El Forjista

El entreguismo de la derecha

 

Tanto la intelectual encargada de endulzarle los oídos a los poderosos, Beatriz Sarlo como la presidenta del PRO y líder de la fracción más extremista de ese partido, Patricia Bullrich, como la profesora y candidata a diputada de Juntos por el Cambio han expresado su deseo de que la Argentina deje de reivindicar la soberanía sobre las Islas Malvinas.

Todas ellas regidas por la mentalidad colonialista de Mauricio Macri que ya hace un tiempo expresó que la recuperación de las Islas Malvinas sólo traería mayores gastos para el país.

La derecha se vuelve cada vez más entreguista y lo hace casi con un orgullo provocador, propio de quienes cuentan con la impunidad que le otorgan los medios de comunicación y la derecha agrupada en Juntos por el Cambio que avala complacientemente esos comentarios antinacionales.

¿Cómo es posible semejante despropósito cuente con el aval de algunos compatriotas?  y no generen un repudio generalizado, más aún cuando cientos de heroicos argentinos entregaron su vida con el propósito que ese territorio regresara bajo nuestra soberanía.

La política argentina parece estar salpicada por un juego donde todo vale, todo puede ser dicho, sin importar que se lesione el interés de la Patria y se hace sin tapujos ante la vista de todos, con la sonrisa cómplice de comunicadores mercenarios que abundan en los medios.

Un artículo reciente de Daniel Filmus aparecido en Tiempo Argentino titulado “Un decálogo de ‘zonceras’ sobre Malvinas” destruye las mentiras señaladas por las tres adalides de la entrega como por otros voceros de la derecha.

Entre otras cosas Filmus nos recuerda que: "La Constitución Nacional plantea que el reclamo argentino sobre las Islas Malvinas es irrenunciable; disposición aprobada por aclamación y unanimidad" y explica los fundamentos históricos de la reivindicación argentina cuando señala: “La soberanía argentina fue expuesta en el Decreto de 1829 que creó la Comandancia de las Islas Malvinas. Allí, se establecía que España ejercía su soberanía plena sobre las Malvinas al momento del inicio del proceso emancipador el 25 de mayo de 1810".

Paralelamente a la envestida violenta contra cualquier creencia patriótica, también este sector retrógrado se tiñe de negacionista con el genocidio cometido por la dictadura, evidenciado una simpatía indisimulada con ese tipo de regímenes que arrasaron con todos los principios democráticos.

Margareth Thatcher una referente de esta derecha reaccionaria en cuyo pensamiento y acción política abrevan muchos de nuestros neoliberales explicó que: "No hay tal cosa como la sociedad. Hay hombres y mujeres y hay familias".

Si no existen las sociedades tampoco existen las naciones, una conclusión muy conveniente para políticos imperialistas como Thatcher y para todos aquellos neoliberales que se empeñan en exaltar el egoísmo y el individualismo, porque esa es la manera más adecuada para que los que detentan el poder económico puedan dominar con facilidad a los pueblos, pareciera que el poder le dice a las sociedades vengan de a uno, porque de esa manera los puedo vencer de manera rápida y sin esfuerzo, en cambio cuando los pueblos se organizan son más difíciles de convencer e imponerles una conducta que vaya contra los intereses nacionales y populares.

Cuando Cristina Fernández de Kirchner afirmó que “La Patria es el Otro” se enfurecieron, para ellos la única patria que reconocen es la del dinero y su bienestar personal, esa es la derecha furiosa cargada de odio y antinacional que estamos viendo actuar con manifiestas intenciones de destrucción de toda forma de solidaridad y sentimiento patriótico.

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