El Forjista

De acuerdo con Dady Brieva

 

En el programa “Sobredosis de TV” Dady Brieva tuvo la osadía de decir lo siguiente: “Yo creo que tendrían que hacer una CONADEP del periodismo” y agregó “acá hay un periodismo que es totalmente responsable de lo que ha pasado” definiciones con las cuales coincidimos plenamente.

Obviamente los mercenarios del periodismo, con cola de paja, saltaron tal vez sintiéndose amenazados a sabiendas de todas las trapisondas realizadas durante los últimos años, primero para desestabilizar un gobierno popular, después para hacer ganar las elecciones a un gobierno claramente antinacional y antipopular, convirtiéndose en cómplices, con su silencio y engaños, de la destrucción del país que realiza el macrismo y de la persecución de la oposición política.

Un ministro impresentable, aclaración que está demás porque todos los ministros de este gobierno lo son, como Germán Garavano, a cargo de la cartera de injusticia, el que desplazaba jueces para liberar delincuentes, para que a su vez estos delincuentes, después de que se aprendieran de memoria un guion que le entregaba el impresentable se encargaran de denunciar a funcionarios del anterior gobierno, este nefasto personaje acusó a Dady de “cínico”.

Cómo estos mismos miembros de la prensa canalla que saltaron indignados tampoco fueron muy adeptos a la defensa de los Derechos Humanos que se desarrolló parcialmente en el gobierno de Alfonsín y plenamente en los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández es que no tienen demasiada idea de instituciones como la CONADEP.

La Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) tuvo la misión de investigar y recibir denuncias sobre los hechos aberrantes cometidos durante la dictadura militar, pero no fue su misión la de juzgar a los responsables y por lo tanto no aplicó ningún tipo de sanción a los culpables de los delitos cometidos.

Podemos decir que fue una Comisión que se encargó de que los argentinos conociéramos la verdad sobre lo ocurrido en aquellos años oscuros, ocultados por la dictadura y por los medios de comunicación que fueron cómplices de la dictadura y hicieron negocios con los tiranos como fue el caso de Clarín y La Nación.

No fue el único país donde se instrumentaron comisiones para que el pueblo pudiera conocer la verdad luego de años de tiranía y oscuridad, así ocurrió en Sudáfrica cuando asumió la presidencia Mandela donde se conformó una comisión para conocer la verdad sobre el terrorismo de Estado en épocas del apartheid, país en que prácticamente no se hizo justicia con ninguno de los responsables de violar los Derechos Humanos.

Volviendo a la propuesta de Dady Brieva coincidimos con la idea de conformar una comisión que tenga por finalidad la investigación de las mentiras y engaños cometidos por los medios de comunicación durante los años del kirchnerismo y del macrismo, con la finalidad que el pueblo argentino pueda conocer realmente la verdad de como actúa determinado periodismo que ha dejado de merecer dicha denominación porque se convirtieron en operadores de los poderosos y de los servicios de inteligencia, cuando no de una embajada extranjera.

Por supuesto, que el objetivo de esto no es aplicar sanciones o castigos, a menos que haya una evidente violación de una ley como es el caso de Daniel Santoro como participante de la banda de Marcelo D’Alessio y Stornelli que se dedicaban, entre otros delitos, a la extorsión, o como el caso de Lanata y Nicolás Wiñazki que fueron condenados a pagar una compensación monetaria por calumnias e injurias contra un ex ministro de Cristina Fernández.

Las consecuencias de los engaños de los medios y sus mercenarios han sido graves para el país por estar padeciendo un proceso sistemático de destrucción que está llevando a millones de argentinos a la más absoluta miseria, pero con consecuencias personales para muchos otros a los cuales se los acusó sin pruebas y con mentiras y que hoy son presos políticos de un régimen corrupto y entreguista.

El pueblo argentino debe enterarse de aquellos periodistas que actuaron en connivencia con los fondos buitres para que estos cobraran millones a costa del hambre de los argentinos, y a los que dieron argumentos falaces para realizar una campaña internacional contra el país.

Las mentiras de Claudio Andrade, un personaje nefasto de Clarín, que mintió sobre la muerte de Santiago Maldonado y el asesinato por la espalda de Rafael Nahuel, mostrando su servilismo a las fuerzas represivas y a la responsable política de esas muertes, la ministra de represión, Patricia Bullrich, merecen el repudio de todos aquellos que queremos vivir en un país justo.

Los interminables engaños de Lanata merecedores de un libro de varios tomos, empezando por la cuenta que nunca existió de Cristina en Seychelles, la acusación a Aníbal de ser un asesino sustentada en la declaración de un asesino y de otros delincuentes que usaron el departamento de Carrió para armar una ficción, recordemos además los montajes descubiertos antes que se produzcan para calumniar a Luis D’Elía y a Victoria Tolosa Paz, podríamos seguir con varias más pero las dejamos para quién quiera escribir el libro del que hablábamos anteriormente.

Daniel Santoro el que forma parte de la banda de D’Alessio fue el mismo que hizo la falsa denuncia que Nilda Garré y Máximo Kirchner tenían una cuenta en los Estados Unidos, engaño que fue desmentido por el mismo banco.

Y ya que hablamos de desmentidas, digamos que los medios concentrados además de mentir a sabiendas, nunca publican cuando aparece la desmentida a sus falsas noticias, por lo cual se hace imprescindible la creación de la comisión propuesta por Dady porque sólo el 10% de los que leyeron la mentira se enteran que dicha noticia era falsa.

Además, la Argentina necesita dejar de lado el odio que diariamente destilan personajes como Eduardo Feinmann el cual se ha convertido en un adalid de la represión, aplaudiéndola cada vez que ocurre e instigando mayores tropelías de las fuerzas se seguridad, queda bastante claro que el mensaje que despliegan conductores como este, son antidemocráticos y prenden en una minoría, por lo general de avanzada edad que añoran aquellos días de tiranías y ausencia de derechos.

Obviamente no se trata de cuestionar a nadie por su ideología si la misma no es contraria a la democracia, lo que hay que esclarecer y poner en evidencia son las mentiras, los engaños, y los mensajes xenófobos, racistas y los que incitan a actuar con violencia contra los ciudadanos, en definitiva una comisión como la que propuso Dady servirá para garantizar una mayor democratización de los medios, cosa que como sabemos, mucho no les gusta a sus dueños y a sus serviles lacayos.

Nunca los argentinos podremos afirmar que vivimos en una democracia plena mientras los medios de comunicación concentrados sigan imponiendo sus condiciones, faltando a la verdad, para imponer un sistema en que las corporaciones tienen mucho más poder que los gobernados designados por el voto de los ciudadanos.

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