El Forjista
El Ejército Bolivariano Revolucionario 200 (EBR 200), el 200 se le agregó por cumplirse en 1983 los 200 años del natalicio de Bolívar, nació por iniciativa de Hugo Chávez y Francisco Arias Cárdenas hacia fines de 1981, pero ese no era el único grupo que conspiraba dentro de la Fuerzas Armadas.
El oficial de la fuerza aérea Willian Izarra llevaba una larga actuación política en el seno de su fuerza, conformando un grupo que se denominó Acción Revolucionaria de Militares Activos (ARMA), en 1984 ambos sectores llevaron a cabo negociaciones y se fusionaron dando nacimiento al Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR200).
Como ya vimos, Hugo Chávez difundía en toda oportunidad que se le presentaba el pensamiento y la obra de Simón Bolívar, daba conferencias, andaba siempre con libros del libertador y los compraba para regalarlos, todo el mundo sabía de esa admiración, por eso el coronel jefe del regimiento donde estaba destinado le ordenó que el 16 de diciembre de 1982, el día antes del aniversario de la muerte de Bolívar, pronunciara unas palabras ante todo el regimiento.
Las encendidas palabras de Chávez no fueron del agrado de un Mayor que luego del discurso lo encaró y le dijo que “parecía un político” cosa que en ese lugar y en ese momento era algo muy parecido a una ofensa.
Chávez y tres compañeros que compartían su admiración por Bolívar se sintieron disgustados porque su prédica no era entendida entre la oficialidad superior, para aflojar tensiones salieron a correr y lo hicieron hasta llegar al Samán de Güere, que es un árbol que fue declarado Monumento Nacional en 1933, el mismo se encuentra rodeado de cañones y rifles utilizados en la Independencia de Venezuela y que había sido un lugar visitado por Simón Bolívar que acampó bajo su sombra el 6 de agosto de 1813, el árbol tiene unos 600 años y ya era utilizado por los indígenas para reunirse antes de la llegada de los españoles.
Chávez propuso a sus compañeros que eran Jesús Urdaneta, Felipe Acosta Carlez y Raúl Baduel efectuar el mismo juramento que realizó Bolívar junto a su maestro Simón Rodríguez en el Monte Sacro de Roma en 1805, y que fue su compromiso de liberar América.
El juramento decía: “Juro por el Dios de mis padres, juro por ellos, juro por mi honor y juro por mi patria que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que hayamos roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español”. Chávez modificó las últimas palabras diciendo en cambio “...por voluntad de los poderosos”.
Ese día se considera que comenzó el Movimiento Revolucionario Bolivariano porque el compromiso que asumieron los cuatro oficiales fue el de salir a convencer a otros militares de la causa nacional que los llenaba de fervor, si bien como señalamos ya existían iniciativas que con anterioridad venían actuando en el mismo sentido.
Comenzaron a discutir la forma de incorporar a nuevos adherentes, el ingreso de los postulantes se realizaría por consenso, a medida que el movimiento creció se crearon grupos para el estudio del pensamiento de Bolívar, Simón Rodríguez, el caudillo federal Ezequiel Zamora y Maisanta. En pocos años el movimiento tuvo un crecimiento considerable el cual se aceleró a partir del Caracazo ocurrido en 1989.
Los bolivarianos realizaron cinco congresos, el primero se efectuó en Caracas en 1983 con la participación de 15 oficiales, el segundo se realizó en Maracay con 45 concurrentes.
La tercera reunión se desarrolló en San Cristóbal en el Estado de Táchira en 1985, Chávez estaba destinado en Elorza y debió viajar 300 kilómetros, en este congreso surgieron divergencias entre Chávez y Arias Cárdenas, mientras el primero planteaba pasar a la acción efectuando hechos que llamaran la atención de la opinión pública mediante la realización de actos de sabotaje, el segundo proponía continuar con la política de reclutamiento.
La mayoría se decidió por la segunda de las propuestas que sin duda era la que más se adaptaba a la situación política, la opción de realizar actos de sabotaje que mocionó Chávez no parecía que fuera una buena carta de presentación del movimiento ante el conjunto de la sociedad.
En esta tercera reunión Chávez propuso la teoría de las tres raíces que implicaba desarrollar un pensamiento nacional centrado en el aporte realizado por Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora. Ésta sí que era una propuesta muy importante porque incitaba a los revolucionarios a nutrirse de las raíces nacionales en vez de buscar en teorías y en soluciones importadas, tendencia a la que son muy proclives muchos grupos de izquierda.
