El Forjista
Diciembre de 2008
Estamos finalizando el año 2008, algunos mails
auguran que todos nuestros deseos se hagan realidad acompañados
con una foto que muestra a la presidente y su marido con trajes de
presidiarios tras las rejas.
En el diario Crítica de la Argentina el periodista Luis Blaustein
indicaba en una nota escrita el 31 de diciembre que en la zona norte
del Gran Buenos Aires, aún perduran carteles colocados durante
el lockout agrario con el texto: “Cristina grasa, atea, puta,
montonera”, Blaustein asocia esto con el tristemente “Viva
el cáncer” escrito en algunas paredes de Buenos Aires
cuando se supo que Eva Perón sufría de ese mal.
El artículo del periodista provocó algunas enojadas
respuestas de los lectores señalando que:
“Estoy en descuerdo con los grafitis en contra de Cristina,
se quedan cortos!!!”
Ese mismo día pero en respuesta a otras notas los lectores
del sitio digital del diario respondían cosas como estas:
“Nos va costar sangre y lágrimas deshacernos de estos
dictadores KK por no saber votar y no elegir más a un peronista…”
En tanto en otra opinión se decía:
“Asi que lo que no estan ,.,,con esta Boba son Gorilas, Yo no
soy ni Gorila ni Boludo Peronista...porque todo es verso..esta mina
les miente así los mismos Argentinos se pelean entre ellos
y ella se lleva el dinero. La Gente se esta muriendo de hambre, hay
un nivel gigante de ignorancia entre los pibes...y de paso falopa
de alguien que la deja entrar fácilmente. Cristina solo "LOS
IGNORANTES POBRES Y SIN FUTURO TE APOYAN””
Cabe preguntarse ¿Este odio hacia la presidente y su esposo
se basa en medidas concretas que en los últimos 5 años
pudieron haber afectado el nivel de vida de la clase media?
Nadie hizo tanto por la clase media
No ha existido medida alguna en los últimos años
que haya afectado a la clase media, por el contrario, podemos afirmar
sin temor a equivocarnos, que no ha existido gobierno que haya beneficiado
a la clase media como lo hizo el kirchnerismo.
Las sucesivas modificaciones al impuesto a las ganancias y la tan
reclamada eliminación de la tablita de Machinea tiene por resultado
una mejora considerable en los ingresos de las clases medias y altas.
El aumento del mínimo no imponible para el pago del impuesto
a los Bienes Personales que se triplicó, excluyó del
pago a una buena porción de la clase media, aliviando la presión
tributaria sobre la misma.
Los aumentos anuales de salarios, luego de largos años de congelamiento
permitió a importantes sectores asalariados mejorar sus ingresos
incluso en algunos casos con incrementos superiores a la inflación.
Otro beneficio ha sido la política de subsidios manteniendo
precios políticos sobre una gran cantidad de productos y servicios
consumidos por la población en general pero particularmente
por la clase media. Por ejemplo: educación, combustibles, transporte,
luz , gas, agua potable, etc.
Pero con respecto a los subsidios muy pocos pequeños burgueses
quieren reconocer estos beneficios que reciben del Estado, por lo
general la idiosincrasia de esta gente los lleva a creer que sólo
deben agradecer a su capacidad cuando les va bien, en cambio cuando
la cosa viene mal la responsabilidad es únicamente del gobierno.
Ni siquiera pueden alegar como muchos pequeños burgueses lo
hacían en épocas de Peron, al que responsabilizaban
por una supuesta falta de libertad, nunca hubo tanta libertad para
expresarse como en la actualidad, baste de muestra las acusaciones
al gobierno que mostramos en el inicio de este artículo y que
se reproduce por miles en diarios, radios y televisión, sin
que nadie sea molestado.
Do todo lo dicho resulta, que no encontramos razones valederas para
justificar el odio de la clase media al actual gobierno.
En defensa de la oligarquía
Lo que ocurre es que en realidad la clase media no está
defendiendo sus propios intereses, una vez más como ha ocurrido
en otras épocas de nuestra historia, se ha convertido en la
vocera de los intereses de la oligarquía, principalmente terrateniente,
y la de algunos grupos económicos que han pasado a la oposición
al ver levemente afectados sus intereses.
Demás está decir que este gobierno, ni remotamente tiene
el empuje revolucionario que mostró el peronismo en sus orígenes,
no obstante las reacciones son muy similares.
No es casualidad que una porción de esta clase media que ahora
denosta contra el gobierno haya comenzado con ese nivel de irritación
luego del lockout patronal del campo.
Azuzados por la oligarquía agrupada en la Sociedad Rural, con
De Angelis y Buzzi como mascarones de proas, para ocultar el verdadero
sentido oligárquico del reclamo, y en asociación con
los grupos económicos que manejan medios de comunicación
como Clarín, La Nación y Perfil, la clase media fue
llevada de las narices a una batalla donde sus intereses no estaban
siendo afectados.
En realidad sus intereses estaban siendo afectados pero por el sector
que ellos apoyaban, los cortes de ruta que antes criticaban y pedían
que fueran reprimidos, provocaron desabastecimiento y un incremento
en los precios de los artículos de primera necesidad.
