El Forjista
Este libro de Ezequiel Adamovsky es a nuestro entender, uno de los aportes más importantes realizados a la historia del país en los últimos tiempos. Encarando un tema que muy pocas veces se abordó anteriormente lo hizo desligado de prejuicios y con una muy abundante documentación.
Esto no significa que no tengamos una serie de discrepancias con las afirmaciones del libro, aquí sólo citaremos tres pero podríamos realizar algunas más.
Aunque pueda parecer un tema menor no nos parece adecuado que Adamovsky llame elite a lo que en realidad correspondería denominar oligarquía, el término elite no describe de manera correcta el comportamiento de esta clase que ha sido la que ha gobernado el país desde sus inicios, las pocas veces que no pudo ejercer el gobierno por la existencia de movimientos populares, continuó teniendo el poder económico, situación que le permitió vencer las resistencias populares, logrando un nuevo asalto al gobierno. Una elite no necesariamente tiene el poder y esta clase siempre la ha tenido.
Otra discrepancia es sobre las razones del golpe militar de 1943 que según el autor se produjo por el temor de los militares al comunismo. En principio nos parece que en ningún momento en nuestro país el Partido Comunista constituyó un factor con incidencia en los sectores populares situación ésta que podrían haber preocupado a los militares. Si bien es cierto que la heroica resistencia del pueblo ruso al nazismo pudiera haber despertado algunas simpatías, también debe tenerse en cuenta que ya se conocía por aquí las traiciones del stalinismo en la Guerra Civil Española, y las sucesivas purgas efectuadas en Rusia para liquidar a toda una generación de revolucionarios. Con estos antecedentes es muy dudoso pensar en un crecimiento de la influencia comunista en la Argentina.
Por el contrario lo que ocurrió en junio de 1943 fue que un sector de la oficialidad había comenzado a replantearse seriamente su posición de fuerza de choque de la oligarquía iniciada con el golpe de 1930, son las ideas nacionales que tuvieron en Perón a su más lúcido exponente las que llevaron a un sector de la Fuerzas Armadas a desligarse de la política de entrega del país. Este golpe concluye lo que se llamó Década Infame y uno de los desencadenantes fue la candidatura de Robustiano Patrón Costas, hombre de la oligarquía apoyado por la embajada inglesa. Fue una decisión basada en los intereses nacionales la que determinó ese golpe y no el temor al comunismo.
La última discordancia que mencionaremos aquí se refiere a la mención a esa generación de políticos e historiadores que cuestionaron severamente a la clase media por haber sido utilizada por las clases dominantes en el enfrentamiento con los trabajadores y los gobiernos populares. Adamovsky cita a Abelardo Ramos, Jorge Enea Spilimbergo, Rodolfo Puiggrós, Juan José Hernadez Arregui y Arturo Jauretche. Creemos que aquí el autor cae en una contradicción pues le cuestiona a estos escritores haber realizado estas críticas a las que llama "ataques" desde la misma clase media como si fuera posible realizarla desde otro lado.
Supuestamente en pos de la necesaria unidad entre clase media y la clase obrera Adamovsky cuestiona a los intelectuales mencionados, como si fuera posible esa alianza con una clase media manteniendo una mentalidad antiperonista que lo lleva a despreciar todo aquello que considera plebeyo. El mismo autor cae en una contradicción ya que sus cuestionamientos al comportamiento de la clase media son tan demoledores como los que cuestiona en Ramos, Jauretche y demás.
La función que cumplieron esos intelectuales y políticos fue fundamental en el proceso de "nacionalización" de las clases medias que se desarrolló en la década del 60 y el 70, creemos que esto no está suficientemente destacado en este libro.
Pero dejemos las discrepancias y vayamos de lleno a ver algunos de los grandes logros de este trabajo. Ese país que comenzó a delinearse a partir de 1861 luego de la Batalla de Pavón y la derrota definitiva del Partido Federal implicó la instauración de un sistema económico agroexportador moldeado por una elite(oligarquía) de acuerdo a sus conveniencias.
Ese desarrollo que beneficiaba a una minoría implicaba que también necesitaría de ciertos sectores que mantuvieran en funcionamiento el aparato estatal, comercial y financiero imprescindible para el sistema exportador. Así surgieron empleados bancarios, de comercio, profesionales y pequeños comerciantes que fueron moldeando una clase media que en principio no tenía una identidad propia que los aglutinara.
Pero más allá de las condiciones "objetivas" que dieron nacimiento a la clase media y que son extensamente comentadas en el libro, el mayor logro de este trabajo está establecido en la determinación de las condiciones "subjetivas" que posibilitaron una identidad propia, es decir cuando surge la intencionalidad de la clase dominante para establecer una "mentalidad de clase media" que permita separar claramente a esta clase, de los obreros, que desde su inicio en la historia nacional intentaron distintas formas de rebeliones que preocuparon en grado sumo a las clases acomodadas.
Lo que hoy se denomina mentalidad de clase media lejos estuvo de surgir de manera espontánea o como producto natural de las condiciones "objetivas", por el contrario, fue la oligarquía quién incentivó y moldeó una ideología donde se privilegiara el individualismo antes que la solidaridad, el parecer antes que el ser, la búsqueda del prestigio y el éxito que no permitiera que un pequeñoburgués fuera confundido con un plebeyo, diferencia que muchas veces surgía simplemente del color de la piel.
Obviamente fue a partir del gobierno del General Perón donde la elite (oligarquía) impulsó esas formas de diferenciación, dejemos que el propio autor nos explique este punto: " Asumir una identidad de clase media tiene sentido para todos aquellos que se habían sentido de algún modo invadidos por la plebe peronista y ofendidos por los discursos del gobierno que situaba al trabajador - y no a ellos- como el "argentino ideal". La identidad de clase media, con sus supuestos implícitos - la decencia, la cultura y la 'blancura' (que quedaba bien en claro por la insistencia en su origen inmigratorio y no criollo)-, les parecía diferenciarse de la despreciable masa de seguidores de Perón. A su vez, les ayudaba a esquivar el mote de "oligarquía antipatria" con el que el líder pretendía englobar a todos sus enemigos"
El autor también desarrolla una lúcida descripción e interpretación de los sucesos de la crisis de 2001 que tuvieron en la clase media en una activa protagonista.
El libro de Adamovsky es un buen trabajo que debería leerse y discutirse en los más amplios ámbitos interesados en temas sociales, este joven autor ha realizado un muy interesante aporte sobre un tema que nunca deja de tener actualidad y que a la luz de los últimos acontecimientos políticos merecería una especial atención de todos aquellos que toman decisiones.