En algunas de estas reuniones participaron civiles vinculados a partidos de izquierda, sin embargo la mayoría de los militares desconfiaban de ellos, Arias Cárdenas era partidario de mantener el movimiento dentro de un estricto marco castrense.
Chávez por el contrario alentaba los vínculos con algunos partidos de esa tendencia, mantenía una larga relación con el Partido de la Revolución Venezolana (PRV) que había comenzado en 1980 y desde 1977 con el partido Causa R ya que su amigo Federico Ruiz-Tirado le había concertado una entrevista con su líder, Alfredo Maneiro.
En 1985 algunos integrantes del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 expresaron su disgusto por las vinculaciones con los partidos Causa R y el PRV que lideraba el ex guerrillero Douglas Bravo.
El cuarto congreso tuvo lugar en 1986 en la localidad de Paraguaipoa cerca de la frontera con Colombia, ahí se discutió la denominada “teoría del chinchorro” por la cual se sostenía que el intento de la toma del poder debía realizarse en el momento de mayor desprestigio del gobierno, que los militares estimaban que comenzaría a manifestarse a comienzos de 1989, pero que sin embargo debería esperarse para cualquier acción pública hasta 1991 cuando los miembros del movimiento comenzarían a tener mando de tropa.
El último congreso se realizó en 1987 en las riberas de Apure, esta reunión mostró el crecimiento del movimiento porque se hicieron presentes cientos de oficiales y suboficiales. El avance había sido tan espectacular que algunos afirmaban que de la promoción de cadetes que se recibieron en ese año la mayoría adhería al movimiento bolivariano y cada uno de ellos se había comprometido a convencer al menos a otros dos cadetes.
Antes de cada reunión Chávez, Arias, Izarra y una mujer que tuvo una función fundamental en la cuestión organizativa del movimiento, Herma Marksman, se encargaban de asegurarse que los documentos les llegaran a todos los participantes, hay que tener en cuenta que los esfuerzos en la organización debían ser mayúsculos porque los militares se encontraban dispersos por todo el país.
Luego de la última reunión la situación se vuelve difícil para los integrantes del MBR200, cabe recordar que a raíz de “La noche de los tanques” varios miembros fueron encarcelados y si bien se los libera, sus actividades comenzaron a ser vigiladas, además a varios de ellos se los dispersa en los destinos más remotos.
Chávez debía cuidar sus movimientos porque había un especial seguimiento de sus actividades por parte de los servicios de Inteligencia, por eso adquirió un papel fundamental Herma Marksman, esta mujer que cumplía la función de secretaria de Chávez y estaba a cargo de la difusión de los documentos y de mantener informados a todos los miembros.
Herma Marksman y Chávez también mantuvieron una vinculación sentimental, una vez que la relación terminó, la mujer fue utilizada por los medios de comunicación opositores para atacar al líder bolivariano, estas corporaciones también intentaron que su exesposa Nancy Colmenares se prestara a sus maniobras desestabilizadoras, pero nunca lograron que ella hiciera alguna declaración en su contra.
En julio de 1991 los miembros del MBR200 llegan a la comandancia de siete batallones, mientras tanto el crecimiento del movimiento provoca la impaciencia de los oficiales más jóvenes que pretenden acelerar los tiempos y presionan a los comandantes para producir un golpe político.
Incluso algunos capitanes y tenientes habían estado evaluando la posibilidad de rebelarse sin esperar la orden de los comandantes, los más exaltados estaban dispuestos a sacarse de encima a Chávez en una acción concertada con el grupo de extrema izquierda Bandera Roja.
Durante 1991 se produjeron varias protestas estudiantiles que fueron fuertemente reprimidas, 25 estudiantes murieron en las calles, en la oportunidad se dieron muestras de confraternización entre los estudiantes y los militares bolivarianos, incluso uno de ellos Ortiz Contreras hizo uso de la palabra en el sepelio de uno de los estudiantes.
En noviembre del mismo año se produce una rebelión popular con participación estudiantil en Maracay, donde se encuentra destinado Chávez, éste recibe la orden de movilizarse para ocupar la ciudad, orden que acata pero da precisas instrucciones a sus subordinados para que nadie dispare contra la multitud.