inaugura un aeropuerto en El Calafate para aviones de bajo porte, se había asfaltado una pista que era de ripio con la finalidad de mejorar la afluencia turística, sin embargo, no se produjo el movimiento esperado. La inauguración contó con la presencia de Menem acompañado por su hijo Carlitos y el canciller Guido Di Tella.
En diciembre de 1993 Néstor Kirchner le gana la interna del PJ a Puricelli, la gran cantidad de obra pública realizada ayudaron a obtener ese triunfo.
En 1994 se inauguró el hospital de Río Gallegos que tenía 17.000 metros cuadrados, estaba equipado con aparatos de última generación, esta medida concitó la oposición de las clínicas privadas cuyos dueños eran radicales.
Alicia Kirchner que estaba a cargo del Ministerio de Asuntos Sociales decoró las habitaciones con delicadas cortinas y detalles para que los pacientes estuvieran en un ambiente de comodidad y dignidad, había televisión en casa una de las habitaciones.
Así explicaba Cristina esa convicción que había que ofrecer lo mejor posible a los ciudadanos: “Siempre creímos lo mismo que Evita, que cuando hacíamos las cosas para el sector público había muchos que pensaban; a los pobres ropa y juguetes usados y los ricos con todo lo nuevo… No señor, de ninguna manera. Fue tan positivo el impacto que los ciudadanos elegían el hospital público antes que las clínicas privadas”. (1)
En 1993 se consumó el denominado Pacto de Olivos entre el presidente Carlos Menem y el principal dirigente de la oposición el ex presidente radical Raúl Alfonsin, acuerdo para reformar la Constitución Nacional que permitiría la reelección de Menem, el 25 mayo de 1994 comenzó la Convención Constituyente que se desarrolló en Santa Fe y Paraná y que se extendió hasta agosto.
Néstor Kirchner y Cristina Fernández fueron elegidos convencionales constituyentes por su provincia, Kirchner fue muy crítico de los acuerdos a los que arribaban el radicalismo y el menemismo sin una discusión previa, no dudó en señalar a Alfonsín como uno de los responsables, en su exposición afirmó: “… pero pareciera ser que acá no es necesario ni sirve tratar de discutir a fondo cuestiones que son fundamentales, en mi vida soñé después de escucharlo decir tantas veces y con todo respeto Dr. Alfonsín, hablar de preámbulo, que uno de ellos que se reunía en los rincones, era usted también”.
Además cuestionó al gobierno nacional por la imposición de decisiones inconsultas y dejaba traslucir su creciente disconformidad con el menemismo: “Me toca vivir a diario, y algunos no se animan a decirlo, el peregrinar para encontrar decisiones que cada vez que hago una crítica o levanto mi voz se me duermen hasta los cheques en los cajones, porque es así, porque pareciera que no se puede disentir, y entonces a la hora de la decisión, en el bloque nuestro y esto ha pasado hoy, ha pasado estos días, antes de discutir los temas centrales y de fondo encuentran la mecánica de la persuasión que es absolutamente convincente por otros medios, ya va a llegar la hora que van a despertar los compañeros, ya va a llegar la hora en que van a perder los miedos, haremos algunos punta, para que el movimiento se vuelva verdaderamente democrático porque sabemos que van a comprender la mayoría de todos los justicialistas”.
Ese mismo año también se realizó una reforma de la Constitución de la Provincia que permitía la reelección del gobernador, el MRP de Rafael Flores se opone y se pasa al Frente Grande.
Casi al concluir su primer mandato en la gobernación comienza un entredicho con el Procurador de la Provincia, Eduardo Sosa, cuando el gobierno procede a adoptar algunas decisiones en el Poder Judicial como aumentar la cantidad de miembros del Tribunal Superior pasando de tres a cinco, uno de los designados fue Carlos Zannini, también se eliminó el cargo de Procurador dividiéndolo en dos cargos, Sosa inició una batalla judicial que duró veinte años hasta que le Suprema Corte de Justicia de la Nación le ordenó a la provincia que lo restituya, decisión que la provincia no ha efectivizado.
Kirchner resultó reelegido por el 66% de los votos, acompañado nuevamente por Eduardo Arnold como vicegobernador, siendo la única fórmula presentada por el justicialismo, Alicia se presentó como candidata a la intendencia de Río Gallegos, pero fue derrotada, en tanto que Cristina fue elegida senadora nacional.
El único cambio que se introdujo en el gabinete fue en el Ministerio de Educación porque Carlos Hugo Muratore fue elegido legislador provincial siendo reemplazado por Ricardo Jaime.