El poder de la envidia
Una de las cuestiones que molestaron más a las
clases acomodadas durante los gobiernos peronistas de 1946 a 1955
fue que muchos lugares como restaurantes, cines, teatros, lugares
de veraneo, universidades, etc; que antes eran de su exclusividad
fueron invadidas por trabajadores que con un mejor nivel de vida pudieron
acceder a disfrutar de placeres o servicios que antes les estaban
vedados.
Ahora ocurre algo similar con algunos sectores, la generalización
de la jubilación a personas de avanzada edad que antes no tenían
ningún ingreso provocó la exaltación en algunos
que reclaman porque el vecino tiene algún beneficio que no
lo alcanzó a ellos.
De igual manera provoca mucho enojo saber que existen trabajadores
que tienen ingresos que alcanzan o superan a los de algunos asalariados
de clase media, tal como ocurre con los camioneros. Obviamente nadie
se cuestiona la tradicional resistencia de la clase media a la sindicalización,
que ha sido la que ha permitido a los camioneros convertirse en uno
de los gremios mejores pagos.
Tal vez el egoísmo es una característica de todos los
seres humanos sin diferencia de clases, al menos en el sistema capitalista,
pero muchas veces alcanza niveles patológicos en algunos pequeños
burgueses cargados con una buena cuota de resentimiento
El retorno de los profetas del odio
Por un momento nos dejamos engañar y creíamos
que el furioso anti peronismo había desaparecido o había
quedado relegado a un grupúsculo de trasnochados.
Pero no ha sido así, de la mano de algunos políticos
y alimentado por ciertos medios de prensa, el más furioso gorilismo
goza de buena salud y está entre nosotros como un factor político
a tener en cuenta.
Tal vez la mayor expresión de esto sea la señora Elisa
Carrió, figura repetida en los programas políticos de
la televisión y cuyas declaraciones, aún las más
extravagantes, cuenta con una gran difusión.
La señora Carrió a tratado de convertirse en la más
dura cuestionadota del kirchnerismo pero para eso no ha dudado en
cuestionar medidas acertadas de este gobierno.
Ante la política de Derechos Humanos la señora consideró
que había que dejar de perseguir a los militares.
A la política económica de crecimiento la señora
solicitó el enfriamiento de la economía, al parecer
a la señora y a su principal asesor económico y ahora
candidato, Prat Gay, les molesta que los argentinos consuman y la
industria crezca.
Además Carrió que ha utilizado la moralina como argumento
para combatir al kirchnerismo no ha sido igualmente estricta a la
hora de buscar aliados.
Quiso aliarse a Lopez Murphy que durante el gobierno de De la Rúa
fue Ministro de Relaciones Exteriores continuando con las relaciones
carnales con Estados Unidos iniciada por el menemismo. Cuando fue
Ministro de Economía la única idea que se le cayó
fue realizar un ajuste disminuyendo el presupuesto destinado a educación.
Sin duda la señora Carrió tiene debilidad por lo ministros
de De La Rúa, ahora es aliada de la experonista, excavallista
y ex delarruista Patricia Bullrich , también Olivera fue colaborador
de De La Rúa.
Ahora acaba de declarar que podría aliarse con Macri, al que
ha calificado en reiteradas oportunidades de corrupto.
Pero más allá de las palabras, de los exabruptos y contradicciones,
lo de Carrió sólo puede llamarse de una forma es el
más descarado y recalcitrante antiperonismo.
La señora anuncia un apocalipsis por día, por lo general
no acierta y parece desilusionada porque el Juicio Final no llega
para nuestro país.
Ningún regreso al pasado
La crítica y la oposición son indispensables
en cualquier sistema democrático, como valoramos la libertad
que se vive en la Argentina, creemos necesario criticar y proponer
soluciones.
Más tarde o más temprano el kirchnerismo será
reemplazado por voluntad popular por otra corriente política,
y esto no nos preocupa en absoluto, lo que sí no aceptamos
es retroceder al 2001.
Muchos opositores son claros representantes de una época en
que las crisis se solucionaban descargando todo el peso sobre los
sectores más humildes y entregando el patrimonio nacional a
manos extranjeras.
¿Qué otra cosa podrían ofrecernos los ex ministros
de De la Rúa?
No se debe olvidar tampoco que en esas épocas al reclamo de
los más necesitados se respondió con represión.
Las muertes en diciembre de 2001 y las posteriores de Kosteki y Santillán,
fueron una clara muestra de cómo el poder reaccionaba ante
los reclamos populares.
Nos resistimos a regresar a la oscuridad de esos años por más
que muchos de los actores aparezcan disfrazados de otra cosa.
Sólo aceptamos un cambio que signifique un salto hacia el futuro,
que nos lleve hacia nuevas formas de democracia, sin grupos económicos
privilegiados, con más soberanía nacional, más
libertad política y principalmente más justicia social
para aquellos que aún sufren por una pobreza que debería
avergonzarnos a todos.