En 1996 se realizó en Parque Norte el Congreso Nacional del Partido Justicialista, Kirchner estuvo entre los pocos que se animaron a cuestionar el rumbo que estaba tomando el gobierno nacional con Menem en su segundo mandato, realizó un discurso muy duro cuestionando las políticas neoliberales, obteniendo algunos aplausos cuando todavía no había llegado el presidente, cuando éste se hizo presente volvió a repetir su discurso, pero en esa oportunidad no obtuvo adhesiones.
Paralelamente Cristina llegó al Senado y se vio relegada por sus posicionamientos críticos y los de su marido, en 1997 es expulsada del bloque justicialista conducido por Augusto Alasino, Cristina realizó un duro cuestionamiento a leyes como la de Hielos Continentales, la privatización de Aerolíneas Argentinas, el Pacto Fiscal II, la Reforma Laboral y las reformas al Consejo de la Magistratura, también fue desafectada en todas las comisiones de las que formaba parte.
En 1997 en la elección de medio término, Cristina es electa diputada nacional renunciando a la senaduría, a comienzos de ese año la familia adquiere el primer terreno en El Calafate donde construyeron su casa pagando lo mismo que abonaron otros vecinos independientemente del partido al que adhirieran.
Tanto Cristina como Néstor recorrieron el país explicando su posición contraria a la Ley de Hielos Continentales, el gobierno de Menem firmó un acuerdo con Chile en 1998 con el apoyo de los radicales, Cristina fue quien más se movilizó por todo el país para expresar su cuestionamiento, aun hoy existe un sector que va desde el Monte Fitz Roy y cerro El Murallón que no está demarcado, también discrepaban con el arbitraje en la zona de Lago del Desierto.
El 27 de febrero de 1997 Menem decide suspender un viaje que tenía programado a Santa Cruz para inaugurar obras de YPF, porque había un conflicto de los gremios petroleros y carboníferos, mientras que el gobernador mantenía una disputa con el canciller Guido Di Tella al que calificaba de entreguista por el arbitraje en la Laguna del Desierto y el diferendo por los Hielos Continentales.
Durante las gobernaciones de Kirchner se realizaron dos obras de gran magnitud como fueron el aeropuerto internacional de El Calafate y el puerto de Aguas Profundas de Caleta Olivia. Este se hizo con fondos provinciales y se invirtieron 60 millones de dólares, se inauguró en 1997.
Cuando se conoció la intención de Menem de volver a presentarse a la re-reelección haciendo una interpretación forzada de la Constitución que no la permitía, Kirchner declaró: “Apoyaremos la chance de que Menem tenga su re-reelección, siempre que antes haya una consulta popular, en la que yo voy a votar que no”. (2)
En febrero de 1998 apoyó la fórmula del Partido Justicialista conformada por Eduardo Duhalde y Ramón “Palito” Ortega, la relación con Duhalde comenzó cuando lo invitó al Calafate a una excursión de pesca, deporte al que era afecto el ex vicepresidente que viajó acompañado de su esposa Chiche.
Durante el segundo mandato comenzó a organizar un posible lanzamiento nacional para eso contaba que Cristina tenía algún grado de conocimiento en otras provincias y en la Capital por su labor como senadora y diputada nacional, cada vez que viajaba a Buenos Aires realizaba reuniones con dirigentes peronistas de las que participaban Dante Dovena, Miguel Bonasso, Eduardo Valdés, Luis Eduardo Duhalde, Jorge Argüello, José Arrechea, Héctor Timmerman, Carlos Kunkel, Oscar Parrilli y Julio Bárbaro.
El primer nombre que adoptó ese grupo fue La Corriente, luego se fueron incorporando otras figuras como Alberto Fernández y Gustavo Béliz, este último se había distanciado del menemismo luego de formar parte del gobierno.
En octubre de 1998 se lanzó el Grupo Calafate con una reunión en esa ciudad, era la continuación de La Corriente, el objetivo era apoyar la candidatura de Duhalde sosteniendo posiciones progresistas, entre los concurrentes estaban Oscar Parrilli, Carlos Tomada, Alberto Fernández, José Octavio Bordón, Eduardo Valdés, Mario Cámpora, Alejandro Dolina, Jorge Coscia, Esteban Righi, Jorge Argüello, Ernesto Villanueva, Miguel Talento y otros.(3)
(1) Sinceramente. Cristina Fernández de Kirchner. Editorial Sudamericana 2019. pag 424
(2) Néstor el presidente militante. Gabriel Pandolfo. Aguilar 2011. Pag. 125
(3) Diez años. Una década de gobierno kirchnerista. Daniel Míguez. Planeta 2013. Pag. 18